La nueva vinoteca de Vigo que revive uno de los locales más emblemáticos del Casco Vello

El Casco Vello de Vigo está viviendo una segunda época dorada. El abandono de principios de siglo queda bastante lejos y cada vez cuenta con una mayor y más moderna oferta gastronómica de calidad.

La clásica bocatería de Vigo que lleva 26 años alimentando generaciones con la mejor comida casera

En este contexto, muchos apuestan por revitalizar espacios emblemáticos del centro de Vigo. Es el caso del local que acogió los míticos Bohemia, Cabernet o, recientemente, el Calma Chicha.

Ahora, vuelve a la vida de la mano de Pablo Fernández y David Díaz, los socios de esta nueva vinoteca ubicada en el número 29 de Teófilo Llorente: Cepas Vellas Winebar.

Pablo y David abrieron el pasado mes de junio y la acogida ha sido todo un éxito. El trabajo en redes sociales y la calidad del servicio así lo explican: uno de los vídeos que han subido a Instagram acumula más de 178 mil visualizaciones.

Su objetivo es evolucionar "esa visión de vinoteca clásica" para convertirla en lugar donde también se dé "un pasito más" a nivel gastronómico. La colaboración del chef de Rondón Bistró ha sido fundamental en este aspecto, así como la carta de cócteles de la mano de David González.

Así, este mítico local se distancia ahora de su tradición como bar de copas. "El problema del Casco Vello es que la música está muy castigada", argumenta Pablo para explicar su apuesta por un ambiente tranquilo y más maduro.

Un local revitalizado

Pablo, David y sus trabajadores, en su mayoría conocidos, familiares y amigos, tratarán de convertir este local mítico del Casco Vello, que lleva cerrado más de un año, en un "sitio dinámico donde se venda y haya mucho vino".

El primer paso para conseguirlo ha sido realizar una fuerte reforma. "Darle una vuelta que no se ha hecho en 30 años", incide Pablo, que lleva trabajando en Cepas Vellas desde invierno.

En estos meses, han canalizado toda la tubería, han arreglado las humedades, han regenerado la piedra y han remodelado tanto el interior como el exterior. Así, cuando los clientes vuelven a entrar en el antiguo Bohemia se paran nada más entrar en la terraza y comentan: "Qué bonito, cómo ha cambiado", según Pablo.

"La intención es esa, crear una experiencia en la cual veas que el local se está cuidando, que ha mejorado y que lo que antes era un local de copas, es ahora un sitio donde la gente puede estar tranquila, beber grandes vinos y consumir productos de alta calidad", recalca el dueño de Cepas Vellas.

En total cuentan con 22 referencias de vino diferentes. "Una apuesta fuerte para ser Vigo", aseguran, ya que en Reino Unido lo habitual es contar con 180 referencias.

Aun así, avanza que de cara a septiembre tienen pensado sacar unas 90 referencias de añadas históricas, desde el 1986 hasta la actualidad. "Llevo mucho tiempo comprando vino y quiero poner a pie de calle el trabajo que llevo haciendo estos años", recalca Pablo.

"No somos profesores"

Como una vinoteca que tratará de buscar su hueco dentro de la cada vez más amplia oferta gastronómica de Vigo, el objetivo es que los clientes se acerquen para disfrutar y para aprender de diferentes vinos de autor y de una selección de grandes añadas.

"Aprender en su justa medida", aclara Pablo que recuerda que no son profesores. "Simplemente, si alguien tiene la curiosidad, pues estar capacitados para resolverla", añade.

En esta línea, organizan una cata cada primer martes del mes, en la que una bodega expone su proyecto y durante esos 30 días venden sus vinos por copa. "La intención es traer vinos y productores de toda España", comenta el socio de Cepas Vellas.

Esta especialización en el vino y en un servicio de alta calidad, basado en el conocimiento del producto, es palpable incluso en las propias copas. "Trabajamos con diferentes tipos de cristalería para diferentes tipos de uva y estilos de vino", detalla.

"La puesta en escena también es muy importante para nosotros", añade, ya que considera que "un restaurante no es solo sentarse, comer e irse", sino generar una experiencia desde que se entra por la puerta.

Trabajando en hostelería desde los 16 años

Pablo trata de imprimir toda su experiencia en Cepas Vellas. El hostelero lleva media vida fuera de Vigo, donde empezó a trabajar con 16 años en el sector.

Poco a poco fue aprendiendo cómo hacer cafés y a "servir alguna copa". Pasó de trabajar del Ciudad de Vigo al Pazo de Los Escudos, combinando ambos puestos con cortador de jamón, hasta que se marchó a Londres.

En la capital británica, empieza en una de las salas de Hispania, uno de los restaurantes españoles de referencia fuera de la península. A su vez, gestionaba el restaurante gastronómico y los eventos de uno de hoteles NH en Bruselas.

En la pandemia retornó a Vigo, pero pronto viajaría de nuevo a Londres para "hacer la apertura del grupo Dani García". Un año más tarde le volvió a contratar Hispania como "manager de la planta de arriba y gestor de la bodega del restaurante".

Siempre había estado vinculado a restaurantes españoles y decidió de dar el "salto hacia abajo". Trabajo en un pequeño local inglés, haciéndose un nombre hasta poder trabajar en un dos Estrellas Michelín francés en Londres.

"Allí aprendí la gran cantidad de cosas que sé de vino en profundidad", afirma Pablo, que explica que lo combinó con la organización de eventos para grandes empresas y bodegas, hasta que se fue a Ibiza.

Volver a casa en busca de estabilidad

En la isla balear le encargaron abrir un negocio a pie de playa. "Intentaron jugármela por todos lados, intentaron robarme mucho dinero que no tenía, pero aprendí muy rápido", asevera.

En Ibiza estuvo desde enero hasta agosto, cuando consiguió abrir el restaurante. "Di con gente mala y preferí abortar", añade para explicar su vuelta a Vigo, a su casa, en la que busca la estabilidad con Cepas Vellas.