Vistas desde el paseo en barco por Arribes del Duero.

Vistas desde el paseo en barco por Arribes del Duero.

Viajes

Los fiordos españoles están en Salamanca y Zamora: el Parque Natural de Arribes del Duero

Se trata de uno de los parajes naturales más sorprendentes que se pueden encontrar en la Península Ibérica.

25 julio, 2022 11:30

El Parque Natural de Arribes del Duero, conocido como los fiordos castellanos o los fiordos de España, se encuentra en la parte noroeste de la provincia de Salamanca y sudoeste de la de Zamora, haciendo frontera con Portugal, y es uno de los parajes naturales más sorprendentes que se pueden encontrar en la Península Ibérica.

Es un lugar en el que se definen las depresiones geográficas que forman los ríos y generan una gran riqueza medioambiental, histórica y cultural un tanto desconocida en el panorama nacional. Ésta también es una tierra de vinos, de queso y de aceite, además de naturaleza en estado puro y también de pequeños pueblos con un encanto especial.

Este parque natural se extiende sobre unas 100.000 hectáreas y junto con los parques naturales portugueses colindantes han sido declarados Reserva de la Biosfera Transfronteriza por la Unesco. Es un lugar inhóspito en el que el río Duero serpentea entre las escarpadas paredes de piedra que conforman las montañas, de ahí que se pueda disfrutar de una gran magnitud y belleza natural a través de un recorrido en barco, aunque también se puede hacer por tierra con una moto o a pie, tomando alguno de los senderos que transcurren por las hoces del Duero.

Zona de Arribes del Duero.

Zona de Arribes del Duero.

No obstante, la mejor forma de disfrutar de los Arribes del Duero es a través de la excelente red de miradores y senderos que hay por todo el territorio. El mirador del Picón de Felipe es probablemente el más famoso de todos ellos. Está compuesto de varios puntos de observación, pero particularmente los mejores están situados abajo.

Cerca de este se encuentra el mirador del Fraile, situado al final de la carretera y con un punto de observación que no suele estar muy concurrido, como sí pasa en algunos puntos del anterior. Para apreciar el meandro del Duero hay que subir hasta el mirador del mismo nombre o también conocido como el Meandro la Perdiz, que se encuentra a unos ocho kilómetros al norte de Fermoselle.

Uno de los mejores miradores para ver el atardecer es el mirador del Castillo de Fermoselle, desde donde se ofrecen unas vistas espectaculares que en los últimos minutos de sol del día se recrea un escenario de ensueño.

Navegación en el río Duero.

Navegación en el río Duero.

Otro de los grandes atractivos de los Arribes del Duero es la relativa facilidad con la que se pueden avistar especies de aves protegidas: buitres leonados, águilas reales, cigüeñas negras, cormoranes y búhos reales, entre otros muchos.

Tierra del vino

Entre los pueblos de esta zona que hay que visitar destaca Fermoselle, conocido como el pueblo de las mil bodegas. El vino es un producto protagonista en toda la ribera del Duero, que en sus 900 kilómetros desde Soria hasta Oporto se encuentran las viñas que dan origen a los vinos de Denominación de Origen Ribera del Duero.

En este sentido, destaca Fermoselle, donde el vino se ha conservado tradicionalmente en el subsuelo para protegerlo y envejecerlo, lo que ha dado lugar a un gran entramado de galerías que se han convertido en seña de identidad y patrimonio del pueblo.

Uvas en un viñedo.

Uvas en un viñedo.

Algunas de estas bodegas subterráneas todavía están en uso y datan del siglo X, y también se pueden visitar e incluyen la cata de algunos de sus vinos.

En Fermoselle hay más puntos de interés que merecen una visita. Así, destacan la Puerta del Arco, la iglesia de Santa Colomba, la Plaza Mayor de Fermoselle y el Castillo de Doña Urraca. Aunque el castillo se encuentra en ruinas, tiene un excelente mirador hacia el río Duero, que se alza como un punto espectacular para disfrutar del atardecer. Otro mirador cercano al pueblo es el mirador de las Escaleras, a unos tres kilómetros, desde donde se ofrecen unas vistas fascinantes.

Paseo en barco

Para apreciar la envergadura y majestuosidad de la ribera del Duero se puede hacer un paseo en barco para admirar desde lo más bajo las paredes de granito y la vegetación que puebla la zona. Los cruceros por los Arribes del Duero salen de varios puntos, como Aldeadávila de la Ribera, donde se encuentran algunos de los acantilados más altos, o también desde Mirando do Duero o Vilvestre.

Dependiendo del mes tienen unos horarios u otros, pero en el barco va un guía que da algunas explicaciones sobre los Arribes del Duero, la fauna y las costumbres de los habitantes de la zona.