"¡Libertad!": la súplica por 'corriente y comida' da pie a las mayores protestas en Cuba desde julio de 2021

Las movilizaciones han pillado desprevenido al Gobierno, que en un primer momento trató de maquillarlas como 'marchas patrióticas'. Sin embargo, las autoridades han respondido con contundencia. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció el pasado jueves un aumento de las "acciones represivas" en Cuba durante el mes de marzo a causa de las manifestaciones, que fueron especialmente multitudinarias el domingo 17. 

Este jueves también, el presidente Miguel Díaz-Canel prometió suministrar raciones clave de los alimentos subsidiados. Según Reuters, la medida es un intento por calmar las tensiones apenas dos semanas después de que los manifestantes salieran a las calles por última vez en protesta por la escasez generalizada. En el noticiero de televisión del mediodía, Díaz-Canel dijo que su gobierno había emprendido un "enorme esfuerzo": "Abril y mayo van a ser meses con mejores perspectivas. El Gobierno cubano seguirá empeñado en garantizar al pueblo sus niveles de alimentos esenciales".

La escasez, unida a los apagones de 10 a 20 horas de duración en todo el país, hizo que varios centenares de manifestantes salieran a la calle en Santiago de Cuba y sus alrededores, considerado durante mucho tiempo un bastión del apoyo al gobierno, así como en las cercanas Bayamo y Matanzas. En los últimos días, el gobierno ha actuado con rapidez para calmar las tensiones, aumentando la generación de electricidad casi de inmediato y eliminando en gran medida los apagones que han asolado gran parte de la isla durante meses. Las protestas se han calmado desde entonces.

Óscar Pérez, viceministro de Comercio Exterior, dijo en el mismo noticiario en el que intervino Díaz-Canel este jueves que los alimentos básicos también estarán garantizados hasta junio. "Podemos confirmar sin lugar a dudas que tenemos disponibilidad de productos fundamentales como el arroz hasta el mes de junio", dijo. También se está trabajando para garantizar el suministro de harina de trigo para la producción de pan y de leche para los niños hasta junio. El programa de racionamiento de alimentos de Cuba tiene un costo mensual de 230 millones de dólares, según la televisión estatal.

El OCDH ha denunciado esta semana que, durante el mes de marzo, se registraron "374 acciones represivas", 92 más que en febrero. De estos actos, 119 corresponden a detenciones "arbitrarias", 19 de las cuales sí se circunscriben expresamente a manifestaciones convocadas el 8, el 17 y el 19 de marzo. La ONG ha identificado, además, 90 "retenciones ilegales" de activistas y políticos opositores en domicilios y 75 denuncias por abusos sobre presos y familiares, según Europa Press. "Todavía estamos recibiendo denuncias, por lo que los datos presentados son parciales", ha advertido en un comunicado.

El Observatorio, crítico con el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, ha lamentado "que el régimen cubano no busque soluciones a las necesidades y exigencias del pueblo, sino que reprima" a la ciudadanía. Anna Ayuso, investigadora sénior del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB), explica a EL ESPAÑOL que lo que atraviesa el país insular es un pico más en una crisis sistémica. "Es estructural. Hay un gran déficit de infraestructuras, niveles muy bajos de producción, poca inversión extranjera y una economía centralizada por el Gobierno", cuenta.

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En cuanto a este repunte de la crisis económica, Ayuso ve en la pandemia los primeros síntomas. "La covid remató una situación que ya era difícil. La pérdida de turismo deterioró más la situación. En ese momento se impulsó también la reforma monetaria. La unificación de la divisa es una jugada que nadie entendió muy bien, quizá [el Gobierno] pensaba que al hacer el cambio de moneda durante el estado de alarma no habría tantas consecuencias económicas", señala Ayuso.

Pero nada más lejos de la realidad. A la gestión económica durante la pandemia se añadió la apuesta por una vacuna nacional que, aunque exitosa, tardó tiempo en desarrollarse y prolongó la paralización del turismo y la economía. El resultado de este cóctel fue una inflación que pasó de un 1,4% en 2020 a un 77,03% en 2021, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Desde entonces, Cuba ha vivido inmersa en el déficit fiscal y su pueblo se ha enfrentado a recortes y aumentos de los precios. El último "paquetazo" ha sido la subida de la gasolina cinco veces su valor en el mercado, y la especulación con alimentos esenciales ante la escasez de harina, leche y arroz. Los cubanos que ni reciben remesas del extranjero ni trabajan en el sector privado no pueden asumir estos gastos.