El grupo de sanchistas en la ciudad de Alicante presentará al menos un candidato en el proceso de primarias del PSOE que se iniciará el próximo 15 de septiembre, y que culminará con la votación del 9 de octubre. Fuentes de este grupo explicaron a EL ESPAÑOL que la idea es "confrontar ideas del modelo de partido" para "tratar de ser por fin una alternativa viable en la segunda ciudad de la Comunidad Valenciana", donde los socialistas llevan años en crisis. 

Este grupo, de hecho, tuvo una reunión este jueves, en la que "la mayoría coincidió en que debemos ser los militantes de Alicante los que decidamos el o la mejor representante para la Alcaldía de Alicante". "Esto nos sitúa en la tesitura de buscar a personas que puedan ser la imagen de los socialistas alicantinos. Para ello se ha creado una comisión que va a reunirse con las distintas sensibilidades del partido para buscar encuentros y acuerdos", indicaron en un breve comunicado. 

Otras fuentes explicaron que no están "dispuestas a que el dedo de Ximo Puig ponga al candidato, que luego Ángel Franco [el exsenador que controla desde hace décadas al partido entre las sombras] haga la lista y que acabemos como siempre: implosionando y siendo irrelevantes para los alicantinos". 

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Los sanchistas se refieren a la reciente crisis provocada en el seno del partido, cuando el portavoz ungido por Ximo Puig, Francesc Sanguino, denunció la existencia de un grupo municipal paralelo capitaneado por Franco que le obviaba en todas las decisiones importantes de la gestión diaria. El pulso de Sanguino se saldó con los ediles afines a Franco, mayoría en el grupo, relevándole de la Portavocía. 

Se trata de un modus operandi que se ha repetido hasta la saciedad en el PSOE de Alicante: Valencia pone a un candidato con la promesa de que tendrá el control total, el sector de Franco hace la lista y finalmente el exsenador gana el pulso y dicta las directrices que deben de seguir los concejales. En todos estos años solo ha sido capaz de producir un alcalde: Gabriel Echávarri, quien lideró un tripartito de izquierdas en 2015 con los peores resultados de los socialistas en la ciudad (seis ediles).

Ni siquiera acabó el mandato: tuvo que dimitir por su procesamiento en un caso de fraccionamiento de contratos y otro de prevaricación, por los que finalmente fue condenado. En 2018 una tránsfuga de Podemos devolvió la Alcaldía al PP, que la ha mantenido desde entonces.  

Los nombres

Para las próximas municipales, en las que Alicante será un territorio clave para las aspiraciones electorales de Puig, la idea es rearmar al partido. Hasta ahora han saltado varios nombres como posibles para la candidatura, pero el más recurrente es el de la exconsellera de Sanidad y actual síndica del partido en las Cortes, Ana Barceló. 

Las fuentes consultadas por este diario indican que a favor de Barceló estaría su peso orgánico en el partido en Valencia, lo que permitiría anular (al menos parcialmente) la influencia de Franco. Pero los sanchistas que "no es la persona adecuada" para Alicante porque "desconoce completamente la ciudad", una desventaja "clave" ante un candidato experimentado del PP como el actual alcalde, Luis Barcala. 

¿A quién plantean presentar los sanchistas? En esta empresa, según las mismas fuentes, cuentan con miembros de otras sensibilidades que "están cansados de que siempre se repita el mismo ciclo", como por ejemplo el histórico José Antonio López Berruti. Otras fuentes apuntan a que Sanguino también se ha acercado al grupo de críticos con Franco.

Entre los nombres citados está, por ejemplo, el de la exconcejal socialista María José Adsuar, aunque desde este grupo explican que "aún es pronto" y "todas las posibilidades están abiertas". "Es posible incluso que no haya un único candidato, sino varios", precisaron. "Lo que tiene que quedar claro es que no nos podemos quedar de brazos cruzados ante la posibilidad de que se vuelva a repetir lo que el PSOE de Alicante lleva viviendo desde hace décadas", concluyeron.