¿Sabes por qué antes las novias se casaban de negro? Te contamos su curiosa historia

En la actualidad, la elección del color del vestido de novia es una decisión personal y estilística, pero a lo largo de la historia, las tradiciones matrimoniales han dado lugar a diferentes prácticas, incluida la elección del color del atuendo nupcial. 

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Una de las costumbres más intrigantes y llenas de simbolismo es la de casarse de negro, una práctica que ha perdurado a lo largo de las generaciones. Un color especialmente común entre nuestras abuelas y que lleva consigo una rica carga simbólica y cultural.

En muchos casos, cuando pensamos en bodas, nos imaginamos a la novia caminando hacia el altar vestida de blanco, simbolizando la pureza y la nueva vida. Sin embargo, tiempo atrás, nuestras antepasadas optaban por un tono completamente diferente. Una elección aparentemente inusual que ha dejado a muchos intrigados. 

Por qué casarse de negro

La tradición de contraer matrimonio vestida de este color tiene sus raíces en el folclore y las costumbres antiguas, y su significado puede variar según la cultura y la religión. En muchas ocasiones, el negro se asocia con la protección contra la mala suerte y los espíritus. Por lo que, al casarse de negro, las novias buscaban alejar las energías negativas y asegurar una unión llena de prosperidad y felicidad. 

Otro significado asociado con el vestido negro es la idea de la transformación. En algunas culturas este color simboliza la muerte y el renacimiento. Al elegir el negro, las novias expresaban simbólicamente su disposición para dejar atrás su vida anterior como solteras, como consecuencia de unas segundas nupcias o, incluso, para quienes se casaban a una edad más tardía. 

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En la tradición occidental, el negro también ha sido un color vinculado con la elegancia y la formalidad. En siglos pasados, las bodas eran eventos más sobrios y formales, y el negro era considerado un tono apropiado para la ocasión. Las novias que optaban por este color no solo lo veían como un amuleto de buena suerte, sino también como una elección estilística que reflejaba su gusto por la distinción y la solemnidad. 

Sin embargo, esta vestimenta también era sinónimo de origen humilde, ya que se consideraba que el blanco estaba reservado para las novias de la estirpe alta de la sociedad. Fue consecuencia de los precios y de la facilidad del blanco para ser manchado con cualquier despiste. 

Qué significado tiene el blanco

Uno de los puntos de inflexión más significativos en la adopción, aparentemente definitiva, del blanco para las bodas, fue el matrimonio de la reina Victoria con el príncipe Alberto en 1840. La reina eligió un vestido blanco, una elección sorprendente en ese momento ya que era un color asociado con el luto. Generó entonces una tendencia y se estableció como el color para las novias de la alta sociedad. 

Con el paso del tiempo, la elección del blanco para los vestidos se asoció con la idea de comenzar una nueva vida con pureza y castidad. Este simbolismo incluyó en la percepción cultural del color y contribuyó a su popularidad. 

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Otra de sus causas, fueron los avances de la tecnología textil que permitieron una producción más accesible a tejidos blancos, disminuyendo su coste y haciéndolo accesible para gran parte de la población. 

Junto a ello, los medios de comunicación y la industria de la moda también fueron protagonistas de esta transición. Las imágenes de novias famosas vistiendo de blanco en revistas y películas contribuyeron a consolidar la asociación del blanco con la imagen clásica de la novia. 

A medida que avanza el tiempo, las tradiciones evolucionan y adquieren nuevos significados. Actualmente, casarse de negro puede ser vista como una forma de homenajear las raíces y la historia, así como una expresión de individualidad en un mundo cada vez más diverso y globalizado.