La Guardia Civil ha detenido en Villena a tres generaciones de una misma familia acusadas de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Abuela, madre e hija forman parte del conocido como clan de La Pepa y desde el barrio del Rabal dirigían un negocio que se extendía por otras poblaciones de la provincia, como Petrer.

El instituto armado destaca lo inusual de este entramado formado mayoritariamente por mujeres. Prueba de ello es que de los nueve detenidos, siete son mujeres. La matriarca que había heredado este negocio ilegal de su marido, según fuentes cercanas a la investigación, está en prisión junto a las otras dos líderes del grupo.

Este es el resultado de unas investigaciones que la Guardia Civil había iniciado en marzo de 2022 bajo el nombre de operación Duamar. En colaboración con la Policía Local siguieron las pistas que los propios vecinos del Rabal hacían respecto al negocio de tráfico de drogas que se estaba ejerciendo desde este popular barrio.

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En esta primera fase de Duamar, los agentes acreditaron que el clan traficaba con cocaína, heroína, hachís y marihuana. Para su negocio tenían tres sedes que habían montado en viviendas de Villena y Petrer. Así comprobaron los supuestos hechos delictivos que se les atribuía y se identificaron a todos los miembros del clan.

El clan de La Pepa

La Guardia Civil destaca que este grupo criminal contaba con una estructura bien definida y jerarquizada. En la cúspide, sitúan a la matriarca del clan, una mujer de 46 años. Ella era quien realizaba la compra al por mayor de la droga y la venta al por menor a los consumidores finales.

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Un escalón por debajo, estaba la madre de la líder, una mujer de 63 años de edad. Ella se encargaba de custodiar las sustancias estupefacientes. Y en el tercer escalón, la nieta de esta, que con 20 años de edad vendía las drogas cuando la madre no podía.

En el clan se incluye también a otros tres hijos, dos de ellos mellizos o gemelos según indican fuentes cercanas. Estos se encargaban del transporte de la droga y de avisar a la familia en caso de detectar la presencia policial por la zona próxima a los puntos de venta. De hecho, la Guardia Civil apunta que había mucho movimiento en torno a las tres sedes, lo cual provocaba inseguridad en las calles.

La matriarca contaba con la colaboración de una hermana suya de 43 años y de otras dos personas, una mujer y un hombre de 31 y 39 años respectivamente, para realizar labores esporádicas de vigilancia y para ayudar a blanquear el dinero obtenido de manera ilícita.

La lista de sospechosos se cierra con un taxista de 50 años que está siendo investigado ya que le consideran vinculado a la organización delictiva. El comunicado le atribuye la función de transporte de la droga y de los propios miembros del clan.

La detención

El desmantelamiento del clan de La Pepa se produjo el miércoles 5 de octubre. Ese día agentes apoyados de la USECIC de Alicante y Torrevieja, con la colaboración de la Policía Local de Villena, registraron de forma simultánea los tres inmuebles citados. En ellos intervinieron 10 gramos de cocaína, más de 100 gramos de heroína, 300 gramos de marihuana, 80 gramos de hachís, documentación, una gran cantidad de dispositivos de telefonía móvil, más de 10.000 euros en metálico y diverso material para el corte, preparación y pesaje de la droga. Además, han aprehendido dos escopetas de caza y un arma de fuego corta.

El Juzgado de Guardia e Instrucción de Elda ha decretado el ingreso en prisión para las tres principales integrantes de la banda, incluida la matriarca a la que le constan antecedentes. Mientras al resto se les ha impuesto la prohibición de salir del territorio nacional, así como la presentación periódica en los Juzgados.

La Guardia Civil de Villena destaca que con esta operación se han desactivado tres importantes puntos de venta de droga, consiguiendo una importante victoria contra el menudeo de drogas en la provincia de Alicante.