Un sonriente sol que deja atrás su bañador para nadar en el mar luce en la cala Racó del Conill. Surgida en la Vila Joiosa, esta imagen se está extendiendo por las costas españolas como ejemplo del nuevo modelo de promoción de las playas de tradición nudista, como así están haciendo en Cádiz, Oropesa o Tarragona.

La Federación Española de Naturismo considera clave el ejemplo de esta pequeña playa al norte de la localidad. Y lo es no por la belleza de su entorno o la historia que hay detrás. La bandera del sol se acompaña con el texto "uso nudista recomendado", una recomendación oficial que hace el Ayuntamiento a partir de su nueva ordenanza.

Esta ordenanza implantada de forma pionera en la Vila es la que está sirviendo ahora para que los Ayuntamientos con playas aborden lo que significa el nudismo en la actualidad. Su texto es el que ya se puede encontrar casi replicado en los consistorios de otras comunidades autónomas, como Andalucía o Cataluña. Un hecho que Ismael Rodrigo, presidente de la FEN, vive como un éxito.

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El origen de esta iniciativa fue muy local. Como señala el concejal de mantenimiento de playas Kiko Carreres, fue una asociación local la que impulsó la reivindicación de Racó del Conill como espacio nudista. Y es que sí, consideraban que esto era necesario ante el aumento de público que tras bajar por la pasarela y llegar al mar decidía mantener su bañador puesto.

"Si una persona nudista va a una playa con gente vestida no se atreve a quitarse el bañador", afirma Ismael Rodrigo. El presidente de la FEN explica a El Español vía telefónica desde Valladolid que desde su agrupación con unos tres mil asociados se pide que en las playas que cuentan con una tradición nudista se respete esa opción y si se acude a disfrutar de ellas sea sin ropa.

Rodrigo señala dos aspectos que favorecían ese cambio en el tipo de público. Primero, la instalación de un chiringuito que "prohibía la desnudez en su uso". Si se iba a la playa, pero luego no se podía consumir en su terraza, se generaba la consiguiente incomodidad a los naturistas.

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El impacto de las restricciones sanitarias también tiene su papel en este caso para el responsable de la FEN. En 2020 y 2021 con la limitación del acceso a las playas más multitudinarias, como la cercana Benidorm, "la gente se iba a buscar esas otras". Eso, apostilla, "perjudicaba el carácter de esta playa que ha sido invadida por gente que no la cuida porque la deja llena de colillas, basuras. Un desastre ambiental".

Antes del impacto de la pandemia, estas ideas ya preocupaban al grupo de gente que conformó el Proyecto Racó del Conill Nudista. Y así en 2017 sus reuniones con el consistorio prosperaron en forma de reforma del Artículo 60 de la Ordenanza Municipal de Playas de 2015. Ahí ya contactaron con la FEN para recibir consejos sobre la legalidad del nudismo, un punto en el que como recuerda Rodrigo les remarcó que "el nudismo es legal en todas las playas y no se puede regular por una ordenanza".

El caso de la Vila se convirtió en ejemplar al incluir la recomendación de la desnudez en dos espacios de tradición naturista, Racó del Conill y L'Esparrelló. Ese cambio, recalca Rodrigo, es la razón por la que "consideramos pionera esa ordenanza que este año Cádiz ha copiado casi al pie de la letra" después de que la capital andaluza marcara durante años la prohibición del nudismo en sus playas urbanas.

Rodrigo recuerda que el grupo que lo promovió acabó considerando sus esfuerzos un fracaso porque al Racó del Conill acuden en julio y agosto más gente con bañador que sin él. "Pero en realidad han tenido un éxito porque han sacado un enfoque a tiempos actuales y de ahí han nacido ideas que hemos extendido".