Antonio Inoki, a la derecha.

Antonio Inoki, a la derecha. @Inoki_Kanji

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Fallece Antonio Inoki, el luchador que le propinó más de 100 patadas a Muhammad Ali

El mito nipón de la lucha libre retó al gran campeón del boxeo en un combate de lo más extravagante y ahora ha fallecido a los 79 años de edad.

1 octubre, 2022 20:22

Antonio Inoki, una auténtica leyenda en la lucha libre japonesa, falleció a los 79 años de edad como consecuencia de una insuficiencia cardíaca. El nipón es especialmente recordado por el combate tan peculiar que protagonizó en 1976 ante Muhammad Ali en una lucha que mezcló dos disciplinas de contacto totalmente diferentes. 

El japonés, nacido en Yokohama en 1943, fue uno de los hombres más famosos de su país durante y después de su carrera deportiva. Fundó la empresa New Japan Pro-Wrestling y entró en el Salón de la Fama de la WWE, y cuando dejó la competición pasó a desempeñar tareas políticas hasta el punto de jugar un papel importante en muchos conflictos como la liberación de rehenes.

Auténtico dominador de la lucha libre, Inoki también se desenvolvió a la perfección en otras artes marciales pero su pelea más llamativa fue la que libró con Muhammad Ali. Ambos se vieron las caras en el denominado 'Combate del siglo' que levantó muchas críticas y que resultó ser un auténtico fraude para varias voces críticas que surgieron.

Mezcla de disciplinas

Muhammad Ali lanzó tras un combate ante Frazier una proclama fanfarrona a su más puro estilo: "¿No hay ningún oriental que me rete?", dijo para avisar que le daría un millón de dólares si era vencido. Estas palabras no cayeron en saco roto y hubo quien recogió el guante. Ese fue Antonio Inoki, que pese a ser un hombre especializado en la lucha libre no tuvo reparos en prestarse a desafiar al mejor del mundo. 

Las partes se entendieron y fijaron una fecha y un lugar. Tokio, en verano de 1976. Aquel fue el momento elegido para verse las caras. La bolsa para Ali era de seis millones de dólares, una oferta irrechazable como él mismo reconocería después del espectáculo. Pero quedaban varios detalles en el aire por definir, como las reglas a seguir en el combate. Estas no habían sido pactadas y a partir de ahí comenzaron las suspicacias.

Todo se torció aún más cuando Ali vio las maneras en las que se empleaba Inoki. El japonés no tenía piedad de nadie en sus entrenamientos y a Muhammed le entraron las dudas, así que pidió que hubiera unos mínimos en el combate para no terminar demasiado dañado.

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Sin embargo, lo pactado limitó por completo el espectáculo. Cuando el combate se inició, para muchos arrancó uno de los grandes bochornos de la historia. Apenas hubo contacto por los dos diferentes estilos de uno y otro. Nada más arrancar, Inoki se lanzó al suelo y, arrastrándose, empezó a soltar una patada tras otra para dañar a su contrincante.

Se llegaron a contar más de 100 patadas lanzadas por el luchador nipón, y varias de ellas llegaron a impactar en Ali para hacerle daño. El boxeador, por su parte, hasta muy entrado el combate y varios asaltos después no pudo ni siquiera lanzar su puño ante un rival que seguía en el suelo. "Cobarde", llegó a llamar Ali a su rival por su estrategia. 

Quince asaltos después, no hubo ganador. La pelea terminó con empate y el público, muy cabreado, incluso lanzó objetos al cuadrilátero. Una decepción absoluta que hizo que Ali incluso donara los seis millones de euros.