Fotograma de 13 razones.

Fotograma de 13 razones.

Netflix La serie del Momento

Brian Yorkey: “Nuestro trabajo es hablar del suicidio y de lo que la gente no quiere que se hable”

El creador de 'Por 13 razones' estrenará en septiembre en España 'Casi normales', un musical ganador de tres premios Tony, y avanza las claves de la segunda temporada de la ficción de Netflix.

5 junio, 2017 19:27

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Hay temas sobre los que parece mejor no hablar. Tabús que permanecen enquistados en nuestra sociedad. Tampoco el arte parece atreverse a sacarlos a la luz. Dos de ellos -las enfermedades mentales y el suicidio- han sido los centros de las obras de Brian Yorkey, escritor, productor y director teatral que saltó a la fama con su obra Casi normales -en la que hablaba de una madre bipolar- y que se ha convertido en el hombre de moda con Por 13 razones, la serie de Netflix sobre el suicidio adolescente y el bullying en tiempos de WhastApp. Una obra atrevida que ha sido censurada por, precisamente, hablar de lo que nadie quiere oír.

A pesar de todo la ficción se ha convertido en el título de culto de este año y un fenómeno entre los adolescentes. Quizás por ello han salido a la palestra sus trabajos anteriores, entre ellos ese Casi normales que ganó el premio Pulitzer en 2010 y tres premios Tony. El musical prepara su versión española -tras triunfar en otros países- que se estrenará el 14 de septiembre en Las Palmas de Gran Canaria y después paseará por Barcelona y Madrid hasta final de año.

El 'showrunner' de la serie de moda, que se encuentra inmerso en la preparación de su segunda temporada, saca un rato de su apretada agenda para atender a EL ESPAÑOL. Se muestra encantado porque esta obra, a la que considera su trabajo “más personal” siga viajando siete años después de su creación. “Siempre estoy contento con que la gente vea lo que hago, porque me esfuerzo mucho con cada cosa e intento hacer trabajos que sean importantes de alguna forma, que toquen la vida de la gente, y por ello estoy muy contento del éxito de Por 13 razones, pero siendo completamente sincero, Casi normales es el trabajo que más me toca el corazón. Me gusta tanto y estoy tan orgulloso de él...”.

Casi normales habla de eso, de “que lo creemos que es normal no es más que lo que el mundo de nuestro alrededor piensa que es normal”. “Si intentáramos tener una vida más feliz y pensar menos en lo que es o no es normal, sería todo mucho más fácil”, explica Yorkey, que explica que en “casi todas las culturas la gente se comporta en torno a lo que ellos consideran normales”. “Creo que precisamente por eso hay muchas personas luchando y enfrentándose a problemas mentales, porque la gente tiene miedo a ser juzgada por algo que no debería serlo. A veces hay una obsesión por querer ser normal”, dice el autor de moda.

Hablando del suicidio

Casi normales escandalizó por hablar de las enfermedades mentales en forma de musical, igual que Por 13 razones lo hizo con el suicidio, “un tema del que se habla poco” y que ha hecho que mucha gente critique la serie. Incluso en Nueva Zelanda han querido prohibirla a menores de 18 años, algo que Brian Yorkey no entiende. “Decir a alguien lo que puede o no puede ver es una forma de alimentar sus ganas de verlo, así es la naturaleza humana, así que creo que la mejor aproximación para a la gente preocupada con la serie, es tener con ellos una conversación al respecto, hablar sobre el tema, hablar sobre la serie, e investigar sobre el tema. No creo que prohibir ningún trabajo sea correcto”, cuenta a este periódico.

Los adolescentes saben más, experimentan más y hablan sobre más cosas de las que los adultos creen. Si pensamos que les protegemos ocultándoles cosas, nos estamos equivocando

Eso es lo que pretende con su serie, que cuenta el suicidio de una joven que ha sufrido acoso en el colegio, siempre relacionado con su condición de mujer, y que no sabe como manejar la situación. Una suma de pequeños actos que acaban detonando la tragedia. Yorkey denuncia la falta de empatía de los jóvenes, que no son capaces de ayudar a su compañera o darse cuenta de que sus pequeños desprecios son gotas que están a punto de salirse del vaso. Por ello, su creador no cree que que haya que prohibir a los jóvenes ver Por 13 razones, ya que así sólo se sobreproteger a los jóvenes.

“Los adolescentes saben más, experimentan más y hablan sobre más cosas de las que los adultos creen. Si pensamos que les protegemos ocultándoles cosas e impidiendo que hablen sobre ello nos estamos equivocando. Su mundo es ya demasiado complicado, desafiante y lleno de información, y eso no va a cambiar, así que tenemos que hablar con ellos y darles las herramientas para que ellos procesen esa información por sí mismos”, zanja.

Hay demasiado silencio hacia el suicidio, y me temo que eso hace que el problema sea peor, porque la gente que está sufriendo, tiene que hablar de su problema

Sus dos trabajos más importantes pusieron en la agenda temas ocultos, y sobre los que no se hablaba. “Con Por 13 razones ha ocurrido lo mismo. Hay demasiado silencio hacia el suicidio, y me temo que eso hace que el problema sea peor, porque la gente que está sufriendo, tiene que hablar de su problema, y hacerlo y hablar de ese sufrimiento es poderoso y de gran ayuda. Uno de nuestro reto como creadores es hablar del suicidio y de todas las cosas de las que la gente no quiere que se hable, porque tenemos que trasladar algo de luz a estos temas, y eso quiere decir que poniéndoles luz y poniendo el foco de discusión en estos temas es la mejor forma de tratarlos”, añade.

Aunque ahora se encuentre inmerso en el proceso de escritura de esa esperada segunda temporada, no se olvida del teatro, y junto a Tom Kitt -coautor de Casi normales- prepara una nueva obra que espera que esté lista dentro de un año y medio. Todavía no puede contar mucho de la continuación de Por 13 razones, pero avanza que “vamos a aprender más de Hannah Baker”. “Aunque hayamos escuchado todas las cintas que grabó, hay mucho más que aprender de ella y de lo que la ocurrió en su vida. También hay muchas cosas que aprender de los otros lados de esta historia, hay muchas otras historias sobre las interacciones con sus compañeros de clases”, ha avanzado a este periódico.