En 1984, cientos de miles de personas se agolparon alrededor de la Ría de Bilbao para ver pasar al Athletic, ganador de la Liga, a bordo de una gabarra. Esta embarcación se convirtió en un símbolo de celebración para la afición del conjunto bilbaíno. Sin embargo, 32 años después, el equipo femenino no ha podido pasear el título de Liga navegando por la Ría, ya que el club que preside Josu Urrutia se ha negado a llevar a cabo este mismo homenaje para las campeonas. Esta discriminación resulta inaceptable. El Athletic femenino merece los mismos honores que sus homólogos masculinos. Al oponerse a sacar la gabarra, la directiva del club quita importancia a esta victoria por el mero hecho de que quien la ha logrado es el equipo femenino. Un ejemplo de machismo en el deporte inaceptable en el siglo XXI.