La Policía Nacional ha arrestado en Dénia a un menor bajo la acusación de extorsionar a la madre de un compañero de fútbol. La rocambolesca historia incluye un falso secuestro, amenazas de muerte, pago por bízum y carreras en la madrugada. Todo por teléfono.

La historia arranca a las seis de la madrugada. Una madre recibe una llamada telefónica de quien dice ser su hijo que le está hablando incoherentemente entre el ruido de fondo de una fiesta en la que habría consumido alguna sustancia estupefaciente o alcohol. E, inmediatamente, toma el teléfono otra voz que le anuncia que tiene a su hijo en el maletero del coche y que lo iba a matar si no le hacía un bízum de diez mil euros.

La macabra llamada telefónica se alargó porque el presunto secuestrador aumentó el precio del rescate hasta los quince mil euros. Mientras, para reforzar el terror en la receptora, se escuchaban disparos de fondo. La llamada concluyó cuando la voz al otro lado del teléfono le dijo que llamara a su hijo y que luego volvían a llamarla.

La madre y el padre obedecieron las órdenes recibidas y llamaron a su hijo, del que sabían que estaba fuera del domicilio familiar como les había avisado. Este les responde y les dice que se encuentra bien, en la casa a la que se había de fiesta con sus amigos. Los padres deciden ir a recogerle inmediatamente, como indica la Policía Nacional.

La doble amenaza

La tortura no había terminado. En su carrera en busca de su hijo, ambas partes reciben una llamada desde números ocultos. En el caso de este último, la voz le dice que saben que sus padres van a recogerle y que le van a matar antes de que llegasen. Antes de poder contestar, el interlocutor le cuelga rápidamente.

En el coche, la madre recibe la segunda llamada. La misma voz que había amenazado con el secuestro la amenazaba de nuevo. Antes de que llegaran iban a matar a su hijo. Y como en el otro caso, la llamada se cortaba precipitadamente. Al llegar a la casa en la que había estado de fiesta su hijo comprobaron que se encontraba en perfecto estado por lo que fueron a la Policía para interponer la denuncia. 

El resultado de la investigación de la Brigada Local de Policía Judicial, a través del Juzgado de Instrucción número dos de Denia, reveló el número de teléfono desde el que habían recibido las extorsiones y así también la titularidad de la línea. Y ahí es donde descubrieron que se encontraba a nombre de la madre de un compañero del club de fútbol en el que juega el joven amenazado.

Con esas pistas, los agentes de la Policía Nacional detuvieron a la persona que había hecho las llamadas, un joven de 16 años. Acusado de un delito de extorsión, en su declaración en dependencias policiales en presencia de su abogado declaró que se trataba de una broma que quería gastarles.

Tras la declaración del menor, los investigadores averiguaron la identidad del otro participante en las llamadas. Y ahí avisaron a la Fiscalía de Menores de Alicante de los hechos y de la identidad de este segundo participante de estas amenazas telefónicas. El menor detenido, de nacionalidad española, fue puesto en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales y está a la espera de ser oído en sede judicial.