Carne

Muslos de pollo en salsa marroquí, con frutas y frutos secos

Jugar con las especias, frutos secos y frutas en guisos de aves es una delicia a explorar y estos muslos de pollo en salsa marroquí son un buen ejemplo de ello.

27 abril, 2020 10:47

0 votos

La cocina marroquí nos invita a sentarnos en sus lujosos divanes para disfrutar de platos con un marcado carácter especiado como es el caso de estos muslos de pollo a la marroquí en los que homenajeamos esos aromáticos tajines, llenos de contrastes dulces, ácidos, amargos y picantes que no se alejan de un cualquier guiso de pollo pero trasladado a otra dimensión del gusto. En sí, estos muslos de pollo en salsa marroquí no son más que un sabroso guiso, bien trabado para que su salsa sea densita, cocinado a fuego suave para que la carne del ave quede muy tierna y el sabor final nos transporte directamente a esos riquísimos mercados marroquíes o a los típicos festines del otro lado del Mediterráneo.

Ingredientes

  • Contramuslos de pollo, 2
  • Arándanos secos, 2 cucharadas
  • Ciruelas pasas, 6 unidades
  • Almendras, 2 cucharadas
  • Diente de ajo, 1
  • Cebolleta, 1
  • Zanahoria, 1
  • Comino, Cúrcuma, Jengigbre, Canela. 1/2 cucharadita
  • Naranja, 1 (su zumo y su ralladura)
  • Caldo de pollo, 300ml
  • Aceitunas verdes o negras, 6
  • Harina, 1 cucharada
  • Perejil fresco, 1 cucharada
  • Aceite de oliva virgen extra, 30ml
  • Sal y pimienta negra, c/s
  • Cuscús aliñado con perejil, opcional para servir al lado

Paso 1

Dorar el pollo troceado en una cazuela con aceite de oliva.

Paso 2

Hacer un sofrito con el ajo, la cebolla y la zanahoria.

Paso 3

Volver a incorporar el pollo, añadir las especias, zumo de naranja y el caldo y dejar cocinar.

Paso 4

Terminar con las frutas y los frutos secos y las aceitunas.

Paso 5

Servir con un poco de cuscús al lado.

Paso 1

Lo primero que tendremos que hacer para cocinar estos muslos de pollo en salsa marroquí será separar los muslos de los contramuslos, troceando los contramuslos a la mitad, dejando su hueso.

Paso 2

En una olla donde haremos el guiso, se dora el pollo con aceite de oliva y un poco de sal, a fuego fuerte hasta que quede dorado por todas partes. Una vez esté dorado lo retiraremos a un plato. 

Paso 3

En ese mismo aceite será el momento de dorar el ajo finamente picado, la cebolleta y la zanahoria, cortado todo lo más pequeño posible. Para este corte nos podemos ayudar con un robot cortador, teniendo cuidado de no pasarse de triturado para no hacer un puré. Pocharemos todo con un poco de sal durante 5-7 minutos hasta que se quede bien tierno. 

Paso 4

Una vez todo esté bien pochado será el momento de añadir la harina y tostarla ligeramente. Si necesitamos más aceite será el momento de incorporarlo justo antes de añadir las especias, la ralladura de naranja y también el zumo de la misma. Dejaremos que todo reduzca a fuego suave durante un par de minutos y entonces añadiremos el caldo de pollo. 

Paso 5

Introducimos de nuevo el pollo al guiso y también las aceitunas troceadas o enteras y dejaremos cocinar a fuego mínimo durante 40 minutos, para que el pollo se haga muy poco a poco, lentamente, para que quede jugoso y muy tierno, que se despegue la carne del hueso. 

Paso 6

Diez minutos antes de terminar el guiso añadiremos las frutas y los frutos secos a nuestro guiso de muslos de pollo a la marroquí que terminaremos con un poco de perejil troceado y podremos acompañar con un poco de cuscús. 

Sugerencias y alternativas

Este plato se puede hacer sustituyendo las frutas y los frutos secos por los que tengamos a mano. Pueden aparecer los dátiles, las pasas, las ciruelas, las nueces, los orejones, las macadamias...¡al gusto de cada uno! Podríamos añadir también unas gotas de agua de rosas, muy común en la gastronomía marroquí y podríamos también preparar este guiso con otras especias como con una mezcla de ras-al-hanout o nuez moscada.

El cuscús, hidratado con el mismo caldo de pollo y añadiendo en él un poco de mantequilla para mantecarlo podrá ser el acompañamiento o quedarse postrado justo debajo de los muslos de pollo para que se bañe automáticamente con la misma salsa. Podríamos también triturar la salsa antes de introducir el pollo, si no queremos tropezones. y si la vemos muy líquida ayudarnos con un poco de fécula de maíz (la maicena de toda la vida) para que espese ligeramente.