El mundo del fútbol se para cada vez que hay un Clásico, así que todo volverá a detenerse este jueves a partir de las 21:00 horas. La Copa del Rey abre la puerta a una eliminatoria de alto voltaje entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona, un cruce con muchos añadidos y un sinfín de alicientes que van a aumentar la tensión hasta el máximo.

Con los blancos buscando un nuevo título esta temporada y los culés tratando de dejar atrás su nuevo fracaso europeo también en la Europa League, estos dos equipos se cruzan a las puertas de una final. Quizás esta competición nunca aparezca en la lista de prioridades de ninguno de los dos clubes, pero cuando se está tan cerca de sumar una nueva copa a las vitrinas ya nadie quiere regalar absolutamente nada. 

Hay además ánimo de revancha en el ambiente, tanto con el rival como con uno mismo. Todavía colea El Clásico de la final de la Supercopa de España en el que el Barça se impuso con claridad para llevarse el título sin dar la más mínima opción, así que los de Ancelotti quieren la reválida. Pero también pesa el hecho de que ninguno de los dos estuvo en la final en la pasada edición y quieren resarcirse de aquello. 

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Será un partido condicionado por las bajas, pero también un encuentro marcado por las recuperaciones 'milagrosas'. En un principio, el Real Madrid no contaba con Rodrygo y el FC Barcelona tampoco lo hacía con Ansu Fati, pero ambos estarán a disposición de sus respectivos entrenadores. Buenas noticias para el espectáculo que estos dos talentos lleguen a tiempo aunque no estén a pleno rendimiento.

Los esfuerzos del Madrid

El Real Madrid se mueve entre dos aguas en los últimos tiempos. Por un lado, los más optimistas tienen el aval de la histórica goleada en Anfield contra el Liverpool para encarrilar el pase a los cuartos de final de la Champions League. Sin embargo, los más críticos pueden argumentar que el equipo sigue dejando dudas en su juego y la muestra de ello fue el empate contra el Atlético de Madrid del pasado fin de semana en el Bernabéu. 

Como se suele decir, en El Clásico todo lo anterior no sirve para nada y se abre un nuevo mundo cuando enfrente está el eterno rival. De hecho, el Real Madrid se transforma cuando está a las puertas de un nuevo título, y eso es justo lo que pasa en las semifinales de la Copa del Rey.

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El calendario juega en contra del conjunto blanco. El parón por el Mundial comprimió todas las fechas y los de Ancelotti, al estar inmersos en todas las competiciones que se puede a estas alturas, viven ahora las estrecheces. Mundial de Clubes, La Liga, Champions League y ahora Copa del Rey, demasiados focos a la vez de los que el Real Madrid trata de salir como puede. 

Fruto de estos constantes esfuerzos que tienen que realizar los blancos han ido cayendo varias lesiones a lo largo de las últimas semanas. Para este encuentro Carlo Ancelotti recuperará a contrarreloj a Rodrygo, pero seguirá sin poder contar con Alaba y con Mendy, dos bajas en defensa que le harán apostar de nuevo por Nacho en el lateral izquierdo. Con Kroos y Tchouaméni ya recuperados, las opciones se abren para el técnico italiano y el abanico de combinaciones en el centro del campo y en la delantera pueden poner en aprietos al Barça.

La debacle del Barça

Quien ve ahora el vaso medio vacío y puede observarlo todavía mucho peor después de este encuentro es el Fútbol Club Barcelona. Los culés vienen de sumar la pasada semana un nuevo fracaso continental tras caer eliminados de la Europa League, y por si fuera poco las dudas se abrieron en canal con la derrota en La Liga ante el Almería. 

Es cierto que el Barça sigue mandando con comodidad en la clasificación, pero cuando quería dar el golpe definitivo a la competición y eliminar ya casi por completo al Real Madrid, volvió a dejar todo abierto. Por eso, las dudas se ciernen de nuevo sobre el proyecto de Xavi Hernández, que sigue sin dar con la tecla del buen juego y al que han salvado demasiadas veces Ter Stegen y Lewandowski.

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Precisamente el polaco no podrá estar en el Santiago Bernabéu por una lesión muscular, y eso dispara las alarmas en el bando culé. A 'Lewy' le ficharon para jugar partidos como este y desequilibrar la balanza en los momentos más críticos, pero ahora su equipo no podrá contar con su inestimable ayuda. 

No se detiene aquí el drama para los azulgrana, a los que las ausencias les pueden jugar una mala pasada como ya sucedió en Old Trafford. Otros dos titulares habituales y piezas importantes del equipo como son Ousmane Dembélé y Pedri tampoco podrán ser de la partida por lesión, así que Xavi se quedará para este encuentro de ida sin tres de los futbolistas en los que más confía. 

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El objetivo de los culés es claro, evitar males mayores y una tercera derrota consecutiva que haría mucho daño y descosería mucho de lo bordado hasta ahora. Tienen la referencia del Clásico de la Supercopa, pero Carlo Ancelotti tomó buena nota de todo aquello.