Congelar el pan es una práctica muy extendida

Congelar el pan es una práctica muy extendida

Nutrición

Ni congelado ni fresco: este es el único pan que ayuda a adelgazar según los expertos en España

Existen motivos para pensar que esta estrategia puede ayudarnos a perder peso, pero la ciencia dice que depende de diversos factores.

3 mayo, 2024 11:19

Las redes sociales se han convertido en plataformas donde proliferan una amplia gama de opiniones, algunas sensatas y otras cuestionables. Un nuevo ejemplo es este vídeo de TikTok que ha captado la atención al afirmar de manera contundente que congelar el pan puede mejorar su valor nutricional e incluso contribuir a la pérdida de peso. Pero, ¿existe fundamento científico detrás de esta afirmación?

Efectivamente, puede haber un argumento válido basado en la transformación que experimenta el pan cuando se congela. Según algunos estudios, el proceso de congelación y descongelación puede convertir los almidones del pan en una forma conocida como almidón resistente. Se vuelve más difícil de metabolizar, reduciendo los niveles de azúcar en la sangre y ayudando a controlar el peso.

Sin embargo, es necesario examinar este fenómeno desde una perspectiva científica y equilibrada. Si bien es cierto que la congelación del pan puede alterar su estructura molecular y crear almidón resistente, los beneficios de este proceso en términos de pérdida de peso son menos claros de lo que sugieren algunos influencers de las redes sociales. Los factores involucrados son múltiples.

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Diferentes efectos según el tipo de pan

Un estudio de 2008 realizado con diez individuos sanos ha proporcionado una perspectiva invaluable sobre este tema. En particular, se centró en analizar el efecto de congelar pan blanco y luego tostarlo, comparando las características entre panes comprados en tiendas y pan casero. Los resultados obtenidos son de particular interés, ya que arrojan luz sobre la veracidad de la afirmación lanzada en el vídeo de TikTok.

Es cierto que congelar y descongelar pan casero redujo en un 31% la cantidad de azúcar en la sangre en un período de dos horas. Además, se descubrió que tostar pan fresco también redujo el aumento de glucosa en un 25%. Sin embargo, el efecto fue aún más pronunciado cuando el pan casero fue congelado, descongelado y luego tostado, lo que resultó en una reducción del 39% en la respuesta de azúcar en sangre. Este hallazgo sugiere que congelar y tostar el pan casero podría tener implicaciones importantes para el control del hambre y la gestión del peso.

Sin embargo, el panorama cambió radicalmente cuando el protagonista del experimento fue el pan blanco comercial. En este caso, congelar el pan antes de tostarlo no mejoró la respuesta del azúcar en sangre del cuerpo. Esta disparidad en los resultados podría reflejar las diferencias en la forma en que se elabora. Factores como los ingredientes utilizados o el proceso de cocción y enfriamiento pueden influir en la capacidad del pan para formar almidón resistente.

Los beneficios del almidón resistente

El almidón resistente ha sido objeto de numerosas discusiones en términos de sus beneficios para la salud. Desde su descubrimiento, se ha investigado exhaustivamente su impacto en el organismo humano, generando un amplio espectro de opiniones y teorías. Aunque en ocasiones se le atribuyen más beneficios de los que realmente tiene, es fundamental entender cómo este componente puede influir en nuestro bienestar y qué implicaciones tiene a largo plazo.

La salud de la microbiota es un aspecto crucial. El almidón resistente actúa como un prebiótico, nutriendo las bacterias intestinales beneficiosas. Dado que una microbiota equilibrada desempeña un papel fundamental en el sistema inmunológico, la nutrición y la protección contra enfermedades, el consumo de almidón resistente puede influir en la composición de grupos microbianos productores de butirato.

También tiene efectos en los índices glucémicos. La fermentación del almidón resistente en el intestino grueso genera ácidos grasos de cadena corta y otros metabolitos que mejoran la sensibilidad a la insulina y contribuyen a una menor elevación de la glucosa en sangre. Además, el almidón resistente proporciona una sensación de saciedad tanto a corto como a largo plazo. Esto puede ser beneficioso en los esfuerzos de pérdida de peso, ya que reduce la velocidad de vaciamiento gástrico y mantiene niveles estables de glucemia.

Mejor pan integral

Como hemos visto, según los resultados del estudio, congelar el pan es positivo siempre que se trate de pan casero. Pero no todo el mundo tiene la posibilidad, al menos en el día a día, de disfrutar de este tipo de pan. Por eso, es importante conocer cuáles son los más saludables para escoger bien en la panadería o el supermercado. 

Una opción muy recomendada es el pan integral, con un mínimo del 80% de grado de extracción de harina, como explicamos en EL ESPAÑOL. Este tipo de pan no solo ofrece una digestión más compleja, sino que también es más nutritivo debido a su alto contenido de fibra, vitaminas y minerales, lo que contribuye a una mayor sensación de saciedad y a un mejor control del azúcar en sangre. Además, optar por pan integral elaborado con levadura de masa madre en lugar de levadura química puede aumentar aún más sus beneficios para la salud.

Otra alternativa es la elección de panes que reemplazan los ingredientes tradicionales por opciones más saludables. Por ejemplo, algunos panes están elaborados con harina de legumbres como base, lo que les permite aprovechar los beneficios inherentes de estos alimentos. Este tipo de pan busca contrarrestar los efectos negativos de la harina de trigo refinado al preservar su contenido nutricional esencial, proporcionando una opción más saludable y funcional.