¿Se despide la ciudadanía por nacimiento? La polémica orden ejecutiva de Trump genera un debate sin precedentes
¿Se despide la ciudadanía por nacimiento? Esto es lo último que se sabe tras la orden ejecutiva de Trump en EEUU
Lo que ha provocado una respuesta inmediata en el ámbito legal y social de Estados Unidos.
Read in english: Does the citizenship by birth say goodbye? The controversial executive order by Trump generates an unprecedented debate
La nueva medida establece que, a partir del 19 de febrero de 2025, únicamente se reconocerán como ciudadanos estadounidenses aquellos niños nacidos de padres que sean ciudadanos o residentes permanentes legales. La intención detrás de este decreto es reconfigurar el sistema migratorio y reforzar el control sobre la población que ingresa al país, argumentando que la actual política de ciudadanía por nacimiento ha sido objeto de abusos y ha contribuido a problemas en la administración de la inmigración.
Sin embargo, el cambio propuesto ha generado una fuerte polémica. La Decimocuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza la ciudadanía a cualquier persona nacida en el territorio nacional, es uno de los pilares en que se basa el argumento de quienes defienden el derecho inalienable a la ciudadanía por nacimiento. En respuesta a la orden, varios jueces federales han emitido medidas cautelares bloqueando su aplicación, sosteniendo que la modificación entra en conflicto con los principios constitucionales establecidos hace más de un siglo.
Hasta el momento, al menos nueve demandas han sido presentadas por estados y organizaciones civiles, quienes argumentan que la medida vulnera derechos fundamentales y afecta a comunidades que han vivido en el país durante generaciones. Los litigios se centran en la constitucionalidad de la orden ejecutiva, y la controversia ha alcanzado tal magnitud que el gobierno ha decidido apelar las decisiones judiciales.
Las autoridades señalan que el cambio es una respuesta necesaria para abordar problemas de seguridad nacional y mejorar el sistema migratorio, mientras que los críticos advierten sobre las consecuencias sociales y legales que podría acarrear.El proceso judicial que se ha desencadenado podría llegar a manos de la Corte Suprema, donde se decidirá si la ciudadanía por nacimiento puede modificarse en el marco de la legislación estadounidense.
Este enfrentamiento entre el poder ejecutivo y el sistema judicial refleja las tensiones existentes en el debate migratorio del país, donde se ponen en juego principios fundamentales sobre la identidad nacional, los derechos humanos y la interpretación de la Constitución.
En paralelo, la sociedad estadounidense se encuentra dividida. Organizaciones de derechos civiles y grupos de defensa de los inmigrantes han organizado protestas y campañas para denunciar lo que consideran una medida discriminatoria que podría dejar en una situación vulnerable a millones de personas que han vivido en Estados Unidos sin ser reconocidas como ciudadanos.
