La patronal de la hostelería pide una reflexión sobre la oferta gastronómica en la ciudad, en la imagen un racó en 2019.

La patronal de la hostelería pide una reflexión sobre la oferta gastronómica en la ciudad, en la imagen un racó en 2019.

Economía

La hostelería de Alicante pide freno al intrusismo de los feriantes en las Hogueras

La asociación ARA reclama un mayor control de los permisos que se otorgan cuando la oferta de la ciudad es capaz de atender la demanda de esos días.

12 junio, 2022 06:07
Alicante

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El regreso a los actos masivos de las fiestas de Hogueras con las primeras mascletàs y desfiles anticipa la gran cantidad de público que llegará a Alicante. En la hostelería, las dos principales asociaciones celebran las que consideran ya unas cifras superiores al último año, en el caso de Apeha, y demandan un control del intrusismo, en el caso de ARA.

César Anca, presidente de la asociación de restaurantes de Alicante, se muestra cautamente optimista en las previsiones de los días grandes que se acercan a la ciudad. "Van a ser muy buenas Hogueras, pero podrían haber sido un poco mejor si hubiera coincidido una parte en fin de semana". Y si pone el freno en sus palabras, es porque no quiere hablar con ligereza, como sucedió en Navidades, antes de que ómicron arruinara las expectativas.

En cambio, María del Mar Valera siente una mayor confianza. "Se está trabajando ya como si en los fines de semana fuera pleno verano" y si "entre semana está normal" para la semana de fiestas "está todo lleno y eso que este año cae entre semana y hay mucha gente de Alicante y de fuera". Por eso su consejo "siempre reservar". 

Con la perspectiva de Anca, "el lunes día 20 la gente saldrá y no estará lleno. Son días de fiesta y no todos están al cien por cien de ocupación. Hay días que son muy fuertes, como el 23 y 24, que es muy difícil. Incluso lo está siendo ya".

Freno a "lo rancio" 

El presidente de ARA tiene en cuenta otro concepto al hablar de la ocupación en esos días, la oferta extra que se concede a feriantes de fuera de la ciudad para que ofrezcan sus servicios en los puestos de las calles. "Lo que hay que pedir es que no haya tanto intrusismo", explica.

"Eso sobra", reitera, sobre esos espacios de barracas populares "con esos calamares expuestos durante horas". Una demanda que han trasladado en las reuniones hechas con la Administración local para afrontar el regreso de la actividad. Y ahí han razonado que en la ciudad "hay tanta hostelería que no necesitamos que venga la gente de fuera para hacer las cosas mal y dar una imagen que no es". De hecho, la critica porque representa "todo lo rancio de la hostelería y son los días en que tienes que ponerte más guapo para enamorar al turista y que quiera volver a venir".

La dureza de las palabras de Anca sobre esa cuestión ahonda en lo que significa este tipo de oferta tras tres años de parón. "Esas barracas no son las de toda la vida, son las de jóvenes que van a emborracharse, fomentan el alcoholismo entre los chavales. Pues no lo consiento. Y nosotros apostamos por la excelencia, hay que luchar por ello".

Demanda cubierta

Y también tiene respuesta para la supuesta necesidad de incrementar las plazas para poder atender un público mucho mayor, que este año se estima que será de un millón de personas. "En Alicante hay mucha hostelería para dar servicio a todo el que venga a comer. Hace treinta años, éramos unos, pero ahora hay demasiada hostelería para cubrir toda esa demanda", recalca.

Si con los locales de la ciudad estaría ya atendido, Anca recalca que "no tiene sentido que los feriantes vengan cinco días y que valga todo cuando a nosotros durante el año se nos pide unas formas". De ahí que reitere que "no entienden" esta supuesta permisividad, especialmente, con gente que viene de fuera". Y este apunte lo hace para remarcar otra idea, "hay muchos establecimientos que se quedan sin terraza por las Hogueras porque se las apropian las barracas, le quitan las terrazas a los que llevan meses trabajando".

Con estas reflexiones el presidente de ARA expresa su voluntad de "trabajar todos por mejorar la fiesta" cuando "hay cosas que hace años podrían estar bien". Lo que lamenta es que se "recogen nuestras quejas, pero ahí se quedan y no se les pone solución por más que lo decimos. Hay cosas que parece que no se pueden tocar de la fiesta y aquí trabajamos todos para mejorarla".