
Alumnos del Gimnasio Simón posando con los medallistas y Simón González.
El kickboxing tiene relevo en Vigo: el Gimnasio Simón, a imagen y semejanza de su dueño
Los alumnos de Simón González, trece veces campeón del mundo de kickboxing, acaban de brillar en el Campeonato de España celebrado en La Nucía, Alicante, con uno oro, dos platas y un bronce
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Un largo pasillo repleto de trofeos y carteles de combates da acceso al Gimnasio Simón, a través de una pequeña puerta situada en el número 92 de la calle Urzaiz. Se trata de uno de los más antiguos de Vigo donde se enseñan artes marciales como kickboxing o muay thai.
Simón González, trece veces campeón del mundo de kickboxing, observa el desarrollo de una de las clases que imparte Alberto, su amigo y mano derecha. Lo hace sentado en la silla de ruedas en la que lleva postrado desde 2014, a causa de una grave lesión de médula tras un fatal accidente doméstico.
"En mi época, casi no había mujeres", señala sobre la casi paridad de alumnos y alumnas que asisten, al tiempo que corrige a uno de los jóvenes para dar el golpeo del ejercicio de una manera correcta.
"El gimnasio es como una gran familia", dice Hajar Moukhass, que se acaba de estrenar en un Campeonato de España recientemente. Lo ha hecho con un bronce; Anxo Martínez, Rubén Palomares e Idris El Aiziri lograron un oro y dos platas, respectivamente. La quinta de la expedición, Vanesa Alonso, vivió la experiencia de participar en un evento de esa magnitud.
Disciplina y desahogo
"Para mí, aporta un bien social en conjunto, porque realmente los chavales están aprendiendo una disciplina que les vale para desarrollar en el día a día", indica Simón sobre lo que aporta el kickboxing. "Este deporte, en concreto, aporta lo que yo llamo 'desahogo': vienes aquí, le das a un saco y sales después de haber descargado toda la mala energía que traías", prosigue.
De hecho, destaca el trabajo de unos psicólogos que se pusieron en contacto con él para trasladarle el trabajo que llevaban a cabo con cerca de 140 niños y niñas con discapacidad intelectual y los buenos resultados que afloraban para ellos con este tipo de deportes de contacto, como con el boxeo.
A pesar de que lo que se pueda pensar, Simón deja a un lado el ataque: "Siempre le digo a todo el mundo que si no tienes una buena defensa, nunca podrás tener un buen ataque". Lo extrapola a otros deportes, como el fútbol y la selección campeona del mundo en 2010, pero también a la vida.
"Este deporte está enfocado hacia que no te golpeen, y en la vida lo mismo; están muy enlazados en este caso", explica. En su caso, muchos les sorprende la actitud que lleva a pesar de estar en silla de ruedas. "Pero ¿para qué voy a expresar a mi familia, que está a mi alrededor, si ya saben el problema que tengo?", reivindica. "No es fácil. Nada es fácil. Así que, en función de tu capacidad , tu desarrollo y lo que tú quieres aportar, aportas", sentencia.
Del maestro a los aprendices
Esa actitud es la que transmite a sus alumnos. Seguridad en uno mismo, disciplina y nuevas amistades, señalan tres de los cuatro medallistas en La Nucía, a falta de Idris, que no ha podido asistir. El caso de Anxo es singular: ha logrado el oro en Full Contact este año y a finales del 2024 vencía también en el Campeonato de España de boxeo.
"Yo empecé aquí hace cinco años, primero hacía boxeo y después el maestro, Simón, me trajo al terreno del kickboxing y descubrí que también me apasionaba", dice Anxo, que destaca de esta disciplina la "movilidad y libertad para hacer combinaciones de puño y pierna".
Para Rubén es el tercer subcampeonato de España. Empezó en esto gracias a un videojuego: "El UFC, hace 13 años. Me gustó, empecé a ver las peleas y busqué un gimnasio en Vigo. Vamos, me metí aquí por casualidad porque no tenía ni idea". Para Hajar ha sido también un descubrimiento, después de practicar Jiu Jitsu brasileño y boxeo, disciplina en la que fue campeona gallega promesas de 2024.
Los tres coinciden en la gran experiencia que es acudir a un campeonato nacional, los nervios antes de la pelea y lo rápido que pasa después todo. Sobre el ring es donde mejor se desenvuelven, donde sacan a relucir lo adquirido estos años en el gimnasio. Eso sí, lamentan la mala organización que vivieron, con adelantos y retrasos en los horarios de algunos combates de Hajar y Rubén, con lo que supone tanto para los horarios de comida como la concentración que exige subirse al cuadrilátero.
Recomiendan la práctica de kickboxing, que combinan con trabajo y estudios, por muchas razones; desde ese soltar la adrenalina, hasta por conocer a personas que, poco a poco, forman parte de tu vida.
Esa gran familia que es el Gimnasio Simón se acumula en la sala central del gimnasio al finalizar una de las clases. Todos, con guantes, escoltando a los medallistas y a Simón, que ocupan el centro de la imagen. La fotografía de equipo que refleja que el kickboxing tiene relevo en Vigo.