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Talento Rebelde

Diego Gago: "Debemos normalizar las entradas y salidas del ejercicio público, las carreras de cuarenta años ininterrumpidos en política dejarán de existir"

El emprendedor gallego Emilio Froján entrevista al ex diputado nacional y expresidente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, actual director de Estrategia política de beBartlet

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Hoy entrevistamos a Diego Gago, director de Estrategia política de beBartlet, ex diputado nacional y expresidente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular.

Con una amplia experiencia en el mundo de la política y la gestión pública, Diego ha sido testigo y protagonista de importantes transformaciones a nivel legislativo y regulatorio. Su visión sobre la relación entre el sector público y privado, así como su expertise en asuntos públicos, nos brinda una perspectiva valiosa sobre cómo enfrentar los retos de la política actual. Y ahora su experiencia se traslada al servicio de la empresa privada.

Durante esta entrevista, exploramos su carrera, su visión sobre el futuro del sector público, y su análisis sobre los grandes desafíos que enfrentan las instituciones y cuál debe ser la relación de las empresas para con la Administración Pública. El por qué y cuándo el área de Asuntos Públicos cobra fuerza.

⁠Has tenido una carrera muy diversa, desde ser diputado en el Congreso hasta ser Director de Estrategia política en beBartlet. ¿Cómo ha influido tu experiencia política en tu enfoque dentro del mundo de la consultoría de asuntos públicos?

⁠Durante los ocho años como cargo público he tenido que interpretar cómo priorizar la incorporación de las demandas sociales en los diversos marcos normativos, y cómo estas afectaban al equilibrio con otros sectores y al propio funcionamiento de la economía. Siempre desde la óptica del interés general.

Actualmente, desde beBartlet, sigo conectado a lo público pero desde otro ángulo, acompañando al sector privado a impulsar sus proyectos navegando en contextos cada vez más complejos.

¿Cómo ha sido tu transición de la política al ámbito de la consultoría y qué te motivó a dar ese paso?

La transición ha sido muy natural. Después de años en primera línea de la política, sentí que era el momento de abrir una nueva etapa desde la que seguir contribuyendo al bien común, pero con otras herramientas. Igual de apasionante, pero con la capacidad de ayudar a actores necesarios del crecimiento y del bienestar del país, desde la comprensión profunda de cómo piensa y actúa el decisor político.

Debemos normalizar las entradas y salidas del ejercicio público. No existirán carreras de cuarenta años ininterrumpidos en política.

¿Cuál es el papel de los asuntos públicos dentro de la Empresa? ¿Cuándo una empresa debe optar por integrar una estrategia de Asuntos Públicos? De hacerlo, ¿se debería empezar con área in house, externa o combinada?

El crecimiento en España del sector de los asuntos públicos se ha acelerado mucho en los últimos años. Motivado, en parte, porque en España no existía una verdadera diplomacia corporativa más allá del IBEX35, y no siempre bien interpretada.

Los asuntos públicos son cada vez más estratégicos dentro de la empresa. Vivimos en un entorno muy regulado y muy sensible a lo político y lo social, por lo que ya no es suficiente con tener un buen producto o servicio. Las empresas necesitan anticipar cambios normativos, entender el contexto institucional y construir relaciones de confianza.

Ello requiere de especialización y de visión holística. Es necesario apoyarse en personas con experiencia que no beben únicamente de la información que sale del seno interno de la empresa. Los mejores resultados siempre se alcanzan cuando se alinea el propósito, se comparte el conocimiento, y se intercambian enfoques dentro y fuera de la empresa.

A día de hoy no conozco ninguna gran corporación en España que no sume la experiencia y el conocimiento que podemos aportar para tomar mejores decisiones empresas como la nuestra.

⁠¿Cuáles son las principales tendencias que observas en el campo de los asuntos públicos y cómo crees que cambiarán en los próximos años?.

Estamos viendo una transformación profunda en el campo de los asuntos públicos. La creciente complejidad del entorno regulatorio, obliga a las empresas y organizaciones a estar mucho más preparadas, anticiparse y participar activamente en la conversación pública. Ya no basta con tener interlocución institucional, ahora es necesario que las organizaciones tengan coherencia social y propósito.

El sector se adelanta a las tendencias, pero las tendencias no las define el sector, sino las coyunturas geopolíticas, los escenarios económicos y los movimientos sociales. Lo que parece claro es que los stakeholders privados tendrán que seguir reforzándose con equipos híbridos que cuenten con perfiles que entiendan tanto el lenguaje de lo público como las dinámicas empresariales. Se acabaron las estrategias monogámicas para diferentes metas.

La opinión pública se forma ahora de manera mucho más rápida y masiva. ¿Cómo impacta esto en tu trabajo? ¿Se puede orientar la opinión pública?.

La velocidad y la volatilidad con la que hoy se forma la opinión pública lo cambia todo. Ahora las narrativas se construyen y se deshacen en cuestión de días, incluso horas. Esto obliga a trabajar con una mayor capacidad de anticipación, a leer muy bien el contexto y a construir mensajes sólidos (con valores), que puedan sostenerse en el tiempo y, sobre todo, a hacer propuestas sólidas basadas en el conocimiento. Hay que tener una aproximación científica y democrática.

La opinión pública, por suerte, no se puede controlar. Lo que se puede hacer es aportar contexto, claridad y coherencia en un entorno muchas veces dominado por el ruido. Y para eso, la objetividad y la credibilidad es clave. No basta con comunicar bien, hay que ser coherente entre lo que se hace, se dice y se defiende. Ahí es donde los asuntos públicos tienen un papel fundamental conectando los intereses legítimos de una organización con los valores y las expectativas de la sociedad.

¿Cómo ves el futuro de las nuevas generaciones en la política española? ¿Crees que el futuro de la política también está en manos de lo que hoy son "activistas digitales"?

Me preocupa la pérdida en vocación de servicio público de los jóvenes en los últimos años. Cada vez se hace más difícil ver caras nuevas dedicando su tiempo libre a pensar cómo promover iniciativas para mejorar su entorno a través de los partidos políticos. Prefieren hacerlo desde las entidades deportivas, culturales o asociativas de todo tipo. Es importante recuperar el reconocimiento y el prestigio por la gestión de lo público. No es una tarea solo de los políticos, los medios de comunicación también juegan un papel importante.

El impacto de la tecnología y la digitalización en la política es ya una cuestión de presente, no de generación. Triunfará políticamente aquel que sepa entender la velocidad de nuestro siglo. Pero también quedarán expuestos públicamente aquellos que no estén a la altura del cargo o intenten beneficiarse de él.

Mirando hacia atrás con las gafas de hoy, ¿Qué competencias que has desarrollado en el ámbito corporativo crees que podrían ser útiles en la gobernanza de lo público?

La capacidad de anticipación estratégica y la visión de largo alcance. En el sector privado no puedes permitirte el cortoplacismo permanente; necesitas entender tendencias, gestionar incertidumbres inesperadas y tomar decisiones rápidas pero con visión a medio y largo plazo.
En muchas ocasiones la acción política viene condicionada por la necesidad de resultados casi instantáneos ante la inminencia electoral, y eso lleva a tomar decisiones de corto radio, a la sobrerregulación y a una mejorable gestión de los recursos públicos.