Un militar del MOE con uno de los maniquíes en Rabassa con que ensayan dentro del programa Cyborg.

Un militar del MOE con uno de los maniquíes en Rabassa con que ensayan dentro del programa Cyborg.

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Así funciona el programa Cyborg en Alicante que ofrece la más alta asistencia sanitaria a los boinas verdes

El Mando de Operaciones Especiales y la Universidad Miguel Hernández de Elche trabajan en técnicas avanzadas de atención a heridos en combate.

3 junio, 2023 06:07
Alicante

En medio de un combate y sin apoyo sanitario, es imprescindible saber actuar frente a las heridas de guerra. El proyecto Cyborg, premiado por el Mando de Operaciones Especiales, enseña desde el cuartel de Alicante a actuar con las técnicas más avanzadas para salvar la vida de los militares españoles en cinco minutos. Con este programa impulsan el nivel más alto de estos conocimientos, que aún no está aplicado en todo el Ejército.

La base de Rabassa y la Universidad Miguel Hernández de Elche llevan tres años colaborando para desarrollar esta línea, que ha recibido uno de los últimos premios Machete que entrega el MOE. Rojo, el brigada jefe del núcleo de instrucción de sanidad de Operaciones Especiales, entró en esa primera edición como alumno y ha estado en las dos siguientes ya como coordinador para avanzar en los conocimientos que demanda la OTAN.

"Hoy en el ejército alguien que no es sanitario de profesión no tiene acceso a este tipo de instrucción", explica el brigada para poner en valor lo que se está aprendiendo en el cuartel. De los tres niveles que marca el Ministerio de Defensa mediante el Real Decreto 230/2017, Cyborg permite acceder al más alto de ellos. Con él se pretende aportar "ese conocimiento especial para poder salvar la vida de sus compañeros y estabilizarlos hasta que llegue ayuda especializada o se pueda trasladar".

Uno de los maniquíes del MOE preparado para simular heridas de combate en un entorno extremo.

Uno de los maniquíes del MOE preparado para simular heridas de combate en un entorno extremo.

El objetivo de Cyborg es que "las personas de Operaciones Especiales que están muchas veces en esas situaciones de aislamiento" puedan actuar de manera efectiva. "Lo que no podemos hacer es cruzarnos de manos y ver cómo muere un compañero", recalca Rojo. 

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La importancia de este adiestramiento se explica en particular por las características propias del MOE, como reitera el segundo jefe del MOE. "Nosotros operamos de manera aislada, a diferencia de las fuerzas convencionales que tienen una estructura sanitaria que las apoya y que en todo momento vamos a saber cómo están y por el sistema de evacuación se puede atender".

En cambio, la seguridad de las operaciones que deben atender los boinas verdes "se basan en el secreto". Eso se traduce frecuentemente en la limitación de carga que pueden llevar y, por tanto, en esas herramientas de primeros auxilios.

¿Con qué se encuentran ahora? Que se queda atrás una forma de trabajar marcada por los quince años se han movido en un escenario tan específico como Afganistán en el que podían contar con un apoyo aéreo fundamental para estas evacuaciones sanitarias. En la actualidad, tienen que plantear opciones más complicadas.

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Eso es lo que les ha llevado a profundizar en lo que se conoce como los cinco minutos de platino. "Es el tiempo para taponar una hemorragia o un neumotórax por un impacto de bala o una explosión y que es fundamental para poder evacuar esa baja y salvarle la vida", destaca. Y en eso han estado trabajando estos años con la cátedra Cyborg para mejorarlo "porque que la vida depende de cómo actúes es lo más importante".

Aunque el MOE cuenta con sus propios maniquíes y material para formarse, la colaboración con la UMH ha supuesto un salto que les ha permitido complementar. "La cátedra nos apoya en ayudas a la instrucción que no tenemos aquí", indica el segundo jefe del MOE, que señala a Juan Manuel Caturla Such como la cabeza visible de un equipo que nos ha estado apoyando. Y entre ello apunta a los maniquíes sensorizados capaces de reaccionar de forma diferente según las necesidades y "la joya de la corona", los medios de la cátedra con los que pueden estudiar y manipular.

Con todo ello pueden probar técnicas a las que solo acceden gracias a este nivel avanzado. Así lo han hecho con la aplicación de pinzas y otros sistemas de compresión hemoestática, el uso de la mascarilla laríngea y el tubo para la misma zona o la punción cricotiroidea.   

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