Torriko celebra la victoria de su equipo a hombros de los compañeros.

Torriko celebra la victoria de su equipo a hombros de los compañeros.

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Torriko: "Las lesiones y la experiencia me han convertido en un jugador más completo"

El vasco, líder del Horneo Eón, admite que le gusta asumir la responsabilidad en los momentos decisivos y se siente orgulloso de ver a Alicante ilusionada con el ascenso a la Asobal.

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Pablo Verdú
Alicante
Publicada

El deporte alicantino contiene la respiración y vela armas ante el encuentro del sábado en Burgos, en el que el Horneo Eón Alicante tiene en su mano devolver a la ciudad a la élite del balonmano más de tres décadas después. Ganar, empatar o perder por un solo gol le vale al Eón, apenas ocho años después de su fundación, para alcanzar la gloria.

Gran parte de las opciones de éxito pasan por las manos de Ander Torriko (Zumaia, 1997), jugador diferencial y de otra categoría que tras ser maltratado por las lesiones –hasta cuatro operaciones de rodilla- ha encontrado en Alicante el contexto ideal para resurgir y reivindicarse. “Sabemos lo que tenemos que hacer en Burgos y vamos a ir a ganar”, asegura.

Pregunta: ¿Cómo lleva el equipo esa tensa espera para el partido ante el Burgos?

Respuesta: Se está haciendo complicado, para nosotros y para ellos. No es normal que se pare la competición con todo en juego a falta de una jornada. Es un poco trampa. Pero bueno, nos lo tomamos como una oportunidad para preparar mejor el partido.

P: Llevábamos meses mirando a Ciudad Real, pero al final será Burgos el equipo ante el que se juegan el ascenso. ¿Lo esperaba?

R: Sí. Lleva años con un buen proyecto y ya vimos en el partido de la primera vuelta el equipo que tienen. Han pinchado más que nosotros, por eso son segundos ahora, pero han sido muy regulares en el tramo final y por eso están ahí.

P. Imagino que es inevitable echar de menos puntos que se perdieron por el camino y que podrían haber evitado este final agónico. ¿Qué partidos le duelen especialmente?

R: Es inevitable que te vengan a la mente puntos que dejamos escapar, sobre todo en casa. Yo creo que el partido de Málaga nos marcó. Echo de menos esos puntos. Perder ante Ciudad Real o incluso ante Santander los dos partidos pueden pasar, pero el de Málaga... Pero esto es deporte y si no tienes tu día y no le pones intensidad te puede ganar cualquiera por mucha calidad y plantilla que tengas.

P: El Ander Torriko que llegó a Benidorm era un central explosivo y kamikaze, pero ahora es un jugador mucho más completo. Penetra, lanza y asiste. ¿Hasta qué punto las lesiones en la rodilla han cambiado su forma de jugar?

R: El físico no es el mismo y la experiencia es mayor. Antes era joven y pensaba poco las cosas. Jugaba de forma más directa el uno contra uno. Ahora tengo una lectura mayor del juego del equipo. También lo que pasó en la rodilla me hace jugar con más cabeza y dosificarme. He ganado confianza con el lanzamiento exterior. Creo que ahora soy un jugador más completo de cabeza.

P: Se ha convertido en el jugador al que todo el mundo busca en ataque cuando la soga aprieta. ¿Le gusta esa presión?

R: Siempre he sido muy echado para adelante. Me gusta, por la personalidad que tengo, tener responsabilidad en los minutos calientes del partido y jugarme el último lanzamiento.

P: Mucha gente del balonmano no entiende cómo Ander Torriko está en División de Honor y no en Asobal.

R: Es muy sencillo. Estuve tres años en Anaitasuna, dos de ellos lesionado. En el club querían que me quedara. Allí estaba contento, cerca de casa y de mi novia, pero a finales de marzo me dicen que el entrenador, Quique Domínguez, no cuenta conmigo. A partir de ese momento comencé a rendir más. Para mí fue un reto. No seguir me motivó para hacer un gran final de Liga. Fue un golpe duro e inesperado, pero hay que respetarlo.

P: Y entonces aparece el Eón y Fernando Latorre, entrenador que ya había apostado por usted en Benidorm.

R: Fernando e Iker Serrano forman una buena dupla y en Alicante sabía que podía seguir creciendo. Deportivamente fue bajar una categoría, pero también era un reto bonito subir y devolver a la ciudad a la Asobal.

P: Ya ha vivido en sus carnes la mística del Pitiu Rochel. ¿Es tan especial como dicen?

R: Sí, es una gozada ver ese pabellón lleno. La verdad es que durante el año ha costado que la gente vaya. Incluso jugando los domingos por la mañana, como hacía el Calpisa. Pero el día de Ciudad Real ya fue otra cosa. Es un orgullo para nosotros ver tan ilusionada a la ciudad con el balonmano.

P: No se sabe qué sucederá en Burgos, pero usted ya ha dejado una de las imágenes icónicas de la temporada cuando sus compañeros le levantaron en hombros tras su gol agónico ante Ciudad Real en un pabellón enloquecido. ¿Qué sintió en ese momento?

R: Se me saltaron las lágrimas. Se me juntó todo… Mis padres y mi novia vinieron a verme ese día, haber fallado un penalti, con el crono a cero, ante Huesca para clasificar al equipo para la final a ocho, las lesiones de estos años… Fue un momento muy bonito y creo que me lo merecía. Esa semana fue un reflejo de lo que es el deporte: un día estás abajo y al otro en la cúspide.

P: El Eón tiene una plantilla con experiencia en Asobal y muchos de sus jugadores fueron fichados para jugar partidos como el de Burgos. ¿Cómo se afronta un duelo tan trascendental?

R: Sabemos lo que tenemos que hacer. Tenemos ganas de que llegue el partido. Es uno de esos días que tienes marcado en el calendario desde hace tiempo y sabemos que va a estar mucha gente pendiente de nosotros.

P: Les vale el empate o perder por un gol para ascender, pero conociendo a Latorre no hay especulación posible.

R: Nosotros tenemos clarísimo que vamos con todo para ganar el partido. Otra cosa es que queden pocos segundos y miremos el marcador, pero no queremos llegar al último balón con todo por decidir. Pero si fuera así, Fernando (Latorre) tiene muy buena mano en ese tipo de jugadas. Estoy convencido de que todo va a salir bien.