Falcón, arropado por todo el equipo con su camiseta conmemorativa.

Falcón, arropado por todo el equipo con su camiseta conmemorativa.

Hércules CF SEGUNDA B

Falcón, el portero de todos los tiempos en el Rico Pérez

El gaditano se gana un hueco en el once eterno de la entidad: “Ha habido buenos y malos momentos, pero siempre he estado comprometido”.

25 abril, 2021 01:07
Alicante

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Pérez, Pazos, Humberto, Santoro, Amador, Falagán, Catalayud… Por la portería del Hércules han pasado durante su casi centenaria historia porteros de todos los perfiles, muchos de ellos convertidos en leyendas del fútbol por la hinchada blanquiazul.

Pero ninguno logró echar raíces en un territorio tan árido y hostil como Ismael Falcón, el guardameta con más partidos oficiales en el club (250 presencias), lo que le da derecho a formar parte del once histórico de siempre de la entidad.

El gaditano, que este sábado cumple 37 años, ha defendido la meta del Hércules en tres etapas diferentes y siempre en épocas de cemento y plomo. A pesar de su probada fidelidad por el club y su compromiso, en Alicante apenas encontró alegrías que otros, con menos bagaje, calidad y carisma, sí hallaron.

La trascendencia de Falcón se puede medir en su justa medida cuando su nombre se pone junto a José Antonio, Paco Peña, José María Pina, José Juan, Francisco Escudero 'Paquito', Pascual Parra, Ernesto Llobregat, Pepe Rivera, Miguel Aracil o Juan Baena, los únicos futbolistas en 98 años de historia que acumulan más partidos oficiales.

En el pozo

Una promoción a Primera perdida, un descenso a Segunda B y cuatro años malviviendo en el pozo es el premio colectivo que, de momento, ha recogido en Alicante. Siendo parte de algunos de los peores equipos de la historia, y ocupando una posición tan sensible, lo normal es que hubiera quedado señalado por la crítica, pero la realidad es que su rendimiento fue una de las pocas certezas del club incluso en época de tormenta.

“Me siento contento y orgulloso de haber defendido este escudo con toda la historia que tiene detrás. Detrás de esto hay una responsabilidad y tengo la ilusión de seguir defendiendo la camiseta”, afirmó este viernes Falcón, poco después de recibir un detalle del club por alcanzar tan significativa cifra de partidos.

El portero aterrizó en el Hércules en la temporada 2006-07 cedido por el Atlético de Madrid. Sergio Aragoneses fue su compañero de vestuario tras la espantada del togoleño Kosi Agassa. Tras regresar al Calderón y volar solo y alto con el Celta en Vigo, el gaditano fue una de las piedras angulares del proyecto de Perfecto Palacio y Sergio Fernández para reflotar el club hacia Primera en la temporada 2011-12.

Esta segunda etapa marcó un antes y después en su carrera. “Sobre todo el primer partido, en el que paré un penalti al Cartagena. Esa acción me dio fuerzas y confianza para crecer como portero. Fue el cambio de un niño a un chaval ya hecho”, relata.

Aquel Hércules iba como un tiro camino de Primera, pero se desplomó y alcanzó a gatas la fase de ascenso que Falcón se perdió por una lesión. Las dos temporadas siguientes fueron terribles. El equipo se salvó de milagro en la Primera, pero en la Segunda dio con sus huesos en Segunda B como colista y con la peor puntuación histórica.

Falcón abandonó en ese momento la entidad para regresar, en el verano de 2017, de nuevo por la puerta grande y con el objetivo de dejar al club en el lugar en el que lo encontró. Pero nada ha salido como el gaditano proyectó. Tantos partidos, tantas paradas, tantos puntos salvados y tan pocas satisfacciones.

Buenos y malos momentos

“Ha habido buenos y malos momentos, pero en todos he estado siempre igual de ilusionado y comprometido. El día que me vaya de aquí siempre tendré un buen recuerdo y estaré orgulloso de haber defendido esta camiseta”, resume Falcón, quien confía en que en el futuro se le recuerde como alguien “que lo dio todo en el día a día por defender al Hércules”.

Otro año se queda sin paladear un ascenso, algo que le fastidia, aunque no renuncia aún a lograrlo. “No me gustaría marcharme sin conseguirlo”, apunta. Sabe que no es lo mismo, pero por aquello de encontrar una motivación señala la clasificación en lo que queda de competición para la Liga Pro “como si fuera un ascenso, aunque en realidad sea no bajar una categoría”.

De momento, Ismael Falcón no se ve colgando los guantes a medio plazo. Asegura que dará un “paso al lado” cuando sienta que ya no es útil al equipo. Su contrato acaba el próximo mes de junio y ni siquiera el salto a la Pro garantiza su continuidad. “Ahora estoy centrado en lograr entrar en esa categoría, que era el objetivo mínimo al inicio de la temporada. Si el Hércules me quiere, siempre le escucharé el primero”, añade Falcón, probablemente el mejor portero posible para el peor momento de la historia del club.