¿Un increíble restaurante con un espléndido hotel o un increíble hotel con un espléndido restaurante? Atrio, el proyecto de Toño Pérez y José Polo en la ciudad de Cáceres, tiene lo mejor de ambos mundos (el de la restauración y el de la hostelería) para ser considerado un destino en sí mismo.
Por un lado, es uno de los 16 restaurantes con tres estrellas Michelin de toda España y, por otro, es uno de los cinco hoteles con tres llaves Michelin del país, una distinción lanzada por la Guía en abril de 2024 para destacar los mejores alojamientos.
Pero la excelencia de Atrio no necesita ser señalada por ningún dedo experto: salta a la vista, cae por su propio peso. Desde el momento en que pones un pie en la recepción del hotel-restaurante sabes que estás en un lugar único.
Atrio nació en 1986 como establecimiento gastronómico y no fue hasta 2010 que comenzó a ofrecer estancias de lujo en un nuevo edificio diseñado por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla, artífices también de obras como la Galería de las Colecciones Reales de Madrid y el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León.
Este espacio, además del restaurante y la mediática bodega, alberga 14 habitaciones de cuatro tipos (Doble Superior, Junior Suite, Junior Deluxe y Suite Superior) y una piscina en la azotea para los huéspedes.
La entrada a Casa Palacio Paredes Saavedra.
No contentos con este brillante update, en 2022 José y Toño inauguraron otras 11 nuevas suites en un histórico palacio contiguo al que bautizaron con el nombre de Casa Palacio Paredes Saavedra.
El palacete, construido entre los siglos XV y XVI, fue rehabilitado por Emilio Tuñón junto a Carlos Martínez-Albornoz, con quien también ideó una de las joyas turísticas de Cáceres: el Museo Helga de Alvear, a cinco minutos andando de Atrio.
Como explican desde Atrio, la intervención estuvo basada "en el respeto a la estructura original del edificio histórico, con la incorporación de una arquitectura de carácter contemporáneo que, como si se tratara de una vestimenta interior, va cubriendo las superficies existentes mediante bóvedas encamonadas de madera en la planta baja, y artesonados, también de madera, en las dos plantas superiores".
La gran habitación de Atrio, el hotel del 3 estrellas Michelin de Cáceres
A modo de curiosidad, cabe mencionar que la casa de los Paredes-Saavedra tiene restos de una torre desmochada (sin parte superior defensiva) por orden de Isabel la Católica como parte de una estrategia para tratar de pacificar Cáceres, debido al enfrentamiento de sus principales familias durante la Guerra de Sucesión Castellana.
Así, las casas pasaron de ser palacios-fortaleza a convertirse en edificios más abiertos al exterior y con menor capacidad defensiva y militar.
Las 11 formas del lujo
La casa-palacio cuenta con 11 suites de lujo distribuidas en tres plantas e ideadas con un gusto exquisito que cautiva a cualquier amante del interiorismo y la decoración, con un precio de 550 € a 3.200 €.
La 'suite' con los 'Caprichos' de Goya.
En todas ellas hay obras de arte de la colección personal de José y Toño, destacando la habitación que luce múltiples grabados de los Caprichos de Goya (también encontramos algunos en el hall, al lado del ascensor), y el cuarto del ático con unas increíbles piezas en blanco y negro de Antonio Saura.
En la habitación más espectacular de la planta baja, la Signature Suite (de 110 m², dividida en tres espacios separados), sorprende un enorme piano de cola de 1860 ubicado en mitad de la estancia, un Érard, de los primeros fabricantes franceses de pianos a gran escala, idéntico a uno de los que tenía el compositor Richard Wagner. También destacan sus bóvedas cubiertas de madera hechas a mano, pieza a pieza, y el gran ventanal con vistas al patio.
La 'Signature Suite', con piano de cola al fondo.
La fascinación de esta icónica pareja por lo artístico también se evidencia en algunos de los libros que encontramos en las suites, como el de Conversaciones con Marcel Duchamp del historiador Pierre Cabanne, o el poemario Mundo que abre lejanías, del Premio Cervantes José Hierro.
Por si todo esto fuese poco, la experiencia en Casa Palacio Paredes Saavedra se puede completar con el desayuno que sirven en el restaurante Michelin, un menú que incluye ensalada de frutas con yogur, bocadillito de jamón de la Dehesa, mermeladas, croissants y unas inesperadas migas extremeñas con huevo para empezar el día con energía.
Año tras año, Atrio se reafirma como un ejemplo radiante de 'hospitalidad total', combinando confort, alta cocina, diseño y arte. Una propuesta transversal extremadamente cuidada que no deja a nadie indiferente. Para repetir una y otra vez.