El Castillo de Santa Bárbara, la Playa del Postiguet o el Barrio de Santa Cruz, son algunos de los lugares, que han visitado estudiantes y profesorado de la Universidad de Keio en Japón a través de un fam trip organizado por el Patronato Costa Blanca y la Universidad de Alicante (UA) para poner en valor el turismo idiomático de la provincia. 

Según la Diputación de Alicante, la Costa Blanca se ha consolidado como un "destino de referencia en el ámbito del turismo idiomático". Anualmente viajan a la provincia estudiantes de todo el mundo atraídos por los distintos programas de aprendizaje del castellano que impulsan las escuelas alicantinas, así como por la variedad y calidad de su oferta complementaria que incluye gastronomía, cultura, ocio o deportes.

Conscientes de este potencial, el Patronato Costa Blanca y la UA han organizado un fam trip por la capital de la provincia en el que han participado alumnos y profesores de la Universidad de Keio, en Japón.

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“Además de difundir las potencialidades de nuestro territorio en este segmento, nuestro objetivo es conocer las necesidades específicas de los estudiantes nipones para adaptar nuestra oferta y, de este modo, conseguir que se enamoren de nuestro destino y vuelvan de nuevo una vez haya concluido su formación lingüística o académica”, ha manifestado el director del Patronato Costa Blanca, José Mancebo, quien se ha encargado de acompañar personalmente a la delegación durante su estancia.

El Castillo de Santa Bárbara, la Playa del Postiguet o el Barrio de Santa Cruz, en Alicante, han sido algunos de los enclaves que ha recorrido el grupo que, entre otras actividades, ha realizado también degustaciones gastronómicas de productos típicos de la provincia como el chocolate o el turrón.

“El incremento en la llegada de estudiantes procedentes de países como Japón contribuye a fortalecer lazos culturales y comerciales entre la provincia y el continente asiático. De igual forma, la presencia de estudiantes nipones en la Costa Blanca no sólo enriquece su entorno educativo y cultural, sino que también impulsa su economía al fomentar la demanda de servicios relacionados con la formación, el alojamiento, la gastronomía o las actividades recreativas”, ha concluido Mancebo.