Foto facilitada por la Policía de la cafetería del hotel donde sucedieron los hechos.

Foto facilitada por la Policía de la cafetería del hotel donde sucedieron los hechos.

Alicante SUCESOS

Dos policías fuera de servicio salvan la vida de un hombre que se estaba atragantando en Denia

Los agentes, que estaban de vacaciones, practicaron la maniobra de Heimlich al hombre tras escuchar los gritos de auxilio que salían de un hotel. 

19 octubre, 2022 12:30
Alicante

Un susto que casi acaba en tragedia si no llega a ser por la intervención de dos agentes de la Policía Nacional, que estaban de vacaciones en Dénia. Los policías escucharon gritos de auxilio que salían del restaurante de un hotel, y cuando llegaron allí se encontraron a un hombre que estaba a punto de morir atragantado. Gracias a la maniobra de Heimlich pudieron salvarle la vida, y en pocas horas estaba de vuelta en su hotel

Los hechos tuvieron lugar en la cafetería de un conocido hotel de la localidad alicantina de Denia cuando los agentes, acompañados por más amigos y mientras disfrutaban de un fin de semana de descanso, escucharon gritos y peticiones de auxilio en la cafetería del hotel, acudiendo rápidamente y observando al llegar a la zona del buffet a un hombre tumbado en el suelo que presentaba síntomas de asfixia y con el tono de la piel de la cara azulado.

Los agentes, tras evaluar que esta persona podría estar sufriendo una asfixia por atragantamiento y conscientes de la gravedad de la situación al ver que la vida de esta persona corría peligro, se coordinaron para auxiliarle levantándole entre ambos del suelo para realizarle la conocida como "maniobra de Heimlich"; procedimiento de primeros auxilios que se realiza cuando una persona tiene la laringe obstruida por comida u otros cuerpos extraños, todo ello mientras se informaba del suceso para que se desplazase al lugar un indicativo SAMU.

La efectiva práctica de la maniobra de auxilio practicada por los agentes, surtió rápidamente el efecto esperado, consiguiendo que el hombre expulsara un trozo de jamón de york que le obstruía la laringe y que le estaba provocando la asfixia.

Una vez el accidentado ciudadano comenzó a respirar con normalidad fue sentado en una silla donde comenzó a recuperarse mientras que los esperaban la llegada de los servicios sanitarios para comprobar que no hubiera complicaciones.

Una vez se personaron los servicios sanitarios en el hotel trasladaron al hombre a Hospital de Denia por precaución, quien a las pocas horas estaba de nuevo en el hotel en perfecto estado gracias a la diligente intervención de los agentes.

Los dos agentes que salvaron la vida a esta persona están destinados en la Brigada de Policía Judicial y en la Brigada de Seguridad Ciudadana de las Comisarías de Elda-Petrer y Elche respectivamente.

La formación policial recibida por los Agentes en técnicas de primeros auxilios resultó fundamental para salvarle la vida a la víctima

La labor de los agentes de la Policía Nacional no solo se refleja a nivel profesional sino también a nivel humanitario, actuando en cualquier momento y lugar en el que el ciudadano lo necesite.

La Policía Nacional mantiene una constante formación a lo largo de toda su carrera profesional impartiendo cursos de reanimación cardiopulmonar, así como de uso de desfibriladores, siendo de sumo interés tanto a nivel profesional como personal, consiguiendo así los conocimientos necesarios para poderlos aplicar en caso de urgencia en cualquier momento que se les requiera, encontrándose o no de servicio.

La maniobra de Heimlich

Esta maniobra de primeros auxilios se ejecuta sobre cualquier persona que haya sufrido alguna obstrucción accidental de las vías aéreas que le impide respirar con normalidad, llegando a provocarle incluso una asfixia total que puede terminar con la muerte del accidentado en caso de no actuar con premura.

En cuanto al mecanismo de la maniobra, en primer lugar, quien la practica debe colocarse tras la persona que sufre la asfixia, rodeando su cuerpo con los brazos, para a continuación, cerrando la mano y colocando el nudillo del dedo pulgar cuatro dedos por encima del ombligo, con la otra mano, se coge el puño de la primera, presionando a continuación fuertemente hacia adentro y arriba en dirección a los pulmones, aflojando la presión seguidamente pero sin perder el punto de aplicación de la maniobra, repitiéndose esta secuencia tantas veces como sea necesario hasta lograr la expulsión del cuerpo extraño que obstruye las vías respiratorias.