Presentación del número 72 de la revista Canelobre, de IAC Juan Gil-Albert de Alicante.

Presentación del número 72 de la revista Canelobre, de IAC Juan Gil-Albert de Alicante.

Cultura ARQUEOLOGÍA

El número 72 de la revista Canelobre 72 saca a la 'superficie' los tesoros sumergidos de Alicante

En 500 páginas coordinadas por los profesores Jaime Molina y José Antonio Moya, hace un repaso de los pecios de la provincia desde una perspectiva multidisciplinar.

25 marzo, 2022 16:37
Alicante

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La revista Canelobre, la publicación cultural más importante de la provincia de Alicante, editada por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, ha sacado a la luz hoy su número 72. Se trata de un monográfico titulado El patrimonio sumergido de Alicante centrado en la arqueología subacuática que se hace en y desde la provincia. Una disciplina en la que Alicante es referente de primer nivel internacional gracias a la colaboración del Marq (Museo Arqueológico), la UA y la extensa red de museos locales de la provincia.

Coordinada por el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante, Jaime Molina, y por el profesor del Departamento de Comunicación y Psicología Social e investigador del Instituto Universitario de Arqueología y Patrimonio Histórico, José Antonio Moya, el volumen analiza y difunde, a través de 500 páginas, los hallazgos más significativos de las costas alicantinas, incluyendo los navíos hundidos durante la I y la II Guerra Mundial.

Recuperación de un recipiente de la cocina del pecio Bou Ferrer.

Recuperación de un recipiente de la cocina del pecio Bou Ferrer. JOSÉ A. MOYA

Se trata de un número en el que se ha renovado por completo la maquetación y tratamiento de imágenes y textos, para situarlo en la vanguardia de las últimas tendencias editoriales. Así, siendo una revista de "alta divulgación", como la ha definido el propio profesor Molina, a partir de ahora podrá ser indexada también en las principales bases de datos de ediciones científicas.

Los textos y fotografías

En sus veintiún artículos elaborados desde la arqueología pero con vocación multidisciplinar, se realiza una foto fija de los principales hallazgos que se esconden bajo las aguas de la provincia. Todo ello con varios objetivos: informar, entretener y concienciar sobre la necesidad de proteger los numerosos yacimientos subacuáticos de la provincia de Alicante y salvaguardar su incalculable valor científico, histórico y medioambiental.

Y es que como revista de divulgación científica, el Canelobre 72 recoge un abundante y en muchas ocasiones inédito fondo documental de imágenes que no suelen encontrarse en las publicaciones científicas arqueológicas.

Imagen del cañón de proa del Caprera.

Imagen del cañón de proa del Caprera. ERIC MONTANER.

En este sentido, la vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha resaltado el trabajo realizado destacando "el valor de la revista, que combina con gran acierto análisis rigurosos con interesantes fotografías, un número muy especial y atractivo para un amplio perfil de lectores". Parra, ha estado acompañada en su presentación a la prensa de la directora del IAC Juan Gil-Albert, Pilar Tébar, y del director del Marq, Jorge Olcina.

El monográfico presenta estudios arqueológicos originales de los más reputados referentes de la disciplina en combinación con la documentación aportada por profesionales como buceadores o fotógrafos submarinos, que están ordenados cronológicamente.

Así, sobre el Portus Ilicitanus, el pecio romano del Bou Ferrer, Lucentum, el Deltebre I o la creación de la Carta Arqueológica del Patrimonio Cultural Subacuático de Alicante escriben diferentes expertos e investigadores de la materia como el propio Molina, Rafael Azuar, Omar Inglese, Antonio Espinosa, Xavier Nieto, Alejandro Pérez, Francisco Álvarez, Fernando Candela, Carlos de Juan Fuertes o Jorge Blázquez. También, la responsable del Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya, Ruth Geli y la directora del Centre d’Arqueologia Subaquàtica de la Comunitat Valenciana, Asunción Fernández.

También, se incluyen investigaciones de los arqueólogos alicantinos en otros yacimientos españoles o europeos, como las de Daniel Mateo o Miguel San Claudio, así como las aportaciones a la ingeniería naval del gran marino de la provincia, Jorge Juan, cuyo barco El Triunfante se hundió en las costas catalanas, elaborado por el periodista (y subdirector de Canelobre), Juanjo Payá.

Junto a ellos, se recogen los testimonios de instituciones tan importantes como la Armada Española (del jefe del Área del Patrimonio Arqueológico Subacuático del Instituto de Historia y Cultura Naval de Madrid, Alfredo González), o de los GEAS de la Guardia Civil (del brigada jefe, Antonio García), que colaboran en los yacimientos investigados por los científicos alicantinos. 

No faltan tampoco artículos innovadores desde el punto de vista metodológico e incluso lúdico, como el de Gabriel Soler y Juan Eduardo Guillén, del Instituto de Ecología Litoral, sobre la colonización de la flora y la fauna en las piezas arqueológicas. Un artículo que el profesor Moya ha definido como "un gran descubrimiento que aporta una visión novedosa a la disciplina arqueológica". O las propuestas de acercamiento del público en general a la disciplina del fotógrafo submarino Rafael Martos.

Por su parte, el profesor José Antonio Moya, se adentra en las últimas tecnologías en la documentación fotogrametría de los yacimientos submarinos. Y cierra el volumen el relato de dos generaciones de profesionales del centro de buceo Alisub de La Vila, Terencio Pérez y Alejandro Pérez, que sacan a la luz los enigmas de los cargueros hundidos a gran profundidad durante la I Guerra Mundial por los submarinos alemanes, que visitan siempre que les es posible cada temporada.

La revista está a partir de hoy a disposición del público en la sede del Instituto Juan Gil-Albert por un precio de venta de 23 euros. Se distribuirán ejemplares en todas las bibliotecas públicas de la provincia y universidades españolas, así como en los centros educativos y culturales que lo demanden. Esta primera edición cuenta con 800 ejemplares impresos en color de gran calidad.