MJ Marcos se despide de Deby y Beltrán con el cierre de la trilogía Las damas oscuras. Tres intensos años desde que se estrenara en la novela erótica con El palacio de terciopelo y que ahora se cierran con La orden de Lara. Satisfecha por haber creado una comunidad literaria, el único pero que encuentra es haber descubierto el acoso de algunos lectores a las escritoras de este género: "Que te creas con derecho de dirigirte a la autora en ciertos términos, incluso acompañando con fotos, me parece desagradable".

Después del final de infarto que dio a sus personajes en La sombra de Magalí, Marcos reconoce sus dudas a la hora de entregar este último volumen. "Tenía ganas de cerrar, pero por otra parte no. Me siento huérfana, aunque tengo otros proyectos, pero me da tristeza ver que la saga no va a seguir porque para bien o para mal acaba aquí", cuenta después de visitar el Palacio Salvetti, uno de los lugares que imaginó para situar a sus personajes.

Al igual que ahora con la lujosa suite principal de este edificio, en este tiempo ha tenido la oportunidad de entrar a esos escenarios, como le sucedió en la Casa Carbonell. En ellos ha ido dibujando los conflictos que tienen aquí un fin y un principio porque, como explica, para algunos de ellos volverá al pasado para explicar qué les ha llevado a este punto.

La mirada de Beltrán vigila a MJ Marcos. Agradecimientos Palacio Salvetti Suites

Un cierre por el que reconoce que ha tenido sus dudas: "Tengo en la cabeza comentarios de lectores ―y eso que son muy positivos―, ¿no cambiarán? ¿Se sentirán satisfechos con el final de la historia? ¿Lo disfrutarán? ¿Será demasiado porque me he quedado corta?". Con el de la anterior ya se encontró con encendidas reacciones. "Me han dicho de todo: cómo es posible, más te vale…", explica risueña, "y yo cada comentario lo tomo como un cumplido porque significa que no les dejó impasible".

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Esa relación con los lectores se ha construido paso a paso, seguidor a seguidor, con un trabajo constante de promoción en redes sociales y presentaciones. Opiniones que tiene en mente porque "cuando escribo una escena me vienen comentarios de otros lectores sobre cierto personaje". Eso sí, aunque se ha sentido "tentada", "pienso que tengo que ser auténtica". Lo que implica llevarles de paseo por "el reverso de la oscuridad que la gente ha descubierto con los libros". "Me tengo que dejar llevar por los sentimientos y sufrir", como así lo hacen sus lectores. Y promete que "en este aún les queda, se puede sufrir más". 

MJ Marcos celebra el fin de esta trilogía erótica ambientada en Alicante. Agradecimientos Palacio Salvetti Suites

Placer y agonía se conjugan por saber qué pasará y por el detalle con que describe las escenas de sexo. Aún recuerda cuando presentaba su novela a las editoriales, porque prefería evitar la autoedición o comunidades como Wattpad, "descubrí que recreándome en esas escenas le generaba pudor a ciertas editoriales". Hasta el punto de que una de ellas cuenta que le dijo que "el lector español no estaba preparado". Aquello la impresionó, reconoce, "pero luego dije que cuando escribo esas escenas me excitan en el sentido más amplio de la palabra, disfruto pensando en eso y para adelante. Que si llego a algún sitio sea con lo que quiero".

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El único problema que ha encontrado en estos tres años es que hay hombres que no entienden qué es ficción. "Algunos lectores se propasan. No todos. Creo que es un problema de la educación. Tú no puedes decirle a una persona que no conoces a través de redes sociales, que evidencia una cobardía suprema, ciertos comentarios desagradables y grotescos por el hecho de ser escritora erótica. Porque yo hablo de sexo ¿crees que te da derecho a dirigirte a mí en esos términos? Y eso ha pasado. Lo he hablado con otras autoras que escriben del género y es relativamente frecuente en redes sociales porque la gente se cree con derecho a todo".