El Salto de Bolulla.

El Salto de Bolulla.

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El precioso pueblo de Alicante repleto de piscinas naturales para refrescarse en verano: "Un paraíso exótico"

Actualmente, solo es posible llegar practicando barranquismo o por una senda poco señalizada y peligrosa, no apta para niños ni animales.

Más información: La piscina natural más bonita de Alicante para disfrutar este verano: "Un paraíso con aguas cristalinas y cascadas espectaculares"

Alicante
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Con el calor que pega más fuerte que nunca en la provincia de Alicante, apetece escaparse a la naturaleza para disfrutar del frescor de los árboles y del agua de las pozas naturales.

A veces, la provincia de Alicante nos regala joyas naturales que parecen sacadas de un sueño. Y es que no hace falta hacer ni muchos kilómetros ni coger ningún avión para disfrutar de paisajes paradisíacos.

El Salt de Bolulla es una de esas maravillas: una cascada escondida entre bancales de nísperos y aguacates, donde el rumor del agua y el verde intenso de la vegetación invitan a pausarse y relajarse.

Ubicado en la pequeña localidad de Bolulla, cerca de Callosa d'En Sarrià, este rincón escondido aguarda uno de los rincones más especiales de la provincia.

Un paraje de postal

El Salt de Bolulla, también conocido como la cascada del Estret de les Penyes, se encuentra a un paso de las famosas Fonts de l’Algar, pero lejos del bullicio y la entrada regulada.

Aquí, el acceso es más complicado, casi un secreto a voces entre locales y amantes del barranquismo. El río Bolulla, de caudal intermitente, es el encargado de esculpir este rincón, donde el agua se precipita formando una poza de aguas turquesa que invita al baño, aunque no siempre es seguro ni recomendable.

El acceso tradicional ha sido cerrado por los propietarios de las fincas privadas, hartos de ver cómo la falta de respeto y la basura amenazaban el entorno.

Actualmente, solo es posible llegar practicando barranquismo o por una senda poco señalizada y no apta para todos los niveles.

En 2022, varios accidentes mortales pusieron en evidencia los riesgos de adentrarse sin preparación en este paraje.

El Salt de Bolulla es un ejemplo de cómo la viralidad en redes sociales puede poner en jaque a los espacios naturales.

Lo que antes era un secreto bien guardado, hoy sufre las consecuencias de la sobreexposición: basura, daños en cultivos y accesos cerrados. La comunidad local y los propietarios han tenido que tomar medidas drásticas para proteger lo que la naturaleza tardó siglos en crear.

Si decides visitar la zona, extrema la precaución y respeta las normas: no dejes residuos, no dañes los bancales y evita el baño si el caudal es fuerte.

Asimismo, recuerda que el acceso por fincas privadas está prohibido y saltarse las vallas puede acarrear sanciones.

La mejor forma de disfrutar del entorno es a través de rutas señalizadas y, si te animas al barranquismo, hazlo siempre con profesionales y el equipo adecuado.