Panorámica Calpe

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La maravilla natural de Alicante que hay que visitar al menos una vez en la vida: "Las vistas son increíbles"

Esta gran mole rocosa, de 337 metros de altura, representa el acantilado más alto del Mediterráneo.

Más información: Ni Altea ni Jávea, el pueblo más bonito de la costa de Alicante: "La joya escondida"

Alicante
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A veces, para perder el aliento no hace falta tomar un avión ni cruzar océanos. Basta con mirar hacia el norte de la provincia de Alicante, donde una llamativa roca se eleva sobre el mar, desafiando al horizonte.

El Peñón de Ifach, en Calpe, no es solo uno de los grandes símbolos de la Costa Blanca: es una joya natural que hay que visitar, al menos, una vez en la vida.

Y quienes han subido hasta su cima lo confirman sin dudarlo: "Las vistas son increíbles".

Un litoral repleto de belleza

La Costa Blanca presume de una colección de paisajes que rivalizan con los mejores del mundo. Desde las calas escondidas de Jávea hasta los acantilados de la Serra Gelada, esta franja del Mediterráneo ofrece un espectáculo de luz, mar y montaña que conquista a viajeros de todas partes.

Y es que para conectar con la naturaleza basta con moverse por la provincia de Alicante. No hace falta cruzar fronteras para encontrar biodiversidad, formaciones geológicas sorprendentes o senderos que despiertan todos los sentidos.

Entre todos ellos, hay un protagonista indiscutible: el Peñón de Ifach.

Un gigante de piedra

El Parque Natural del Peñón de Ifach se alza imponente sobre el Mediterráneo con sus 332 metros de altura.

Está unido a tierra firme por un estrecho istmo, y su silueta domina la postal de Calpe desde cualquier ángulo.

Según Turisme Calpe, "es uno de los espacios naturales más visitados del Mediterráneo", y no es para menos.

Este macizo calcáreo de 50.000 metros cuadrados no solo es un hito visual, sino también un santuario de biodiversidad.

En sus laderas florecen especies únicas como la silene de Ifach, el tomillo o la herradura valenciana. Un paraíso también para ornitólogos y amantes de la botánica.

Pero más allá de la contemplación, el Peñón invita a la acción. Su ruta hasta la cima es una de las más espectaculares de la Comunitat Valenciana.

Una ruta para aventureros

La Ruta de la Cima del Peñón de Ifach es una experiencia que empieza al nivel del mar y culmina con una de las vistas más sobrecogedoras del litoral.

Son 4,6 kilómetros de dificultad media que requieren buen calzado, algo de forma física y muchas ganas de dejarse sorprender.

Uno de los momentos más emocionantes del camino es el paso por un túnel que atraviesa la roca. A partir de ahí, el terreno se vuelve más exigente y, en su tramo final, el sendero cuenta con cuerdas ancladas a la roca para facilitar la subida.

Además de disfrutar de una flora y fauna variadísima durante el ascenso, desde Turismo de la Comunitat Valenciana recomiendan pasar antes por el Centro de Interpretación del parque, donde se puede aprender más sobre la historia geológica y biológica del lugar.

Y un apunte logístico importante: el acceso está regulado, así que es necesario reservar plaza con antelación.

Opiniones que hablan solas

Con una puntuación de 4,6 sobre 5 en Google, el Peñón de Ifach acumula centenares de reseñas que lo califican como un lugar imprescindible.

"Hermoso lugar", escriben algunos. Otros lo describen como "un espectacular paraje natural con unas vistas sobre Calpe absolutamente magníficas".

Y no faltan los consejos de quienes ya han estado allí: "Imprescindible ir equipado, sobre todo con buen calzado de montaña".

Mucho más que su peñón

Aunque el Peñón es el gran emblema, Calpe ofrece muchos más rincones para descubrir.

A sus pies, las salinas sorprenden con sus flamencos rosados y un sendero accesible perfecto para el birdwatching.

La Sierra de Oltà invita a nuevas rutas con vistas espectaculares, y el Paseo Ecológico que une Calpe con Benissa recorre calas solitarias bañadas por el mar.

Antiguas Murallas, Calpe

Antiguas Murallas, Calpe GVA

En el litoral, destacan playas como Levante - La Fossa o Arenal-Bol para quienes buscan comodidad y arena fina.

Pero también hay joyas escondidas como El Racó, Calalga o la Cala del Mallorquí, ideales para quienes prefieren la intimidad de los cantos rodados.

La zona del puerto, justo al lado del Peñón, vibra con la actividad pesquera y la gastronomía local.

Es un lugar perfecto para pasear, ver llegar las barcas con el pescado fresco y probar delicias como la llauna de Calp o el arroz del senyoret.

Calpe también conserva una valiosa herencia cultural. Los Baños de la Reina, un yacimiento romano excavado junto al mar, ofrecen una mirada fascinante al pasado.

En el casco antiguo, destacan los restos de la muralla, el Torreó de la Peça, -que hoy alberga el Museo del Coleccionismo-, y la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves.

Y para quienes buscan el lado más moderno y fotogénico de Calpe, nada como los icónicos edificios del arquitecto Ricardo Bofill. Su Muralla Roja, en particular, es uno de los rincones más fotografiados del Mediterráneo.