Vista aérea del Cenáculo de Ibi, donde se aprecia el inicio de las llamas a la izquierda de la imagen.

Vista aérea del Cenáculo de Ibi, donde se aprecia el inicio de las llamas a la izquierda de la imagen.

Alicante

El centro religioso para adictos con "ángeles guardianes" 24 h al que investigan por el incendio de Ibi: "Tomaremos medidas"

La quema de 185 hectáreas a causa de unas cenizas arrojadas presuntamente en el Cenáculo ha sacado a la luz esta peculiar comunidad para jóvenes "perdidos".

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La comunidad religiosa el Cenáculo de Ibi ha sido noticia por ser el presunto origen del incendio forestal que calcinó 185 hectáreas hace dos semanas. Pero probablemente sus internos, exadictos que buscan salir "de las tinieblas a la luz", lo desconozcan por no tener conexión con el mundo exterior.

La tranquilidad y el secretismo de esta organización se quebró el pasado 18 de julio, cuando se dieron a conocer en sociedad de la forma menos disimulada posible: con una montaña en llamas a escasos metros de la finca donde viven en comunidad.

A pesar de ello, los investigadores de la Guardia Civil han sido los únicos que parecen haber roto el equilibrio en este espacio situado en el paraje natural de San Pascual.

Allí, según las indagaciones, un hombre polaco de 43 años arrojó unas cenizas aún candentes a la montaña, procedentes de un horno de leña.

No es el único extranjero. Un chico que trabaja en el taller de carpintería contesta con acento italiano: "No se puede hablar, porque si no me van a echar la bronca mis superiores".

Taller del Cenáculo.

Taller del Cenáculo. J.V.

El joven es un exadicto que trata de expiar sus pecados y salir de la oscuridad alejado de la sociedad. Practica uno de los tres pilares del Cenáculo, inaugurado en 2013 y cuyo nombre oficial es "Fraternidad San José Padre en la Ternura". 

Al trabajo físico intensivo (construcción, agricultura, mantenimiento) se le suman las otras dos patas sobre las que se sostiene este refugio: la oración constante y la amistad cristiana.

Esta receta se repite a diario entre jóvenes con adicciones a drogas, alcohol u otros problemas de marginación social.

Aislamiento

Muchos de ellos son ajenos al revuelo generado en torno a este espacio, ya que no tienen televisión, internet, radio ni acceso a periódicos.

Por supuesto, las drogas, el alcohol y el tabaco están prohibidos. Hasta el dinero debe dejarse fuera al entrar en este mundo de fe y reinserción, pues se sustentan con la "providencia divina", como indican en su página oficial.

Un vecino del municipio que se encontraba haciendo deporte por la zona asegura que "no sabía ni que había un Cenáculo hasta antes del incendio".

Ahora, muchos vecinos y alicantinos han puesto nombre y forma a lo que parecía ser simplemente una finca en la ladera del paraje.

Este vecino señala la "pena" que le ha producido ver el color negro de la vegetación calcinada. Por su parte, el alcalde de Ibi, Sergio Carrasco, sintió "el alma caer a los pies" cuando vio arder la Font Roja.

Punto donde comenzó el fuego.

Punto donde comenzó el fuego.

Sobre la asociación religiosa, asegura que "nunca ha habido problemas con ellos en el municipio, pero tomaremos las medidas necesarias que nos indiquen los técnicos municipales por lo ocurrido".

Y es que el Cenáculo tiene, a escasos cinco metros de su entrada, un cartel informativo con la prohibición de encender fuegos debido al alto riesgo de incendio forestal.

Aunque todo apunta a una causa accidental, el hombre se enfrenta a una posible pena de prisión y a una sanción económica elevada por haber afectado un espacio protegido o puesto en peligro vidas humanas y bienes, como marca el artículo 352 del Código Penal.

Por su parte, el exalcalde Rafa Serralta recalca la necesidad de "pedir responsabilidades", porque fue "un error garrafal, podría haber muerto alguien o quemarse entera la Font Roja, que es nuestra vida".

Así, Carrasco indica que "parece ser una mala praxis, pero no intencionada. Puede ocurrirle a esa persona como a cualquiera que suba a los merenderos en esa época del año".

Raquel, dueña del céntrico bar Los Piratas, conoce el lugar por lo que ha contado el párroco del pueblo.

Entrada a la finca.

Entrada a la finca. J.V.

"Sé que son personas que han tenido problemas y están allí para ayudarles a recuperarse en la vida", declara.

"Son gente de diferentes lugares porque tienen que estar lejos de la familia. No puedes juzgarlos; no se sabe lo que te puede pasar en la vida", añade.

Jornada

"Nuestra jornada alterna momentos de oración, de trabajo, de juego, de compartir y de verdadera amistad", aseguran en su web.

En su página se pueden encontrar otros Cenáculos repartidos por el mundo, desde Italia, su punto de partida, hasta Perú, donde, según declaraciones de responsables, se ha rehabilitado a más de 60.000 personas.

En este espacio, reconocido por el Vaticano e inaugurado por el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, se despiertan a las 6:00 h para rezar. Luego desayunan y trabajan en alguna tarea.

Inauguración del Cenáculo en 2013.

Inauguración del Cenáculo en 2013. Comunidad Cenáculo

"Al mediodía, el almuerzo es un momento de familia. Comer juntos ayuda a la comunión. Luego del almuerzo se comparte hasta las 14:00 h y se retoma el trabajo, que ocupa la tarde", continúa el horario.

A las 18:30 h se realiza la oración nocturna, el tercer rosario, y tras "juegos y amistad", a las 22:00 h se acuestan.

Este estricto calendario se convierte en la vida de los exadictos durante un período indefinido. Sin embargo, recomiendan que quienes "vivieron muchos años en las tinieblas y tienen heridas muy profundas" permanezcan al menos tres años.

"Ángeles guardianes"

Una de las particularidades más destacadas del espacio religioso es la figura de los "ángeles guardianes".

Cada nuevo residente es asignado a un "ángel guardián", un miembro veterano que lo acompaña las 24 horas del día durante las primeras semanas.

Duerme en la misma habitación, lo acompaña al baño, realiza cacheos para detectar drogas escondidas y está presente durante el síndrome de abstinencia.

Este estricto sistema de rehabilitación, aunque puede ayudar a jóvenes "perdidos" en la vida y con malos hábitos, suscita ciertas dudas sobre sus métodos por falta de supervisión profesional.

Sus formas de control social intensivo pueden generar dependencia institucional, ya que su disciplina religiosa legitima algunas características propias del control sectario.

Entre estos factores se encuentran la falta de supervisión por parte de profesionales sanitarios y psicosociales, la ruptura total con el exterior, la dependencia emocional, el control férreo o la falta de comunicación.