Irene Montero, durante su intervención en la primera jornada del debate de la moción de censura.

Irene Montero, durante su intervención en la primera jornada del debate de la moción de censura. EFE

España MOCIÓN DE CENSURA

Montero emerge como revelación del debate y se consagra como portavoz de Podemos

La número dos destaca con un discurso centrado en denunciar la corrupción del PP y la “trama” de poder en la sombra. 

14 junio, 2017 03:57

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No hubo grandes victorias ni derrotas en la primera jornada de la moción de censura contra Podemos. Sí hubo, en cambio, una figura emergente. Se trata de Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos y encargada de defender la pertinencia de esta iniciativa parlamentaria. En medio de la batalla interminable entre Pablo Iglesias y Mariano Rajoy, que se enzarzaron en una serie de réplicas tan vacías como cansinas, ella se consagró gracias a un discurso agresivo y centrado en denunciar tanto la corrupción del PP como la “trama” de poder en la sombra.

Desde que Montero fue elegida como portavoz parlamentaria en sustitución de Íñigo Errejón tras Vistalegre II, muchos habían puesto en cuestión su capacidad de oratoria y convicción en la tribuna. Sus peleas dialécticas frente a Soraya Sáenz de Santamaría no salieron tan bien como en Podemos hubieran deseado. Y no han faltado quienes han aprovechado circunstancias personales para desacreditarla.

Pese a las críticas previas, este martes la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos encontró su sitio en el Parlamento. En el reparto de tareas entre ella e Iglesias para el debate de la moción de censura, le tocó el papel de actuar como ariete contra el Rajoy y su Gobierno por los escándalos de corrupción que les afectan. La estrategia del partido morado era que uno de los portavoces se centrase en la denuncia, con un tono encendido y quejumbroso, y otro en las propuestas, con un estilo solemne y calmado.

Dos balas dialécticas, un poema y un lema misterioso

Más allá del contenido de su discurso, sus dos balas dialécticas fueron la idea de enumerar todos los casos de corrupción que salpican al PP -más de 60- y, sobre todo, la tesis de que, amén de dichos escándalos, existe un entramado de poder en la sombra que vincula al partido gobernante con grandes empresarios del Ibex 35. Además, adornó su discurso utilizando dos leitmotivs que repitió en numerosas ocasiones: uno en positivo y otro irónico.

Listado de casos de corrupción

El positivo fue hablar permanentemente de “la España en marcha”. Una expresión que trae causa de un poema de igual título escrito por Gabriel Celaya. Sus versos ya fueron utilizados por Iglesias en la reciente concentración en la Puerta del Sol para apoyar precisamente esta moción de censura. Además, este leitmotiv de Montero coincide con el lema usado por Macron en Francia y recuerda mucho a “la España que viene” que utiliza Errejón siempre que puede.

La reiteración irónica de la portavoz de Podemos consistió en mencionar de forma constante el lema “orden, unidad y aguantar”. Al decir de Montero, estas tres palabras han guiado el quehacer del PP y Rajoy en los últimos años. Solo en el tramo final de su discurso, la portavoz desvelaba que dicho lema era el que siempre usaba el almirante Luis Carrero Blanco, elegido como sucesor por el dictador Francisco Franco y después asesinado por ETA.

La opinión de los otros grupos

Prueba de que a Montero le salió bien su discurso es que este martes fuentes de PP y Ciudadanos coincidían, aunque por distintos motivos, en señalar que la número dos de Podemos había estado mejor que Iglesias en el debate de la moción de censura. Frente a un Iglesias que juzgaron “desdibujado” o “demasiado moderado”, destacaron el discurso de la portavoz. Eso si, también consideraban negativo que había sido "exaltada" en algunos momentos. 

Esta suerte de consolidación de Irene Montero como portavoz de Podemos se produce en una doble vertiente, la externa y la interna. Porque las principales críticas que se han vertido en su contra provenían en gran medida del “fuego amigo” que no aceptaba de buen grado a esta activista de la PAH. En la batalla de Vistalegre II ella formaba parte del núcleo más cercano de Iglesias, al que los errejonistas acusaban -y acusan hoy aunque sea más tímidamente- de haber radicalizado al líder de Podemos.

Ella y otros dirigentes de Podemos como Juanma del Olmo o Rafa Mayoral fueron objeto de críticas por su pasado en las Juventudes Comunistas. Ellos son los hacedores de la estrategia que consiste en “decir las cosas claras” al PP y en combinar la lucha política “en las calles y en las instituciones”. Por ello, les acusan de “radicales”. Cosa que ellos aceptan con gusto porque “radical proviene de raíz”.