Los barcos de emergencia trabajando cerca de la sección colapsada del puente Francis Scott Key.

Los barcos de emergencia trabajando cerca de la sección colapsada del puente Francis Scott Key. Reuters

EEUU

La tripulación del Dali, 50 días atrapados en el barco tras estrellarse contra el puente de Baltimore

Se les confiscaron sus móviles, por lo que no pueden acceder a sus cuentas bancarias. Los navegantes no tienen visado para acceder a tierra estadounidense.

17 mayo, 2024 02:57

Sin sus teléfonos móviles, con explosiones al lado, angustia por las facturas y con la moral baja. Así ha vivido los últimos días la tripulación del barco MV Dali, el barco portacontenedores que se estrelló contra el puente de Baltimore el pasado 26 de marzo. Desde entonces han pasado 51 días que los 21 supervivientes del accidente han pasado en el interior del navío. 

"Aunque algunos miembros de la tripulación se las arreglan, la moral ha bajado", señalan en un comunicado dos sindicatos que representan a los navegantes.

Los marineros no pueden desembarcar por restricciones del visado y por las investigaciones tanto del FBI como de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés). Sindicatos y ONGs están peleando para que puedan pisar tierra cuanto antes, aunque sea con vigilancia.

[El tráfico del puente de Baltimore fue cortado gracias a una alerta del carguero: "Salvó vidas"]

Además, las 21 personas a bordo tienen que seguir cumpliendo con su trabajo para que el barco pueda seguir operativo. El objetivo es que termine de ser reflotado esta misma semana e intente recorrer los 3,7 kilómetros que les separan del puerto de Baltimore. 

Esta misma semana, los 20 indios y el ciudadano de Sri Lanka que continúa a bordo han visto cómo se colocaban explosivos estratégicamente para practicar una demolición controlada que destruyese la estructura del puente que continuaba sobre la cubierta del barco.

Pero las explosiones simplemente se añaden a los problemas que la tripulación viene sufriendo desde que se estrellaron con el icónico puente el pasado 26 de marzo. Tras el accidente, el FBI les confiscó sus teléfonos móviles personales para que entrasen a formar parte de la investigación. Aunque se les ha proporcionado nuevos dispositivos, los navegantes afirman que no han podido acceder a su agenda de contactos o acceder a la banca online para pagar sus facturas.

"No pueden contactar con las personas que necesitan, o ni siquiera mirar las fotos de sus hijos antes de irse a dormir. Es una situación realmente triste", señala Joshua Messick, director ejecutivo de una ONG que vela por el derecho de los marineros.

[Así era la estructura del puente que ha colapsado en Baltimore: tan resistente que la usan los militares]

A los inconvenientes derivados de la confiscación de sus teléfonos se suma el miedo de los navegantes a que sean imputados en la investigación por colapsar y derrumbar el puente. En el accidente murieron seis operarios de la infraestructura.

En este sentido, según han anunciado las autoridades de transporte del estado de Maryland, se estima que el coste estimado de la reconstrucción del puente oscilará entre los 1.700 y los 1.900 millones de dólares, y podría terminarse hacia el otoño del año 2028, cuatro años y medio después del choque.

Avanza la investigación

La NTSB dijo en un informe preliminar difundido esta semana que aproximadamente 10 horas antes de salir de Baltimore, el Dali experimentó un apagón durante el mantenimiento en el puerto, algo que se repitió de nuevo cuatro minutos antes del impacto contra el puente.

En el último caso, saltaron los interruptores eléctricos, causando la pérdida de iluminación y de la mayoría del equipo a bordo cuando estaba a apenas 1 kilómetro del puente. Cuando se logró restaurar la energía sufrieron un nuevo apagón a unos 320 metros del puente, lo que detuvo las tres bombas de dirección, dejando al barco sin capacidad de maniobrar.

En abril, el FBI abrió una investigación criminal sobre el colapso. Los investigadores de seguridad recuperaron la "caja negra" del barco, que proporciona datos sobre su posición, velocidad, rumbo, radar, audio del puente y comunicaciones por radio, así como alarmas.

Este mes, la aseguradora del puente, Chubb, dijo que estaba preparándose para pagar 350 millones de dólares al estado de Maryland, lo que podría ser el primer gran desembolso relacionado con el colapso del puente.

Planes para la salida

Una vez explosionados los restos atascados en la cubierta, los buzos tendrán que repasar el fondo del río Patapsco para comprobar que no hay posibles restos que puedan abrir vías de agua y pueda circular. También habrá que retirar la sección de la carretera que aún cuelga de los restos del puente. Además, hay contenedores dañados que tendrán que ser asegurados o retirados.

Una vez que el navío no tenga obstáculos para moverse, y se valore si es necesario realizar un dragado, queda comprobar si puede hacerse sin destruir un gasoducto que se encuentra bajo el lecho del río y una cercana tubería de agua.

Aunque intentarán arrancar el barco, parece probable que tenga que ser arrastrado por remolcadores. Su peso en vacío es de 95.000 toneladas métricas, a lo que hay que sumar toda la carga. Los 4.500 contenedores a bordo serán retirados una vez llegue al puerto de Seagirt, a menos de cuatro kilómetros de donde se encuentra actualmente el MV Dali.