Paco Peña disputa el balón con Leo Messi ante la atenta mirada de Esteban Vigo.

Paco Peña disputa el balón con Leo Messi ante la atenta mirada de Esteban Vigo.

Hércules CF

15 años del día que el Hércules domó a Messi en el Camp Nou: "Fue una victoria con la que habíamos soñado todos"

El técnico Esteban Vigo y Paco Peña, actual director deportivo, reviven la última gran victoria del equipo alicantino en la élite ante un rival repleto de estrellas.

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Pablo Verdú
Alicante
Publicada

Quince años después, el recuerdo de aquella tarde del 11 de septiembre continúa siendo atronador para la afición herculana. El Hércules, recién llegado a la elite, se presentaba en sociedad ante el planeta fútbol con un triunfo (0-2) en la guarida del mejor Barcelona de siempre, dirigido desde el banquillo por Pep Guardiola y liderado en el campo por un Leo Messi que estaba escoltado por un ejército de campeones del Mundo.

El entrenador del Hércules en aquella soleada tarde, Esteban Vigo, y el actual director deportivo, Paco Peña, repasan para EL ESPAÑOL de Alicante el triunfo con mayor impacto del equipo alicantino en el presente siglo.

Los dos goles de Nelson Valdez y aquella camiseta extravagante, a rayas amarillas y negras, forman parte de la leyenda herculana.

El Hércules, recién ascendido, llegaba a Barcelona tras haber caído en la primera jornada ante el Athletic Club (0-1). Tras el debut, hubo un parón de selecciones, lo que permitió a Esteban disponer de dos semanas para preparar el compromiso.

El conjunto catalán, que sumaba dos ligas consecutivas, se presentaba en sociedad ante sus socios en una fecha simbólica, la Diada de Catalunya. El conjunto de Guardiola había conquistado en el verano una Supercopa de España y se había paseado en Santander (0-3) en la primera fecha.

El partido, disputado ante 80.000 espectadores, estaba marcado por el debut de David Villa en el Camp Nou, así como el reencuentro de la afición blaugrana con Iniesta, Puyol, Xavi, Valdés, Pedro, Busquets y Piqué, campeones del Mundo en Sudáfrica apenas dos meses antes.

"Nunca se olvida un partido como ese por mucho tiempo que pase. No siempre se puede ganar al Barcelona en el Camp Nou. Y menos con el equipazo que tenían", reflexiona Esteban, el técnico que había llevado al Hércules a Primera.

A pesar de la dificultad de la empresa, el malagueño, medio en serio medio en broma, tenía en los días previos un presentimiento que trasladó a amigos y periodistas.

"A muchos os dije que íbamos a ganar 0-2 y os reíais. Incluso a varios amigos de Barcelona les avisé durante esa semana de lo que iba a pasar", presume el que fuera jugador del Barça en la década de los 80.

Esteban admite que para ganar a un equipo como aquel Barcelona era necesaria "una dosis de fortuna". "Ellos nos pueden meter dos o tres en los primeros 20 minutos. Pero aguantamos y marcar primero (minuto 26) nos dio tranquilidad", rememora.

El malagueño desvela que una de las claves del triunfo fue "no ir sólo a encerrarte, porque te pueden caer cinco, ni tampoco ir a por ellos, porque también te puedes llevar cinco".

"Se trataba de mantener un equilibrio y, sobre todo, intentar hacerles daño siempre que se pudiera. Como decía Johan (Cruyff), si intentas jugar bien siempre tendrás más opciones de ganar", argumenta el entrenador.

"Todo salió bien. A partir del 0-2 yo sabía que no se nos podía escapar. El Barça te podía hacer tres goles, pero nosotros íbamos a tener muchos espacios. De hecho, después del segundo gol las mejores ocasiones para marcar fueron nuestras", asegura.

Los equipos

El Hércules, que curiosamente ya había ganado en Barcelona en su anterior visita en 1997 (2-3), formó aquella tarde con Calatayud; Cortés, Abraham Paz, Pamarot, Peña, Fritzler, Aguilar, Tiago Gomes (Tote, min. 74), Drenthe (Sendoa, min. 61), Valdez (Kiko Femenía, min. 64) y Trezeguet.

El Barça salió con casi todo. Guardiola apostó por Víctor Valdés; Adriano (Alves, min. 59), Piqué, Abidal, Maxwell, Mascherano (Xavi, min. 46), Iniesta, Keita, Bojan (Pedro, min. 46), Messi y Villa.

El tiempo puso en su verdadera dimensión la victoria ante un Barcelona que esa temporada arrasó en la Liga y conquistó con brillantez la Liga de Campeones.

De hecho, la derrota ante el Hércules rompió más de un año de imbatibilidad como local de un equipo que llegó a sumar sus triunfos como local de cinco en cinco goles, Real Madrid incluido.

Guardiola, una vez acabado el partido, no dudó en elogiar el planteamiento de Esteban, al que aún le queda la amargura de que este impactante triunfo no tuviera continuidad durante la temporada.

"El equipo se cayó en la segunda vuelta y no sólo por cuestiones deportivas. Ya sabemos todos cómo es el fútbol y que el que paga el pato siempre es el entrenador", reflexiona el malagueño, quien a pesar de su amarga salida (destituido a dos meses del final de la Liga) guarda un "afecto enorme" al Hércules.

"Le tengo mucho cariño porque me dio la posibilidad de entrenar en Primera. Mantengo muy buena relación con la gente del club, como Carlos Parodi, o Paco Peña… Espero que el equipo pueda estar pronto en Segunda, que es como mínimo lo que se merece", reflexiona el preparador, que no ha perdido el contacto con Alicante.

"Sé que hay muchas cosas que mejorar en el Hércules, pero también me consta que se están intentando mejorar poco a poco", sentencia.

Prolongar la fiesta

A Peña, titular en el lateral izquierdo en aquella inolvidable tarde, también se le dibuja una sonrisa en su rostro cuando se le recuerda la efeméride.

"Fue una alegría inmensa, sobre todo para el herculanismo. Veníamos del ascenso y una victoria así, de ese prestigio y ante ese rival, era como seguir con la fiesta", señala el extremeño.

Al actual director deportivo del Hércules le tocó la misión más ingrata: controlar a un Leo Messi enrabietado tras el fracaso argentino en el Mundial y desbocado hacia la conquista de un nuevo Balón de Oro.

Peña, sin embargo, logró encerrar al genio dentro de la botella. "Se me ponen los pelos de punta al recordar el equipo que tenían. A Messi lo pudimos controlar entre todos. Ese día tuve las ayudas defensivas de todos", desvela el extremeño, que señala como claves del partido "el acierto en nuestras ocasiones" y el "planteamiento de Esteban".

"Teníamos dos delanteros que eran un lujo y que te enchufaban las que tenían. Ese día le tocó a Valdez", comenta Peña, que incide en que el técnico acertó "al obligar al Barcelona a jugar por las bandas".

"Tapamos el centro y les obligamos a tener que hacer centros. Y ahí nosotros éramos fuertes en defensa. Luego en ataque, había que darle amplitud al campo. Cuando juegas en ese estadio la portería rival siempre se ve muy lejos", remarca el ex futbolista, que también tuvo la sensación de que el partido estaba "bajo control" tras el 0-2, anotado por el paraguayo en el minuto 58.

Paco Peña no duda en señalar este encuentro como una de sus mayores alegrías deportivas de su carrera deportiva, sobre todo por la entidad del rival.

"Eran todos campeones del Mundo y el que no lo era tenía el Balón de Oro. Ganar allí de esa forma era algo con lo que habíamos soñado todos", reflexiona el director deportivo, que confía en devolver a medio plazo al Hércules a la primera línea del fútbol mundial.