Un puesto de venta de frutas.

Un puesto de venta de frutas. Carlos Luján / Europa Press

Nutrición

La fruta tropical en España que es una bomba de nutrientes, reduce el colesterol y adelgaza

Originaria del sur de Asia, ha ido expandiéndose y adaptándose por todo el mundo, convirtiéndose en un alimento cada vez más popular.

28 abril, 2024 01:57

El mango es esa fruta exótica (aunque cada vez más habitual en las fruterías) y vibrante originaria del sur de Asia, que ha trascendido las barreras geográficas para enraizarse en las cocinas y culturas de todo el mundo.

Desde los verdes valles del subcontinente indio hasta los trópicos de América y África, ha sido venerado no solo por su dulzura y textura sino también por su impresionante perfil nutricional.  

El viaje de esta fruta comenzó hace miles de años en las selvas del sur de Asia, donde fue cultivado por primera vez. Rápidamente se convirtió en un elemento esencial de la dieta local y un símbolo de vida en las antiguas escrituras indias, los Vedas.

[La nueva fruta que arrasa en Mercadona: baja el azúcar en sangre y está cargada de fibra]

Con el tiempo, su cultivo se expandió, llegando a África y América del Sur a través de las rutas comerciales y distintos exploradores. En cada nuevo territorio, fue adoptado y adaptado a las costumbres culinarias locales, convirtiéndose en un alimento básico en una variedad de platos, desde ensaladas hasta postres.

Uno de los atributos más destacados del mango es su capacidad para apoyar la salud digestiva. Esta fruta es rica en enzimas digestivas como la amilasa, que descomponen los almidones en azúcares más simples, facilitando así la digestión.

Por ejemplo, según un estudio del International Journal of Food Sciences and Nutrition, estas enzimas hacen que el mango sea particularmente beneficioso para las personas con dificultades digestivas, ayudando a optimizar la absorción de nutrientes y aliviar problemas de digestión.

Beneficioso para la piel

También ayuda a perder peso por su alto contenido de fibra que ayuda a promover la sensación de saciedad, lo que puede reducir el consumo general de calorías al hacer que las personas se sientan llenas por más tiempo y así disminuir la ingesta de otros alimentos.

Más allá de este beneficio, ofrecen otros significativos para la piel gracias a su alto contenido de vitaminas A y C. Estas vitaminas son cruciales para la reparación y mantenimiento de este órgano, protegiéndolo contra el daño solar y fomentando la cicatrización de heridas.

Un beneficio que ha llegado a constatarse en mujeres posmenopáusicas, tal y como revela un estudio en el Journal of Dermatological Science que demuestra cómo los compuestos derivados de la vitamina A presentes en los mangos pueden combatir los efectos del envejecimiento y los daños ambientales, subrayando el papel de esta fruta en la dermatología nutricional.

[La fruta que todos toman en España sin saber que es un fruto seco: reduce el colesterol y baja el azúcar]

Los antioxidantes presentes en este alimento, como los polifenoles y las vitaminas C y E, juegan un papel esencial en la prevención de enfermedades crónicas. Estos neutralizan los radicales libres, que son moléculas dañinas que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas y cáncer.

De hecho, investigaciones publicadas en el Journal of Agricultural and Food Chemistry indican que el consumo regular de mangos puede reducir significativamente el estrés oxidativo, ofreciendo una protección potente contra diversas condiciones patológicas.

Además, también contiene mangiferina, un potente antiinflamatorio que puede ser especialmente útil en el tratamiento de condiciones inflamatorias como la artritis. Es por eso que se han realizado distintas investigaciones sobre su poder antinflamatorio como la publicada en Biochemical Pharmacology que sugiere que la mangiferina inhibe la producción de mediadores inflamatorios, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación asociados con enfermedades inflamatorias crónicas.

Beneficios para el corazón y la vista

En el ámbito cardiovascular, los mangos son beneficiosos debido a su alto contenido de potasio y magnesio, que son esenciales para la salud del corazón. Un estudio del American Journal of Clinical Nutrition apunta que estos minerales ayudan a regular la presión arterial y a prevenir enfermedades cardíacas, destacando la importancia del mango en una dieta saludable para el corazón.

Esta fruta también puede influir positivamente en el manejo de la diabetes tipo 2. Su fibra y mangiferina moderan los niveles de glucosa en sangre y esta propiedad puede ayudar a mejorar los perfiles de glucosa en personas con obesidad.

Incluso la visión puede beneficiarse enormemente del consumo de mango, debido a su riqueza en vitamina A y zeaxantina. Estos nutrientes, concentrados en la retina, protegen los ojos de la degeneración macular, tal como demuestran distintos estudios en Archives of Ophthalmology. Esta protección es vital para prevenir una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores.

Además, fortalece el sistema inmunológico gracias a su alta concentración de vitamina C. Una vitamina es esencial para la defensa del cuerpo contra infecciones. Esta fruta es tan increíble que incluso tiene un impacto positivo en la salud mental y el peso corporal.

La fibra en los mangos promueve la saciedad, ayudando a controlar el peso, mientras que los antioxidantes pueden mejorar la función cognitiva y el ánimo, según el Journal of Neurology, Neurosurgery, and Psychiatry. Estos efectos combinados ilustran cómo el mango no solo nutre el cuerpo, sino que también nutre la mente, consolidándose como un superalimento en la dieta moderna.