Los agricultores de Alicante alertan de que "peligra la soberanía alimentaria europea" y que esta acabará dependiendo "de los militares de Egipto, del rey de Marruecos o de los grandes lobbies de Sudáfrica". La base para ello la sitúa Asaja Alicante en las restricciones que se están imponiendo a los trasvases en España y que con esa reducción a los caudales se reduciría la producción en el sudeste.

Esta es una de las principales conclusiones del análisis del 2023 que han presentado este miércoles donde han centrado su mensaje precisamente en la falta de recursos hídricos. A pesar de la sequía y de los recortes en los trasvases, el presidente de Asaja se muestra optimista con el cambio político en la Generalitat porque "el presidente ha dicho que será la legislatura del agua". Y si este ha sido "nuestro factor limitante porque ha sido un Gobierno muy tibio, si se apuesta porque sea la legislatura del agua, solo con eso cambia el escenario".

La falta de agua por la sequía en todo el país está golpeando duramente al sector, pero José Vicente Bernabeu señala que "está haciendo estragos en Andalucía porque no están preparados". "Nosotros", añade, "afortunadamente sí y en el resto de la Comunidad Valenciana". Así, valora que ambos son "líderes europeo en aguas regeneradas". Una línea en la que opina que "hay que seguir mejorando y la Vega Baja ya lo hace el 100 % y a nivel Comunidad Valenciana queda mucho. Para los próximos años aumentar la reutilización tiene que ser una estrategia fundamental".

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Bernabeu valora que el aprovechamiento de esos recursos se está aplicando con éxito en España. Ejemplo de ello lo ve en que "hace 40 años, España estaba en exportaciones agrícolas por detrás de Italia, Francia, Alemania y Bélgica. 40 años después y España es líder en exportación y está por encima de Italia, Francia, Alemania y Bélgica juntos".

Esos datos, como remarca, suponen "un crecimiento brutal". Razón por la que afirma que del arco mediterráneo en nuestro país "depende en gran medida la alimentación de Europa". Es en ese punto en el que ha aludido al peligro que supone la falta de agua para la producción y las consecuencias que tendría de peligrar la soberanía alimentaria porque los productos "vendrán de Marruecos y Egipto cuando ellos quieran".

Esa dependencia, alerta, tiene sus límites como se ha visto este mismo 2023. "Este año Marruecos ha dicho que no va a exportar mandarinas y eso pasó con los tomates en febrero. Al final, Europa va a depender de los militares de Egipto, del rey de Marruecos o de los grandes lobbies de Sudáfrica y eso sería un gran error como sociedad que lleguemos a ese punto".

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