Mercado Travesas: un centro neurálgico del barrio que celebra 20 años de su lavado de cara
Mercado Travesas: un centro neurálgico del barrio que celebra 20 años de su lavado de cara
El actual edificio se inauguró en 1982 y en 2005 se sometió a una renovación integral que lo convierte en un lugar no sólo para hacer la compra, sino de encuentro social, con actividades y una extensa oferta de pescadería y carnicería, complementados con otros negocios
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La década de los 60 del siglo pasado es la de la expansión urbana y demográfica de Vigo, convirtiendo un barrio como el de As Travesas, que pasó progresivamente de ser una zona periférica semi rural, de fincas grandes, huertas y poca densidad a una zona que absorbe población migrante, integrada en los planes urbanísticos con amplia oferta de vivienda de protección oficial destinada a la clase trabajadora.
Durante esos años, al mismo tiempo que comienza la desaparición de los tranvías, sustituidos por los autobuses, nace el Mercado Travesas, ocupando una serie de barracones que proveían de alimentos frescos al barrio, y donde los comerciantes eran, precisamente, esa nueva población llegada de otros puntos de Galicia a una ciudad que comenzaba a crecer de manera exponencial.
De hecho, en poco más de treinta años, Vigo dobló su población impulsado por la industrialización, que tiene como polos destacados el automóvil, la pesca, las conserveras y los astilleros.
Una demanda histórica
Mercado Travesas.
Con el paso de los años, el barrio comienza a demandar la construcción de un mercado que de cobijo a todos estos negocios y se convierta, también, en un centro neurálgico del barrio. Es en 1982 cuando el Concello levanta el actual edificio del mercado, respondiendo así a esta demanda.
Algo más de dos décadas después de su construcción, el edificio, situado a la altura del número 34 de la Avenida de la Florida, en el Camiño Espedrigada, 7, se sometió a una profunda renovación, que incluyó la apertura del primer Mercadona de Vigo, que se instaló en la primera planta, concentrando en la parte baja el mercado de abastos.
Era el año 2005, concretamente el 15 de septiembre, cuando abrió las puertas el renovado Mercado Travesas, convertido en un mercado de proximidad asociado a una gran superficie, una fórmula de compra "mixta" que se comenzaba a implantar en otras instalaciones de la ciudad.
Esta renovación trajo consigo la instalación de una planta fotovoltaica, dando el paso de convertirse en un mercado sostenible, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Unión Europea.
Además, desde 1994, el mercado se gestiona a través de los propios comerciantes; son los mismos que ocupan los puestos de la plaza los que llevan el mando de unas instalaciones que responden a un crecimiento y a una implicación por, para y a través del barrio.
Frutería Luisa, uno de los negocios más antiguos.
Así, se fue forjando un cambio en la estructura interna del mercado, con la mejora de servicios e innovando en otras soluciones, como la separación de residuos y la mejora de la red comercial, como destacaba el gerente del mercado, Delmiro Hermida, con motivo de los 20 años de esta renovación.
Actualmente, la parte central está ocupada por las pescaderías, que se convierten en el núcleo de un mercado que ofrece, además, carnicerías como elemento fundamental; una oferta que se ve incrementada por fruterías, una cafetería, joyería, tienda de reparaciones, floristería y peluquería.
Carnicería Mari Carmen, toda una vida en el mercado
Mari Carmen y José, de Carnicería Mari Carmen, otro de los puestos más antiguos del mercado.
Desde la primera inauguración de principios de los 80 todavía quedan en el mercado Luisa, que regenta la frutería que lleva su mismo nombre, y Mari Carmen, que es la propietaria de la carnicería que también recibe su nombre.
"Casi se puede decir que nací aquí", dice Mari Carmen Gil a Treintayseis, apoyada en el expositor de su carnicería. A su lado, su hijo, José E. Varela, termina de cobrar a un cliente para acercarse a la conversación, ya que, asegura, "va a ser un día tranquilo".
Mari Carmen recuerda cuando los cambiaron al nuevo edificio: "Arriba estaban los productos del campo; en la parte central, el pescado; y los puestos eran como callejones, de tres en tres". Tras la nueva obra de 2005, y con la llegada de Mercadona, "lo bajaron todo a esta planta", puntualiza José.
Mercado Travesas.
Una reforma con la que el mercado "ha ganado", se presenta más abierto y con más luz para el cliente; entre ellos, el "puesto y medio" de la carnicería Mari Carmen, que empezó con dos puestos compartiendo espacio con un socio, hasta que se los dividieron, para después ella ampliar con esta media parte.
Desde detrás del mostrador, madre e hijo han visto evolucionar el mercado en los últimos años, al igual que la clientela, de la que destacan que cada vez hay más gente joven que se acerca a comprar sus productos. "Antes, iban directos a comprar la comida ya hecha", refrenda Mari Carmen.
Ahora, en cambio, se les ve con "más interés" y llegan al puesto con más conocimiento, aunque también se dejan aconsejar, alejados de esa supuesta vergüenza que se le apunta a las nuevas generaciones para interactuar en un mercado.
Mercado Travesas.
"Hay los que preguntan, y yo ya les digo 'esto lo haces así, esto así y esto así', y hala, a seguir", dice la veterana carnicera con una sonrisa en la cara.
Al mismo tiempo, una futura clienta cruza el mercado. "Te dejo, que estoy en la plaza", comenta en una conversación telefónica. Y es que este mercado sigue teniendo el sello de lo tradicional, del producto de cercanía y el contacto directo con los comerciantes. Y así seguirá, al menos, otros 20 años.