Reunión en Generalitat (presidente Mazón y consellers Rovira y Gómez) con los rectores navarro (UA) y Ruiz (UMH).

Reunión en Generalitat (presidente Mazón y consellers Rovira y Gómez) con los rectores navarro (UA) y Ruiz (UMH). M.H.

Educación ANÁLISIS

El campus interuniversitario de la salud de Alicante: un proyecto audaz que queda postergado por los recelos de UA y UMH

Solo será posible si se consolidan las sinergias entre ambas instituciones académicas de la provincia de Alicante que se inician con el grado de Neurociencias.

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La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que fue dada a conocer el pasado 16 de diciembre sobre el grado de Medicina en la Universidad de Alicante (UA) a favor de ésta, ha beneficiado a todas las partes implicadas en el conflicto judicial que había abierto la Universidad Miguel Hernández (UMH) y del que se había allanado la Generalitat Valenciana.

La UA obtiene el reconocimiento judicial de su grado. La UMH consigue el grado de Enfermería que, como adelantó este diario en mayo de 2022, le prometió y no cumplió Ximo Puig (PSOE), y ahora Carlos Mazón (PP) ha resuelto definitivamente. La Generalitat, por su parte, se ahorra un complicadísimo litigio con los estudiantes matriculados en la UA que de haber sido la sentencia contraria, podrían reclamar daños y perjuicios.

Sin embargo, la sentencia no resuelve alguno de los problemas fundamentales que suscitaba el conflicto entre ambas universidades y que explicó este verano el rector de la UMH, Juan José Ruiz, abiertamente a este diario. Tener dos campus de Medicina de dos universidades públicas a menos de 9 kilómetros de distancia, mientras ambas tienen dificultades para conseguir profesores funcionarios y no profesores asociados que ejerzan al mismo tiempo de médicos, ya que ganan más dinero en la Medicina que en la docencia.

No es algo baladí, ya que este hecho incide directamente en el prestigio de los estudios. Así pues el problema no es de llenar de alumnos las aulas, sino de tener profesores que permitan a las universidades mantener sus facultades en los ránkings de calidad.

Por otro lado, se mantiene la duplicidad de gastos (profesorado, instalaciones, laboratorios, prácticas...) en un contexto de recursos públicos limitados para ambas universidades públicas. 

Entonces, ¿por qué ese afán de ambas universidades de mantenerse independientes la una de la otra? Más allá de las cuestiones históricas como el hecho de que Medicina fuese el germen de una secesión universitaria que condujo a la creación de la Miguel Hernández el siglo pasado, se trata de un recelo común:

La creación de grados nuevos compartidos, infraestructuras comunes y compartir recursos y profesores puede dar lugar a la creación de una "nueva" universidad con el tiempo, que reclame su autonomía frente a las dos instituciones vigentes. Algo que ni la UA ni la UMH están dipuestas a favorecer.

Por tanto, el "campus interuniversitario" que podía solucionar algunos de estos problemas, se aplaza sine die. Y las sinergias se limitan a un "espacio común de prácticas" como anunció Mazón al alcanzar un acuerdo con ambas universidades y a los futuros grados sanitarios "comunes" como el de Neurociencias, que se irán aprobando a partir de este año. Solo el tiempo permitirá esa confluencia si es que alguna vez se produce.