El Edificio Adriática, en Zaragoza. Fotógrafos en Zaragoza
La joya arquitectónica desconocida del centro de Zaragoza: un singular edificio pionero por su altura
El inmueble tiene 40 metros de altura y fue el primer rascacielos de la capital aragonesa.
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En 1948, Zaragoza vivió una de sus transformaciones más significativas en términos de desarrollo urbano y arquitectónico. La ciudad, aún en proceso de recuperación tras la posguerra, comenzó a ver surgir nuevas construcciones que marcarían el camino hacia la modernidad.
En este contexto, un edificio destacó de manera especial, tanto por su escala como por su diseño innovador. El Edificio de la Adriática, según el colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, fue diseñado por José Muro y Tomás Solesio y se erige con más de 40 metros de altura en una parcela triangular que da a tres importantes vías de Zaragoza: el Coso, la plaza San Roque y la calle Palomeque.
Imagen moderna
Ubicado en el número 34 del Coso, este edificio se erige en una etapa en la que Zaragoza buscaba proyectar una imagen más moderna durante la posguerra. Fue diseñado para albergar la sede de la compañía italiana La Adriática de Seguros.
Este edificio fue pionero al combinar en su estructura tres usos diferentes: locales comerciales, oficinas y viviendas. De esta forma, se consolidó como un referente en la edificación multifuncional que respondía a las crecientes necesidades urbanísticas del centro de la ciudad en aquellos años.
La fachada del edificio se inspira en un lenguaje clásico, con elementos como pilastras, frontones y balaustradas, siguiendo el estilo arquitectónico relacionado con los orígenes italianos de la Compañía Adriática. La composición del edificio se estructura en tres cuerpos, en los que la verticalidad de los órdenes gigantes clásicos es clave, reflejando tanto la funcionalidad del diseño como su monumentalidad.
Contexto urbano
Una de las características más destacadas del Edificio de la Adriática fue la acertada orientación de su fachada principal hacia la plaza, lo que permitió una integración visual armoniosa con el entorno urbano. Esta decisión, junto con el retranqueo del último cuerpo en la medianera, no solo destacó el edificio, sino que también acentuó la cornisa visual del Coso, adaptándose perfectamente a la escala del barrio circundante y brindando a la zona una presencia única.
La gran escala y la monumentalidad de la edificación aportaron una gran prestancia a un área de Zaragoza en pleno proceso de regeneración. El edificio, al ser uno de los primeros de su altura en la ciudad, ayudó a dar un impulso al entorno, transformando la imagen urbana del centro y consolidando al Coso como uno de los ejes más importantes de la ciudad.
El Edificio de la Adriática fue pionero en el uso de técnicas avanzadas de cálculo estructural. Su construcción en hormigón armado se basó en normativas y experiencias de ingeniería de la época, especialmente las provenientes de Estados Unidos, lo que permitió que el edificio alcanzara su altura sin comprometer la estabilidad.
Estos avances representaron un importante paso hacia la modernización de la arquitectura en Zaragoza, estableciendo un referente para futuras construcciones.
Patrimonio Cultural
En reconocimiento a su importancia histórica y arquitectónica, el edificio fue declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés en 2009. Esta distinción, otorgada por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, garantiza su preservación como un símbolo de la evolución de la arquitectura en Zaragoza y asegura que las futuras generaciones puedan seguir admirando este hito de la arquitectura moderna.
El Edificio de la Adriática sigue siendo un emblema de la modernidad de Zaragoza, un claro reflejo de los avances técnicos y culturales de la época, y un importante testimonio de la evolución de la ciudad en el siglo XX.
