Taro, el recuerdo de un bazar pionero en Vigo y con origen en la India

Taro, el recuerdo de un bazar pionero en Vigo y con origen en la India Cedidas

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Taro, el recuerdo de un bazar pionero en Vigo y con origen en la India

En 2012 cerró sus puertas tras poco más de un cuarto de siglo convertido en una referencia de la ciudad y, en especial, de las Camelias, de la mano de Tarachand Mirpuri

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La historia del bazar Taro es la historia de la familia Mirpuri. Desde la India, llegaron a Vigo en 1986 y abrieron este negocio en un local en la Avenida de las Camelias 112, a pocos metros de la Plaza de la Independencia, donde hicieron barrio hasta su cierre en 2012.

Tarachand, el padre de familia, llegó antes a España. Desde Barcelona, visitó otras ciudades buscando dónde instalarse a vivir; ni Oviedo ni Granada le convencieron, pero Vigo, sí. "Quería buscar una ciudad tranquila, donde no hubiera ningún indio, quería estar con la familia, su mujer y sus hijos", explica Rajesh, que atiende a Treintayseis por teléfono desde Madrid.

"Al llegar a Vigo, le llenó la ciudad y la gente, y también vio con perspectiva Tui, para ampliar negocio hacia Portugal", añade el mediano de los Mirpuri, que destaca la "visión de negociante" de su padre en ese momento. Una vez instalados en la ciudad olívica, Taro abrió sus puertas al público en el número 112 de la Avenida de las Camelias.

La calle, a diferencia de ahora, tenía dos carriles en un sentido y otro reservado para buses y taxis; a pocos metros del bazar estaba la Plaza de la Independencia, que no era peatonal, sino una rotonda para coches que, durante unos años, cerraba al tráfico los domingos para el esparcimiento de los vecinos.

Taro abre sus puertas en 1986

Taro abría de lunes a sábado por la tarde y para el cabeza de familia de los Mirpuri, aquel negocio era su vida. También la de su familia, porque la historia de Taro también es la de Rajesh. "Llegué un jueves de septiembre de 1986 a Vigo desde la India con 14 años; el sábado mi padre me preguntó que qué quería hacer, si estudiar o trabajar", narra el protagonista.

Al día siguiente, padre e hijo se dieron un largo paseo desde Coia, donde vivían, hasta la Alameda. "Me invitó a seis churros y volvimos andando; de camino me volvió a preguntar y le contesté que quería trabajar. 'Mañana empiezas', me dijo", continúa Rajesh.

Cogía el Vitrasa número 4 que le dejaba al lado de la tienda y abrían a las 9 de la mañana con Avelino, uno de los empleados. "No sabía hablar español ni nada", reconoce, y su primera tarea fue la de barrer. El día que cerraron, 26 años después, también barrieron la tienda. "Pero si vas a cerrar la tienda, ¿por qué barres?", le preguntó una trabajadora. Rajesh explica la razón de su padre: "Era como decir que todo lo que empiezas hay que acabarlo, o lo haces bien o no lo haces".

Mirando al cliente

Tres años después, Rajesh comenzó a "entender el negocio" y fueron ampliando el local y vendiendo al por mayor a los feriantes en verano y a tiendas de toda Galicia. Además, Taro presumía de tener algunos productos que ni una gran superficie como El Corte Inglés ofrecía. "Fuimos los primeros en vender las calculadoras con doble pantalla", presume. Si hacía falta, le pagaba más al proveedor para poder ofrecer a sus clientes lo último del mercado.

"Al final, no era sólo ganar dinero, el lema era surtido, calidad, servicio, precio", puntualiza para explicar la importancia que le daba al cliente, con el que Tarachand tenía un trato directo. Así, ante la pregunta de cuál era la garantía de un producto, contestaba "mi cara". "Venían un año después porque se les había estropeado algo y no pasaba nada", infiere sobre la relación con los clientes.

Poco después de cumplir 20 años, llegó la crisis de 2008 y el progresivo declive de un negocio que iba encontrando ya otros rivales en el mercado. "Nos afectó mucho", asegura sobre la crisis mundial. Al mismo tiempo, crecía la empresa de la marca Sami, en la que ahora está involucrado tanto él como su hermano pequeño.

El hermano mayor, Deepak Mirpuri, abrió a mediados de los 90 otro Taro, este en Granada, y que cerró en 2022 tras su fallecimiento de un infarto al corazón.

El principio del fin

El Bazar Taro cuando anuncio su traslado, con un mensaje de la familia Mirpuri.

El Bazar Taro cuando anuncio su traslado, con un mensaje de la familia Mirpuri. Cedidas

En 2011 comenzó el principio del fin. La familia Mirpuri decidió bajar la verja del Taro de Camelias para trasladarse a Madrid. Un miércoles de junio del año siguiente, la tienda se quedaba vacía, pero Tarachand quiso esperar hasta el viernes para el cierre definitivo.

"El viernes era un día importante para él por la diosa Santoshi", señala Rajesh. Con 77, Tarachand se jubiló y se trasladó a Madrid para vivir cerca de sus dos hijos, pero la mala suerte en forma de leucemia le dejó disfrutar poco tiempo; el 16 de diciembre de 2016, falleció a los 81 años. "Fue un viernes, también", puntualiza su hijo con un dato que ata todavía más al negocio con su dueño.

"Lo que soy hoy es gracias a mi padre, fue mi maestro y amigo", sentencia Rajesh, que asegura que "no hay día que no me acuerde de Vigo y de mi padre".

Taro y un montaje de imágenes de Tarachand cedido por Rajesh.

Taro y un montaje de imágenes de Tarachand cedido por Rajesh.