
Braga
Braga es una ciudad fascinante de gran belleza y riqueza patrimonial que combina tradición e innovación
Esta ciudad tiene una larga historia, pero a la vez es bastante moderna.
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Fundada por los romanos en el año 16 a.C. bajo el nombre de Bracara Augusta, es la ciudad más antigua de Portugal, lo que le otorga un gran patrimonio histórico que impresiona a cualquiera. Aunque Braga no destaca solamente por su historia, sino también por su atmósfera moderna y vibrante que la convierte en una ciudad llena de vida y cultura.
Braga dispone de lugares que, por su intrínseca devoción y belleza, se imponen como puntos de referencia y visita obligatoria. El Santuario de Sameiro, el Bom Jesús y la Falperra, todos ellos con una atractiva base religiosa, están rodeados de espacios verdes fascinantes y paisajes paradisíacos. Con más de 30 iglesias le granjearon el apodo de «Roma portuguesa», convirtiéndola en uno de los principales centros religiosos de Portugal. Con una historia que se remonta a los romanos, pueblo al que se le atribuye su fundación y que dejó inmensos vestigios en la ciudad.
Santuario del Bom Jesus do Monte, es el monumento más visitado de la ciudad y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Situado a 5 kilómetros del centro histórico, en la cima de una colina, este complejo está formado por una iglesia de estilo neoclásico y una espectacular escalinata barroca, además de ser uno de los centros de peregrinaje más importantes del país.
El Centro histórico. Pasear por la Rua do Souto que cruza el casco histórico, desde el Arco da Porta Nova hasta la Plaza de la República. El Arco da Porta Nova que tiene sus orígenes en una antigua puerta medieval, fue reconstruido en el siglo XVIII en barroco y destaca por el estilo escudo de armas del arzobispo José de Bragança. Mientras que la Plaza de la República con una bonita arcada, es el punto de partida de las principales calles de la ciudad. Además, tiene varios edificios interesantes como el Convento de los Congregados, la Iglesia de Nuestra Señora de Lapa y la Torre de Managem, que son los restos de un antiguo palacio medieval. La Avenida de la Libertad en la que se encuentran elegantes edificios como el magnífico Teatro Circo.
El Jardín de Santa Bárbara, situado en pleno centro histórico, junto al Palacio Episcopal, es uno de los lugares con más encanto que ver en Braga. Estos jardines públicos del siglo XVII, enamoran por sus estrechos senderos rodeados de flores de colores y plantas con formas originales, que convergen en una fuente central coronada por una estatua de Santa Bárbara.
El Santuario de nuestra Señora de Sameiro. Este templo mariano que atrae a muchos peregrinos, fue construido en el siglo XIX en estilo neoclásico y se encuentra rodeado por un jardín con fuentes, capillas y otros edificios religiosos. En el interior se encuentra la magnífica escultura del santo patrón y un tabernáculo de plata situado en el altar mayor. Aunque su valor histórico y artístico no es tan valioso como el de otras iglesias, su entorno y sus increíbles vistas de toda la región, al estar situado en la cima de un monte, lo convierten en otro imprescindible que visitar Braga.
Entre otras iglesias que conocer, se encuentra la Iglesia de la Santa Cruz: en su fachada barroca se encuentran escondidos tres gallos esculpidos en piedra y en el interior, un precioso púlpito. Iglesia do Pópulo: este templo de fachada neoclásica, tiene un bonito interior decorado con azulejos en azul y blanco. Iglesia de la Misericordia: construida en 1562, destaca por elementos arquitectónicos renacentistas en la fachada, mientras que en el interior se encuentra una preciosa talla barroca y un techo de madera pintado.

Santuario de Sameiro
El Museo Arqueológico D. Diogo de Sousa, situado al lado de las Termas Romanas do Alto Cidade, alberga una importante colección de piezas de la historia de la ciudad y es otro de los lugares que ver en Braga más interesantes. Un recorrido por sus 4 salas te llevará desde el Paleolítico y la Edad de Bronce, hasta la época romana, etapa en que la ciudad era conocida como Bracara Augusta, en honor al emperador Augusto.
Otro de los mejores museos que ver en Braga es el de Biscainhos, ubicado en un antiguo palacio barroco del siglo XVI y que tiene una importante colección de arte de los siglos XVII y XVIII, que incluye mobiliario, porcelana china, pinturas, platería y cerámica, entre otros objetos decorativos. La Casa do Raio o Casa do Mexicano. Este palacio, construido entre 1752 y 1755 por el arquitecto André Soares, está situado entre los mejores ejemplos de arquitectura rococo de Europa. En el siglo XIX se le añadieron los característicos azulejos portugueses en la fachada, que junto a la detallada decoración de ventanas y balcones, la han convertido en uno de los edificios más bonitos de la ciudad. Además de admirar su fachada, puedes visitar su interior que alberga una colección de la Santa Casa da Misericordia de Braga.
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