Rocas del Triásico, junto con un fósil de diente de arcosaurio de gran tamaño.
Alicante podría convertirse en un yacimiento paleontológico referente en el mundo: "Este patrimonio se tiene que valorar"
Un equipo de investigadores descubre fósiles de vertebrados y plantas de hace más de 220 millones de años en Elche, Agost, Tibi y Biar.
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Hace más de 220 millones de años, el territorio que en la actualidad corresponde a la provincia de Alicante estaba habitado por otro tipo de seres vivos rodeados de una vegetación muy distinta a la que conocemos hoy.
Este mes de junio, un equipo multidisciplinar liderado por el biólogo e inspector de educación David Vento ha descubierto en la provincia de Alicante un conjunto excepcional de fósiles que podría cambiar lo que se conoce sobre la vida antes de la era de los dinosaurios.
En afloramientos rocosos de Elche (Vallongues), Tibi, Agost y Biar han aparecido restos fósiles que datan del Triásico Superior, hace más de 220 millones de años, un periodo poco explorado en la península ibérica.
Un yacimiento de valor mundial
Entre los restos hallados se encuentran fragmentos de dientes y escamas de anfibios y reptiles arcosauriformes, partes de esqueletos de peces pulmonados y tiburones de agua dulce.
También se han encontrado costillas de animales acorazados, coprolitos (excrementos fosilizados), así como flora perfectamente conservada: helechos, equisetos, gimnospermas e incluso troncos de más de un metro con hojas fosilizadas que conservan picaduras de insectos.
"Los huesos que hemos encontrado corresponden a grandes carnívoros que, en esa época, cazaban a los pequeños dinosaurios", explica Vento a EL ESPAÑOL.
“Algunos de ellos podían medir más de 10 metros y tenían formas dignas de ciencia ficción: cuellos desproporcionados, peces con pulmones, una fauna casi extraterrestre", sigue.
El hallazgo más llamativo hasta ahora ha sido una muestra de ámbar que podría ser clave en los estudios:
“El ámbar procede de la resina de árboles que vivieron en el periodo Carniense, cuando el clima del planeta cambió radicalmente. Llovió durante más de un millón de años, lo que transformó los ecosistemas y provocó una explosión de nuevas especies”, detalla el especialista.
Un ecosistema singular
Durante el Triásico, la actual provincia de Alicante formaba parte de una gran llanura aluvial con lagos y ríos próximos a la costa del antiguo mar de Tetis, en una región subtropical situada entre los antiguos continentes de Laurasia y Gondwana.
Las condiciones de humedad constante del llamado Evento Pluvial Carniense fueron clave para la evolución y fosilización de numerosas especies.
"Los estudios sobre el Triásico en Alicante eran prácticamente inexistentes. Este proyecto nos permite llenar un vacío y posicionar a la provincia como un referente en paleontología", señala Vento.
Recursos limitados
El proyecto, que obtuvo recientemente un permiso de excavación para los próximos dos años por parte de la Dirección General de Patrimonio Cultural, está impulsado con recursos personales y sin financiación institucional.
Colaboran investigadores del CSIC como Enrique Peñalver, especialista en ámbar, así como expertos de las universidades de Alicante, Granada, Valencia, y Ana Márquez, la primera doctora paleontóloga de España.
“Necesitaría varias vidas para estudiar todo este material. Necesitamos visibilidad, ayuda económica, más publicaciones científicas y apoyo institucional", reivindica el especialista.
"Todo lo hacemos con nuestros propios medios”, se sincera Vento, que al cierre de esta entrevista con EL ESPAÑOL se dirigía a una reunión con el Departamento de Paleontología de la Universidad de Alicante.
Aunque no se han encontrado todavía dinosaurios propiamente dichos, sí han aparecido restos de arcosaurios, un grupo que incluye a los antecesores de los dinosaurios y cocodrilos.
La magnitud de los descubrimientos y la diversidad fósil hallada sitúan a estos yacimientos como candidatos a convertirse en puntos de referencia internacional en el estudio del Mesozoico.
Llamamiento urgente
El equipo hace un llamamiento urgente a museos, universidades y entidades culturales para preservar y estudiar este patrimonio. "Hay un campo muy bonito para poner en valor el patrimonio natural de Alicante", concluye David Vento.
"Con los medios adecuados, podríamos convertirnos en un yacimiento de referencia a nivel mundial", sentencia.
