Así se llamaba Vigo durante época romana y el origen del topónimo actual: las distintas teorías que existen

En España, varias ciudades conservan nombres que tienen su origen en la época romana, aunque algunos han evolucionado ligeramente con el tiempo. Sin embargo, otras ciudades han ido cambiando de topónimo a lo largo de los siglos.

Es el caso de la ciudad de Vigo, cuyo topónimo ha ido cambiando a lo largo de la historia de la ciudad, por lo que existen varias teorías sobre su origen. Algunas de estas apuntan a que su origen se vincula al Imperio Romano, otras a la Alta Edad Media, o incluso, en otras ocasiones lo vinculan con el gaélico-nórdico.

En cualquier caso, existe una teoría bastante extendida que explica que, durante la época romana, Vigo era conocido como "Vicus" o "Vicus Spacorum". Este nombre provendría del latín y haría referencia a un pequeño asentamiento o villa.

En consecuencia, la primera teoría indica que el nombre romano de Vigo era "Vicus Spacorum" y que de este topónimo vendría el nombre actual de la ciudad. De hecho, esta es la versión más extendida y quizás la más popular entre la población.

Cabe destacar que "Vicus" era un término genérico utilizado en el Imperio Romano para describir aldeas o poblaciones menores. Y con respecto a "Spacorum" parece estar relacionado con la comunidad o tribu local de la región.

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Sin embargo, cabe destacar que algunos investigadores han aseguran que el Vigo del Imperio romano no era precisamente una aldea. En consecuencia, el término "Vicus" no le aplicaría, por lo que esta teoría no se sustentaría.

En cualquier caso, en el Itinerario Antonino (un documento de la Roma Antigua en el que están recopiladas las rutas del Imperio romano) se hace referencia a dos lugares en concreto, según el investigador César González Crespán, que es un "Vico Spacorum" y un "Burbida".

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Burbida tiene que ver con que, a día de hoy, algunos arqueólogos creen que "Burbida Magna" era el nombre de Vigo en la época del Imperio romano. No obstante, muchos otros investigadores rechazan esta teoría y queda claro que este topónimo no podría haber evolucionado en "Vigo".

A pesar de lo anterior, las teorías no terminan aquí sino que un equipo de filólogos de la asociación Proyecto Gaelaico aseguró en 2015 que el topónimo de Vigo podría tener su origen en la palabra gaélica Úig, que significa "bahía".

Esta teoría ha ido cobrando peso teniendo en cuenta que la ciudad está asentada sobre una bahía con unas características muy similares a las que se podría encontrar en algunas zonas nórdicas.

Los que defienden esta teoría establecen que el Vigo romano se habría llamado "Burbida Magna" y que no habría existido tal "Vico". Sin embargo, la teoría de que "Vigo" proviene de "Vico" sigue siendo la más aceptada y popular entre todos, tanto para los estudiosos como para los propios vigueses.

Además, cabe destacar que el legado romano en Vigo se refleja en hallazgos arqueológicos como restos de villas romanas y mosaicos, lo que confirma la presencia y la actividad de los romanos en la zona.