Estragos que ocasionó la dana en el municipio de Paiporta. Rober Solsona / Europa Press
Albal, Massanassa, Aldaia, Sedaví... Varios municipios de la dana prohíben ya convertir las plantas bajas en viviendas
Los municipios buscan evitar nuevas tragedias ante futuras inundaciones y contemplan el cambio normativo como "temporal".
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Los ayuntamientos de varios municipios afectados por la dana han aprobado en las últimas semanas cambios en su planificación urbanística con el objetivo de evitar que, ante una nueva riada, vuelvan a producirse los daños personales y materiales que dejaron las inundaciones del pasado 29 de octubre.
El último en hacerlo ha sido Sedaví, cuya Junta de Gobierno Local aprobó el pasado 1 de agosto la prohibición de convertir los bajos comerciales de todo el término municipal en viviendas.
La suspensión, publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) este martes, establece que los propietarios de plantas bajas o bajos comerciales, tanto si se vieron afectados por la dana de octubre, como si no, no podrán reconvertirlos al uso residencial.
Eso sí, con una excepción: si pueden garantizar que los dormitorios se situarán a partir de las primeras plantas, el Ayuntamiento sí que concederá la licencia para acometer tal cambio.
El acuerdo del gobierno de Sedaví se aplicará a todas las solicitudes que se presenten a partir de ahora. Sin embargo, no afectará a las peticiones que fueron registradas con anterioridad a la aprobación de esta medida si cuentan con los requisitos y documentación necesaria. En definitiva, no tendrá carácter retroactivo.
El texto, conviene apuntar, señala que la medida tiene carácter temporal, pero no especifica hasta cuándo. "Se mantendrá en vigor durante el tiempo necesario", señala, hasta que se complete la remodelación del plan urbanístico de la localidad.
Una reforma que el consistorio, en manos del PSOE, ha decidido acometer ante un contexto de cambio climático en el que las danas de septiembre y octubre son cada vez más virulentas.
El debate sobre si las localidades afectadas por la barrancada del Poyo debían o no cambiar sus planes urbanísticos se puso sobre la mesa apenas poco después de ocurrir la catástrofe.
En la presentación de la fase de diagnóstico, el propio vicepresidente segundo para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, puso sobre la mesa que uno de los factores que había condicionado el impacto generado por la riada fue el crecimiento urbanístico vivido en las últimas décadas en estos municipios.
Francisco José Gan Pampols. José Cuéllar / Corts Valencianes
La impermeabilización de las calles, consecuencia de numerosas actuaciones, contribuyó a la crecida de la avenida de agua, dado que el asfaltado impedía la filtración del agua.
Gan Pampols instó a reflexionar sobre la posible reforma de los planes urbanísticos de los municipios de l'Horta Sud: Paiporta, Aldaia, Albal, Sedaví, Alfafar, Benetússer, Massanassa, Catarroja... en definitiva, la zona cero.
Y el acuerdo aprobado ahora por Sedaví demuestra que los municipios han tomado nota de lo ocurrido. Sedaví, sin embargo, no ha sido el único en hacerlo. El primero fue Albal, que el pasado mes de junio ya aprobó por unanimidad en un pleno suspender las licencias para cambios de uso.
Desde entonces, un total de 15 calles tienen prohibido convertir locales en viviendas. Y tampoco está permitido construir nuevas a nivel de calle. El objetivo, como en Sedaví, no es otro que evitar que las casas puedan convertirse en un callejón sin salida para los propietarios ante futuras inundaciones.
También Massanassa ha acometido cambios en las normas urbanísticas de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El pasado 21 de julio sacó a exposición pública las modificaciones propuestas como consecuencia de la dana.
Entre las medidas más relevantes, se encuentra restringir la construcción de viviendas en plantas bajas salvo que estén conectadas con pisos superiores por el interior y siempre y cuando los dormitorios se encuentren a más de 3 metros de altura sobre la acera.
"Las nuevas viviendas que se construyan deben encontrarse en una cota que no pueda alcanzar el agua", recogía el informe técnico de la resolución. En este municipio, conviene recordar, el agua superó las cotas previstas en los mapas oficiales de inundabilidad tanto del Ministerio de Transición Ecológica como de la Conselleria de Medio Ambiente.
Varias personas limpian el barro acumulado por la dana en un municipio valenciano. Alejandro Martínez / EP
La resolución de Alcaldía también exigía que las promociones de obra nueva incluyan plazas de garaje suficientes para los vecinos, dado que en muchos bajos reconvertidos tiempo atrás en viviendas no contaban con garaje y eso ha repercutido en el estacionamiento en vía pública.
De la misma manera que Massanassa, el ayuntamiento de Aldaia también ha registrado en las últimas semanas un incremento de solicitudes para convertir bajos comerciales en viviendas. Una circunstancia motivada por la escasa oferta de vivienda que hay ahora mismo en la localidad.
Sin embargo, el consistorio ha puesto una serie de requisitos para autorizar este tipo de cambios de licencias de uso: que a nivel interno, el bajo esté conectado con plantas superiores para que si se produce una nueva inundación, los vecinos puedan resguardarse del agua y su propia vivienda no sea una ratonera. Si no fuera posible, tener acceso a una zona "seca".
Esta sería una estancia de 2,2 metros de altura y 1 metro cuadrado por ocupante. En definitiva, las instrucciones de esta corporación local tienen el mismo espíritu que el resto de cambios normativos impulsados por Massanassa, Sedaví o Albal.
El municipio gobernado por Guillermo Luján (PSOE) se inundó como consecuencia del desbordamiento del barranco de La Saleta. De manera que, además de estos nuevos requisitos para convertir un bajo comercial en vivienda, también hay más.
Propone que para reducir la entrada de agua, las viviendas cuenten con barreras en puertas y protectores en ventanas, ya sean de carácter temporal o permanente. También que se cuente con chalecos salvavidas o balsas por si los vecinos tuvieran que hacer uso de este kit o que los cuadros eléctricos y calderas estén por encima de los 70cm sobre el forjado de la planta baja.