Un paciente con Covid-19 en la UCI.

Un paciente con Covid-19 en la UCI. iStock

Salud Investigación

El 'fallo genético' en el sistema inmune que provoca hasta un 20% de las muertes por Covid-19

Dos estudios determinan que este defecto del sistema inmune está más presente en pacientes hombres y aumenta con la edad.

19 agosto, 2021 16:50

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Defectos en el gen TLR7 en personas menores de 60 años y la presencia de autoanticuerpos contra los interferones de tipo I en los más mayores incrementan la gravedad de la Covid-19, según dos estudios internacionales en los que ha participado el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

En realidad, este gen no es la primera vez que se convierte en noticia. Ya en julio del año pasado, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Radboud apuntaron que los factores genéticos tenían un papel clave en el compromiso de su sistema inmune. Y no se equivocaron, porque los resultados de su investigación, publicados en la revista JAMA, arrojaron que el gen TLR7 era un actor esencial en la respuesta inmunológica contra el Sars-Cov-2.

Ahora, los estudios, liderados por la Universidad Rockefeller de Nueva York y el Hospital Necker-Enfants Malades de París, se publican hoy en la revista Science Immunology. El primero de ellos establece que los pacientes con mutaciones o deficiencias en el gen TLR7 tienen más posibilidades de contraer un diagnóstico de Covid-19 grave o crítico, especialmente en los hombres menores de 60 años.

El TLR7 es un gen del sistema inmunitario que contribuye a producir interferones de tipo I (IFN-I), claves para dar una respuesta inmunitaria contra el SARS-CoV-2, por lo que si sufre un defecto aumenta las posibilidades de presentar un diagnóstico grave.

"Hemos visto que estos errores genéticos aparecen sobre todo en pacientes más jóvenes, de menos de 60 años", ha concretado Pere Soler-Palacín, jefe de la Unidad de Patología Infecciosa e Inmunodeficiencias de Pediatría del Hospital Vall d'Hebron.

Además, el TLR7 es un gen que está en el cromosoma X y por ello tiene un papel en hombres y sólo ocasionalmente en mujeres, lo que podría explicar el peor pronóstico de la Covid-19 en los varones respecto a las féminas. El estudio analizó a 1.202 pacientes, 20 de los cuales, de entre 7 y 71 años, presentaron deficiencias en el TLR7 y no habían sufrido diagnósticos o enfermedades graves previas.

El segundo trabajo partía de la experiencia de que la edad es el principal factor de riesgo para padecer Covid-19 y de los datos que demuestran que el riesgo de hospitalización y muerte por neumonía se duplica cada 5 años. Pues bien, se ha confirmado que este incremento en el riesgo se explica, al menos en parte, por la presencia de autoanticuerpos contra IFN de tipo I, es decir, el desarrollo de una respuesta autoinmune contra los interferones de tipo I propios.

Los resultados muestran que, en global, un 13,6% de los pacientes con Covid-19 tienen este tipo de autoanticuerpos, un porcentaje que aumenta hasta el 20% en pacientes mayores de 80 años con esta condición.

"Estos autoanticuerpos pueden explicar el incremento del riesgo para Covid-19 grave y demostramos que lo hacen especialmente en el caso de las personas mayores", según Roger Colobran, jefe del Grupo de Investigación en Inmunología Diagnóstica del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR).

Según Colobran, estos autoanticuerpos son una causa y no una consecuencia de la infección por SARS-CoV-2, y en menores de 70 años, entre un 0,17 y un 1,1 % de las personas tienen autoanticuerpos y, en mayores de 70, se encuentran en entre un 1,4 y un 4,4 %, mientras que entre 80 y 85 años se observa un incremento de entre un 4,2 y un 7,1 %.

"Con la edad, el sistema inmunitario va envejeciendo: es lo que se conoce como inmunosenescencia. Esto hace que sea más probable que aparezcan fenómenos de autoinmunidad como este", ha puntualizado Soler-Palacín.

Para este análisis, los investigadores estudiaron muestras de sangre de 3.595 pacientes hospitalizados por Covid-19 crítica, 623 pacientes graves, 1.639 pacientes con infección leve o asintomática y 34.159 individuos sanos para estudiar si tenían este tipo de autoanticuerpos.

Los autores de los dos trabajos han insistido en la importancia de conocer los factores que influyen en la respuesta ante el SARS-CoV-2 y esperan que abra la puerta a terapias dirigidas en función del perfil de cada paciente.