
David Martí, responsable del departamento de Herpetología en la exposición "El mundo del veneno" de Terra Natura.
David Martí, experto en serpientes y animales venenosos: "Paso más tiempo con reptiles que con personas"
El herpetólogo de Terra Natura convive con seres mortíferos y trata de cambiar la mala imagen que se tiene de ellos en la sociedad.
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David Martí no tiene un trabajo cualquiera, tampoco sus gustos son los comunes. No le gusta el fútbol y le encantan las serpientes, las tarántulas, los insectos y otros animales venenosos capaces de matar a una persona.
El responsable del departamento de Herpetología en la exposición El mundo del veneno del parque temático y zoológico Terra Natura Benidorm lleva dos décadas rodeado de especies que aterrorizan a gran parte de la población.
Natural del pueblo valenciano de Villalonga, Martí comparte ahora la afición que le acompaña desde que era pequeño con niños y mayores en una de las exposiciones con más animales venenosos y exóticos de España.
En su trabajo convive con todo tipo de seres, desde serpientes con veneno suficiente para matar a un elefante, como la víbora de Gabón, sapos alucinógenos, tarántulas gigantes, lagartos venenosos e incluso animales casi imposibles de encontrar en la naturaleza debido a su rareza, como la serpiente de musgo o el loris pigmeo.
Martí cuenta a EL ESPAÑOL de Alicante que conoce a cada uno de los animales, por muy parecidos que sean. "Cada uno tiene su ficha, sé qué día nacieron, cuándo llegaron, cuándo han comido...", explica, como si se tratara de una gran familia.

El herpetólogo a las puertas del volcán de Terra Natura, donde se encuentra la exposición de animales venenosos.
De entre todos los animales a su cargo, es incapaz de elegir a un favorito, como un padre que no puede decantarse por un hijo. "Es la pregunta más difícil, cada uno tiene su hermosura y su encanto. Si tuviera que elegir, diría las serpientes y los lagartos, pero sin menospreciar a los anfibios ni a los artrópodos, que son una maravilla", destaca.
"Muchos días paso más tiempo con reptiles que con personas, son más tranquilos, no gritan, no tienen pelo y no puedes tener reacciones alérgicas, ¿qué más se les puede pedir?", comenta el experto.
El herpetólogo señala que uno de sus principales objetivos es mostrar la belleza de la biodiversidad, incluso a quienes más rechazo sienten por los insectos y los reptiles. "Cuando viene una excursión de un colegio, pregunto si alguien tiene fobia a las arañas y, a quien levanta la mano, le pongo una tarántula en la mano. Al principio se ponen rojos, pero luego ven que no es para tanto", sostiene.

El experto junto a una víbora de Gabón, capaz de matar a un elefante.
Y es que en su día a día tiene que escuchar cómo algunos visitantes de la exposición dicen que estos animales les dan asco. Martí afirma que, cuando esto pasa, los corrige "porque 'asco' es una palabra muy fea para un animal. Puedes decir, en cambio, que no te gustan o que te dan miedo".
Si bien asegura que animales como las serpientes o las tarántulas son los que menos gustan en la sociedad por la mala imagen que se tiene de ellos, subraya que la exposición cada año recibe a más visitantes, porque "los niños la disfrutan más".
Los animales que manipula como un profesional son los mismos que ya le fascinaban desde niño. "Mi padre trabajaba en el campo y tenía miedo a las serpientes. Cuando venía a casa me lo contaba, y yo iba a por los bichos", recuerda.

David Marí sosteniendo un loris pigmeo, el único mamífero venenoso.
Su afición fue creciendo hasta tener una pitón en casa, o como él lo llama, "el primer animalito". Sus amigos, señala, "tenían curiosidad y no lo entendían muy bien. Siempre hemos sido los raros".
Ahora está a cargo de varios animales mortíferos y de la seguridad de los visitantes, lo que ha hecho que "esté más centrado, porque no puedes jugar, incluso te hace salir menos por las noches".