Uno de los bomberos del Consorcio de Alicante durante los incendios en León.
Un bombero de Alicante, sobre los incendios: "La baja humedad, el calor inusual y el viento forman un cóctel molotov"
El oficial Daniel Cortés relata cómo la experiencia del Consorcio de Bomberos de Alicante en la extinción de los incendios de León: "Los primeros días fueron un caos".
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España vive uno de los veranos más devastadores en materia de incendios. Más de 400.000 hectáreas han quedado reducidas a ceniza, con un balance trágico de cuatro víctimas mortales y nueve heridos. A ello se suman cientos de familias que han tenido que abandonar sus hogares.
La emergencia continúa activa en varias comunidades autónomas. Asturias afronta un nuevo foco en el concejo de Ibias, donde el viento multiplica en minutos la propagación de las llamas. En Castilla y León, la situación tampoco mejora: hay 18 fuegos activos, seis de ellos de nivel 2 de gravedad, amenazando zonas habitadas de la provincia de León.
Ante esta crisis, la labor de los servicios de emergencia se convierte en esencial para frenar el avance del fuego y proteger tanto a la población como al medio natural. Entre ellos, los bomberos, que arriesgan su vida en situaciones que pueden cambiar de un momento a otro.
Alicante, en primera línea de fuego
La magnitud de la ola de incendios ha obligado a que distintas comunidades envíen refuerzos a las zonas más afectadas. El Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante se sumó el pasado lunes a este dispositivo con un operativo de 21 efectivos, que trabajaron durante una semana en Castilla y León.
El contingente incluía un oficial, un suboficial, un sargento, cabos y bomberos, además de tres vehículos pesados adaptados para entorno forestal, una nodriza de gran capacidad y dos vehículos ligeros para tareas de coordinación.
Su misión fue integrarse en el operativo de la Generalitat Valenciana, junto a bomberos de Castellón y Valencia, para reforzar la respuesta frente a los incendios más graves.
Desde EL ESPAÑOL de Alicante hablamos con Daniel Cortés, oficial del Consorcio de Bomberos de Alicante, que dirigió la intervención de su equipo en la zona.
Caos los primeros días
Cortés relata que la llegada a Castilla y León estuvo marcada por la complejidad del terreno y la necesidad de coordinarse con los mandos locales.
"La situación inicial fue bastante más caótica", explica. "Los primeros días fueron principalmente de adaptación e intentar ayudar en lo que podíamos".
Miembros del Consorcio de Bomberos de Alicante en los incendios de León.
El equipo alicantino se distribuyó en distintos puntos de los incendios, especialmente en áreas donde había poblaciones amenazadas.
"Nuestra labor era, además de extinguir el fuego, intentar proteger estas poblaciones para que no se vieran afectadas", señala.
Tras una semana de trabajo, la situación era "un poquito más estable", aunque seguían activos varios frentes y todo dependía de la evolución meteorológica.
Incendios de sexta generación
El oficial advierte de que los fuegos actuales responden a un nuevo escenario. "Son incendios muy grandes que nosotros llamamos de sexta generación", apunta.
Las condiciones de baja humedad, calor extremo y viento forman lo que define como un "cóctel molotov", muy difícil de controlar.
Para frenar su avance se utilizan técnicas como los cortafuegos, franjas sin vegetación que sirven de barrera, o los fuegos técnicos, quemas controladas que buscan restar combustible al incendio principal.
"La prevención es la clave"
Más allá de la extinción, Cortés subraya la importancia de trabajar en la raíz del problema: "Las labores de prevención son claves para que los incendios no sean tan grandes". Insiste en la necesidad de limpiar montes y dar prioridad a las zonas rurales para reducir riesgos.
En el caso de Alicante, la situación es "buena en líneas generales", aunque reconoce que siempre se puede hacer más.
A diferencia de provincias como Castellón o regiones como Galicia, la menor densidad de vegetación y las condiciones climáticas de Alicante reducen la amenaza, pero no la eliminan.
Vecinos y causas del fuego
El bombero también hace un llamamiento a la población afectada. "Si los vecinos desean ayudar, debe ser siempre bajo la dirección y supervisión de los profesionales que están trabajando", advierte. Actuar sin control puede generar más peligro.
Sobre las causas, recuerda que cada incendio es diferente y que aún se investigan los motivos de los actuales. "Las causas todavía no las sabemos", explica, aunque apunta que pueden ser tanto naturales, -como rayos-, como humanas.
Un operativo pionero
Cortés valora la coordinación de los bomberos de la Comunitat Valenciana, que trabajaron bajo un mando único. "Fue una iniciativa muy buena y pionera", asegura, confiando en que se mantenga en futuras emergencias.
Su testimonio refleja no solo la dureza del trabajo en el frente de las llamas, sino también la necesidad urgente de invertir en prevención para que el verano deje de ser sinónimo de devastación forestal