Tonina, madre que luchó contra la droga en Galicia, y David, trabajador de Érguete.
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Tonina, madre que luchó contra la droga en Galicia: "Me quedé sola, tenía a Érguete y mi fe en Dios"
Termina el año en el que la asociación viguesa de ayuda a la drogodependencia cumplió las cuatro décadas de vida. A lo largo de todo este tiempo, el trabajo en esta entidad, impulsada en los 80 por un grupo de madres; no se detuvo, pues, al contrario de lo que pudiera parecer, el consumo no cesó desde entonces: "Aquí se sientan obreros, arquitectos y abogados", remarcan
Más información: Récord de participación en la Érguete e Corre de Vigo en homenaje a las madres de Érguete
Se acaba el año en el que Érguete, la asociación viguesa fundada en los 80 para combatir el narcotráfico y convertirse en tabla de salvación de muchas familias gallegas afectadas por esta lacra, alcanzó las cuatro décadas de vida. Más concretamente, su constitución legal fue un mes de octubre y, desde entonces, el trabajo en esta entidad, que además de gente de Vigo comenzó a recibir a familias afectadas de toda la Comarca de O Morrazo y también de O Salnés, nunca ha cesado.
Pero antes de esta constitución, un grupo de mujeres, madres, -y también algún hombre-, inició una serie de reuniones y encuentros con el objetivo de buscar una salida a la situación que atravesaban sus hijos. Muchas de ellas ya no están, tampoco sus hijos, pero hay quien todavía puede acreditar aquella lucha digna. "Nos empezamos a reunir porque el problema de la droga se estaba agravando y veíamos cómo afectaba a nuestros hijos", recuerda a Treintayseis Tonina, una de las madres fundadoras. "Era algo desconocido para mí, pero yo no dejaba de ver que a mis dos hijos les estaba perjudicando", anota.
Por aquel entonces, recuerda la fundadora, el Concello de Vigo habilitó un punto de información y atención en torno a esta problemática, de la mano de la Cruz Roja, en la calle Uruguay. Paralelamente al origen de CEDRO -Unidad Asistencial de Drogodependencias-algunas madres, unas siete u ocho, sembraron el germen de lo que hoy es Érguete. "También había hombres", puntualiza Tonina. "Aquello fue creciendo y llegó un punto en el que no cabíamos en aquel local que teníamos. Carmen Avendaño, que fue la líder del movimiento, era vecina mía. No nos conocíamos, pero nuestros hijos sí. Le mandé el recado por su hijo de que teníamos aquella asociación en la calle Uruguay", apunta.
El origen: Los porros y el pegamento
Tonina recuerda que, por aquel entonces, era habitual que los jóvenes que terminaban enganchados a las drogas, se adentraran en el mundo del consumo a través de los porros e, incluso, de la inhalación de pegamento. Después vino la epidemia de la heroína. "Hubo familias en las que esta lacra se llevó por delante a todos sus miembros", lamenta Tonina, que, a día de hoy, tiene a sus hijos -de 59 y 60 años- con ella, pero la salud de estos se vio y se ve muy deteriorada por el consumo.
La principal sustancia de consumo que generó todo el problema fue la heroína, remarca David Martínez, coordinador en Érguete del Servicio de Información y Orientación Sociojurídica en Conductas Adictivas. "Después vino la epidemia del VIH, asociada al consumo y al intercambio de jeringuillas. Era un momento en el que no se sabía prácticamente nada de las drogas, entonces, estas madres empezaron a juntarse para buscar soluciones y respuestas a un problema latente", explica David. "Demandaban recursos y tratamientos y, paralelamente, alzaron la voz contra el narcotráfico", anota.
"Nosotros le echábamos la culpa a los narcotraficantes y ellos, a su vez, nos decían que éramos las madres las culpables", explica Tonina. "Porque le fastidiabais el negocio", apostilla David.
Madres de Érguete en el acto del 40 aniversario de la entidad
"¿Qué podía hacer? ¿Dejar de trabajar?"
Con respecto a lo anterior, Tonina, que se quedó viuda muy joven, llegó a cuestionarse a sí misma por tener que trabajar para sacar a su familia adelante: "Yo tuve que trabajar en Citroën. No me quedó otra. Antes no había todo esto de las guarderías", recuerda. "Me echaron una mano con los niños, pero ellos, al final, salían del colegio y tenían todo el tiempo del mundo. Estaban mucho en la calle y ahí se perdieron. Pero, ¿yo qué podía hacer? ¿Dejar de trabajar? ¿Y cómo salíamos adelante", anota.
"Nuestros hijos lo pasaron muy mal. Empezaron por robar en casa y luego, cuando ya en las casas no había nada más que robar, comenzaron a hacer fechorías y muchos acabaron en la cárcel. La prisión, por aquel entonces, era muy dura", lamenta Tonina. "Hubo madres que tuvieron que tomar decisiones muy tristes, como no abrirles la puerta a sus hijos", anota David.
En los momentos más duros de su vida, Tonina confiesa que se agarró a la fe: "Tengo mucha fe en Dios, no tenía otra cosa. Empecé a leer la Biblia para que me diera fuerzas", reconoce. "Mi madre me echó la mano y también una cuñada, pero otros familiares llegaron, incluso, a culparme de lo que estaba pasando. Mi madre terminó marchándose a Alemania con uno de mis hermanos y yo me quedé sola en los momentos más críticos, por lo que Érguete fue para mí una tabla de salvación", añade.
Del cine a la polémica con los narcotraficantes
El momento histórico que protagonizaron las madres que plantaron cara a las drogas y al narcotráfico en Galicia tuvo tal relevancia que, a día de hoy, persiste en el imaginario colectivo y en las piezas audiovisuales que llegaron a rodarse: "Heroína" o el documental "Ni locas ni terroristas" son un ejemplo.
Imagen de la película "Heroína".
Tonina no recuerda haber visto ninguna de estas películas, y también se mantiene alejada de cualquier declaración que puedan emitir algunos narcos condenados como Laureano Oubiña, que habitualmente se desvincula del tráfico de heroína. Sí opina el trabajador de Érguete: "Qué más da la sustancia. Si genera adicción, genera destrucción", remarca David. "No quiero criminalizar a nadie. Es un narcotraficante confeso, sentenciado y creo que lo que tiene es el derecho al pataleo, nada más. Pero todas las drogas son arriesgadas y mortíferas", anota.
Ambos también toman distancia de que, socialmente, muchos narcotraficantes puedan ser vistos, incluso, como personajes influyentes o modelos a seguir: "Lo vemos con distancia. Muchas veces apreciaba el potencial adquisitivo de los narcotraficantes y se decía eso de 'eu quero ser narco'", cuenta David. "Insisto en que, en los años 80, se sabía muy poco de lo que era la drogadicción y el potencial destructor de las sustancias. En algunas series parece que hasta se humaniza o se idolatra la figura del narcotraficante. Pues bueno, es parte de la historia, y depende de cómo la quieras interpretar. Hoy, con todo y por suerte, hay mucha información de lo que suponen las drogas", anoto.
Prevención, materia pendiente: Érguete atiende a más de 1.000 personas al año
El trabajador de Érguete asegura que la prevención ante el consumo de drogas es una asignatura pendiente, y que, lamentablemente, la drogadicción es un problema que no se circunscribe a los 80, sino que persiste a día de hoy: "No se ha dejado de consumir", puntualiza. "Atendemos casi a 1000 personas todos los años. Aquí se sientan obreros, médicos, abogados y arquitectos. Hay información, pero falta formación. Si esto no se ataja, las sustancias cambiarán, los parámetros de consumo van mudando, pero el problema no deja de existir", dice, rotundo, David.
Carteles en Érguete alusivos a actividades dirigidas al autocuidado.
A esta problemática se suman, en la actualidad, otros factores especialmente preocupantes, como el inicio del consumo a edades cada vez más tempranas y la baja percepción del riesgo. "El cannabis, el alcohol... este es el proceso. Hay también otra pandemia silenciosa que es la excesiva medicalización", dice David. "Hay un problema de salud mental muy grave. Somos el principal país de Europa de consumo de benzodiacepinas", anota.
¿Cuál es la línea roja? "Cuando se pierde el control", responde David. "Nos queda mucho camino por avanzar en la formación de los jóvenes en torno a esta problemática. También es asignatura pendiente la salud mental y las adicciones dentro de la salud mental. Es algo muy desatendido.
Érguete, hoy
A día de hoy, Érguete dispone de numerosos programas atendidos por un equipo multidisciplinar. Si bien la puerta de entrada es el Servicio Sociojurídico -solo en 2024 se atendieron en este departamento a más de 800 personas-, lo cierto es que en esta entidad viguesa se realizan todo tipo de intervenciones -incluso, en instalaciones penitenciarias- y programas de apoyo al tratamiento. También se realizan tareas de prevención en centros escolares e integración social de jóvenes que hayan perpetrado algún tipo de delito menor.
Desde Érguete aseguran que curarse siempre es posible, lo que no quiere decir que sea sencillo: "Es importante motivarse hacia el cambio. El primer paso es reconocer el problema y dejarse guiar y acompañar", concluye David.
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