Isla del Portichol, Jávea.
El pueblo que todos quieren para vivir en Alicante, según la IA: "Es ideal para familias y jubilados que buscan calidad de vida"
Hay quienes llegan a esta localidad por una escapada infartante y se quedan por la calma que desciende a cada calle y a cada rincón del casco antiguo.
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A la hora de imaginar nuestro sitio ideal para vivir, muchos son los factores que nos vienen a la cabeza. Desde la calidad de vida hasta el paisaje, pasando por la cercanía con los sitios más estratégicos, conviene tener en cuenta una serie de cosas antes de mudarse.
En la Costa Blanca, entre el mar y la montaña, brilla un lugar con magnetismo propio: Jávea, o Xàbia si hablamos en valenciano. No se trata solo de playas de ensueño o un clima al que no se le huyen las buenas razones. Es mucho más.
Es vivir rodeada de luz, de naturaleza y de historias que se cuentan con el olor a sal, los pinares y esos rincones que obligan a detener el paso.
Naturaleza con mayúscula
Imagina levantar la persiana y que lo primero que veas sea el Montgó, majestuoso y silencioso. Un coloso verde que parece proteger a los vecinos, al tiempo que regala senderos secretos, como el de la cala del portixol o la Granadella, joyas escondidas en apenas unos minutos de coche.
Nadie habla de Jávea sin mencionar ese equilibrio único: luz, silencio, y el latido del Mediterráneo.
Vida con sabor local
También hay chiringuitos para todos los gustos, terracitas que acarician el agua y restaurantes que narran historias con cada plato.
Pero también hay mercados de los de siempre, donde se compra aquello que toca: pescado fresco, tomates que huelen a huerto y pan al que se le puede sentir la miga. Vivir aquí es moverte entre lo bonito y lo auténtico.
Una comunidad diversa
Hay quienes llegan a Jávea por una escapada infartante y se quedan por la calma que desciende a cada calle, a cada rincón del casco antiguo, con sus empedrados y sus fachadas blancas rotas por buganvillas.
Y luego están los que ya vivían allí, los de siempre, que ven cómo vuelan los billetes rumbo al norte de Europa, pero regresan en verano a las mismas terrazas, a los mismos saludos y al mismo ritmo pausado que da nombre al lugar.
Calidad de vida, sin complicaciones
Jávea también reúne las condiciones perfectas para tener una familia: escuelas, centros de salud, carreteras y una oferta de ocio sobrada pero nunca abrumadora.
Y por supuesto, el clima, que convierte a Jávea en un punto dulce del mapa donde los largos inviernos son solo una lejana idea.
En definitiva, según la IA, Jávea reúne casi todos los ingredientes. Naturaleza, comodidad, comunidad, identidad y memorias nuevas cada día. Espacios donde puedes respirar profundo. Y una sensación compartida: que este rincón, más que un pueblo, es un refugio.