Joaquín Gangoso Ribes, junto a su vivienda en el Casco Antiguo
Un vecino de Alicante estalla y dice lo que todos piensan sobre el ocio nocturno: "Hay gente con ansiedad"
El presidente de la asociación Laderas del Benacantil pide con urgencia la entrada en vigor de la ZAS del Casco Antiguo: "Llevamos más de dos años esperando".
Más información: Pisos turísticos "camuflados" como pensiones: la nueva moratoria de Alicante también acabará con esta "picaresca"
El Casco Antiguo de Alicante es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. ¿Quién no ha paseado por sus estrechas calles o ha salido de fiesta por el 'Barrio'? Sin embargo, lo que para algunos es diversión, para los residentes, -que cada vez son menos-, se convierte en el infierno cada vez que llega la noche.
El presidente de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil, Joaquín Gangoso Ribes, lleva años reclamando una solución al exceso de ruido provocado por los locales de ocio nocturno.
Y aunque el Ayuntamiento aprobó en febrero de 2025, la declaración de la zona como Zona Acústicamente Saturada (ZAS), las medidas siguen sin aplicarse. "Lo único que pedimos es que se respete la normativa", reclama Gangoso.
Una lucha vecinal
Gangoso reside en el barrio desde hace 30 años y asegura que se enamoró de él nada más llegar. Reconoce que la zona ha mejorado en infraestructuras gracias al turismo, pero lo que no ha cambiado es "el grave problema de convivencia" provocado por el ruido.
El conflicto se arrastra desde hace más de una década, cuando la asociación ya organizaba manifestaciones y protestas. Con el tiempo optaron por la vía legal y registraron "más de 700 denuncias de vecinos quejándose por el ruido".
Esa presión sirvió. En febrero de este año, el Ayuntamiento acordó la aprobación inicial de sendas propuestas de declaración de ZAS en el Centro Tradicional y en el Casco Antiguo.
A partir de su publicación en el BOP, se abrió un periodo de alegaciones de 30 días hábiles previo a su aprobación definitiva para la entrada en vigor.
Por lo que, los ciudadanos que considerasen oportuno tenían hasta el 10 de abril para consultar la declaración y presentar alegaciones en el registro municipal. Casi cuatro meses después, el Ayuntamiento sigue con el estudio de las alegaciones.
Ruido y medidas pendientes
Pese a la reducción del número de pubs, los que siguen abiertos se han convertido en el epicentro del malestar vecinal. Muchos de ellos operan, según Gangoso, con licencias antiguas y sin los requisitos actuales de insonorización.
Las mediciones del Ayuntamiento en 2023 confirmaron que el nivel de ruido superaba “en más de 20 decibelios durante tres o más días las tres semanas consecutivas”.
Esa situación justificó el inicio del procedimiento para declarar el Casco Antiguo como Zona Acústicamente Saturada.
Según el Ayuntamiento, la medida contempla el cierre de los locales a las 00:30 horas entre semana y a la 01:00 los fines de semana y vísperas de festivo, así como la reducción a la mitad de las terrazas y veladores.
Sin embargo, a día de hoy, no se ha implementado nada. “Los locales siguen abiertos hasta las 3:30 todo el año, y en verano hasta las 4:30, todos los días”, lamenta Gangoso.
La declaración inicial de la ZAS en el Casco Antiguo incluye la plaza Quijano y las calles Virgen de Belén, San Agustín, Montegón y Padre Maltés.
"No dormir es duro"
El impacto del ruido en la vida diaria es evidente. “Yo tengo la casa insonorizada, y aún así me tengo que poner tapones y, a veces, música ambiente para no escucharlo de fuera”, cuenta Gangoso.
El resto de vecinos, muchos de ellos mayores, viven en pisos con cerramientos de madera, sin posibilidad de adaptarse."Es un infierno".
La falta de descanso afecta también a la salud mental. "Hay gente con ansiedad". Gangoso pone de ejemplo a una vecina del barrio, enfermera de profesión, que tiene problemas de sueño debido al ruido excesivo.
El propio Gangoso confiesa que él le ha llegado a proponer en numerosas ocasiones a su mujer vender la casa. Aunque finalmente se ha decantado por seguir luchando por su hogar. "Soy optimista. Yo creo que lo vamos a conseguir".
Cada vez menos vecinos
La situación ha provocado un éxodo vecinal. "Cada vez hay menos", advierte Gangoso. Los problemas de convivencia, unidos a la rentabilidad del alquiler turístico, han hecho que muchos propietarios vendan.
El excesivo ruido no solo afectan en lo personal al presidente de esta asociación de vecinos, sino también en lo profesional. Gangoso es propietario de apartamentos que destina al alquiler de larga temporada, y sobre los que también ha recibido quejas de sus inquilinos.
Crítica al modelo económico
El problema va más allá del ruido. "Las calles huelen a meados, hay botellas rotas, mobiliario roto. He tenido que pegar las macetas al suelo porque se las llevaban", relata Gangoso. Incluso han presenciado gente teniendo sexo en la vía pública.
Para él, estos comportamientos son consecuencia directa de un modelo de ocio que "no aporta nada al tejido industrial de la ciudad".
Frente a las críticas del sector del ocio nocturno, que argumenta que la ZAS afectará negativamente a la economía local, Gangoso propone una alternativa: trasladar los locales a zonas industriales, como ya se hizo en Elche.
"No estamos en contra del ocio, pero lo que queremos es descansar", insiste.
En definitiva, los vecinos del Casco Antiguo de Alicante no piden el cierre del barrio ni la eliminación del ocio, sino el cumplimiento de una normativa que ya ha sido reconocida por el propio Ayuntamiento, pero que de momento parece que seguirá a la espera.