Turisme Comunitat Valenciana está ultimando un decreto para "regular la actividad turística gastronómica" de la región, lo que incluirá un listado exhaustivo de todos aquellos locales cuya oferta suponga un valor añadido al destino. Esto permitirá incluir a los restaurantes en campañas de promoción específicas, además de permitirles optar a líneas de subvenciones especiales. 

El borrador de este texto se presentó en el Consejo Valenciano de Turismo celebrado el pasado jueves, aunque aún le queda camino por recorrer, según indicaron a EL ESPAÑOL fuentes de la Generalitat. De hecho, se ha abierto un periodo de debate para que el sector haga sus aportaciones sobre el contenido del decreto.

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¿En qué consistirá el texto? Pues básicamente la idea es revisar la norma que regula este tipo de locales, que data de 2009 y que ha quedado obsoleta porque "en los últimos años la gastronomía se ha convertido en un elemento de cultura y una forma de vida". "El nuevo decreto pretende dar respuesta a esta nueva realidad", indicaron las mismas fuentes.

De hecho, y según relata el presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), César Anca, en la pandemia ya se notó el vacío legal que existe al no haber un inventario exhaustivo de restaurantes a la hora de distribuir las ayudas. Este movimiento permitirá también identificar de manera precisa la oferta valenciana, así como su tipología y categoría.

Los debates

La ley de turismo, ocio y hospitalidad de 2018 define la gastronomía propia como un recurso turístico, y, de hecho, Turismo Comunitat Valenciana trabaja en la consolidación de esta oferta bajo la marca L’Exquisit Mediterrani que servirá de complemento al nuevo decreto. 

Según el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, "la gastronomía es uno de los valores turísticos que tenemos para inspirar el viaje", y este decreto "pondrá el acento en la calidad y la excelencia". 

Para ello la idea es articular una regulación que tiene en cuenta la gastronomía valenciana como un "atractivo turístico esencial", así como establecer una diferencia (si la hubiera) entre los establecimientos que favorecen la actividad turística y el resto. Para ello es necesario definir las condiciones mínimas deben reunir los establecimientos de restauración, incluyendo la posibilidad de que sean aquellos que solo se refieran a la gastronomía autóctona. 

Un problema de personal

La tramitación de este decreto llega en un momento de recuperación del sector turístico, pero también convulso a la hora de encontrar personal. De hecho, el propio Colomer advirtió el pasado lunes en las Cortes de que existe un problema de recursos humanos en el sector turístico, al que no vuelven trabajadores. También afirmó que estos empleos tienen que estar bien pagados y dignificados y deben tener cualificación profesional.

"Tenemos un gran problema de recursos humanos, de capital humano. Es la gran dimisión: mucha gente no vuelve al trabajo que tenía", señaló el secretario autonómico, quien extendió este problema a otros desempeños profesionales como los médicos o los conductores.

Opinó que hay que "espabilar" en la cualificación profesional y los convenios laborales tienen que recoger salarios "bien pagados y dignificados" en un sector "ligado a la inteligencia artificial y a la inteligencia emocional", y apuntó que es "desagradable escuchar el menosprecio al oficio de camarero".

Tras la pandemia, la economía del ocio, que incluye al sector servicios en general y las industrias culturales, va a ser "muy importante" y está ligada a la digitalización, cuestión en la que recordó que la Comunidad será centro de inteligencia nacional y plataforma de datos en turismo. "Ese es el camino, prestigiar al sector, no desinvertir, avanzar en calidad certificada", ha concluido.