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Volver: la tapería creativa para viajar por el mundo sin salir de Bueu (Pontevedra)

El local regentado por Juan Martínez y Carlos Prado supone un soplo de aire fresco en la oferta culinaria de la localidad, con una carta reducida y repleta de platos inspirados en todo tipo de gastronomías
Juan Martínez y Carlos Prado, propietarios de Volver.
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Juan Martínez y Carlos Prado, propietarios de Volver.
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Desde su puesta en marcha en abril de 2018, Volver se ha convertido en un oasis culinario en mitad de un panorama local donde la cocina tradicional gallega estaba ganando todo el terreno. Y es que visitar este ecléctico y cosmopolita local en Bueu (Pontevedra) significa viajar a mesa puesta hacia los mejores sabores y gastronomías del mundo. Un destino además en el que sólo se necesita el hambre del comensal para poder disfrutar de esta experiencia cercana y acogedora que, sin atisbo de dudas, todos querrán repetir. 

Detrás de esta moderna tapería en el corazón de las Rías Baixas se encuentra la dupla formada por Juan Martínez y Carlos Prado, un gallego y un extremeño que cruzaron sus caminos en la capital madrileña para continuar juntos un camino personal y profesional que en la actualidad constituye todo un proyecto de vida. "Antes de venirnos a Bueu sí que maduramos mucho el tipo de negocio que queríamos montar. Nos gustaba sobre todo un trato cercano y creo que es lo que hemos conseguido después de todos estos años, que la gente venga también en parte por nosotros", comenta Juan sobre la esencia más íntima del establecimiento. En lo que respecta a la faceta gastronómica, la reducida carta del espacio, con "una cocina muy fresca", supone también un recorrido culinario completo ("Para llegar (entrantes), para quedarse (primeros) y para volver (postres)") con un destino compartido por todos: regresar más pronto que tarde al local buenense.

Platos viajeros y una constante vuelta de tuerca 

Diferentes platos de Volver. Foto: Cedida

La cocina, al igual que el ser humano, evoluciona; y en Volver, ese proceso de maduración tampoco iba a ser menos. Si bien es cierto que los primeros pasos del local buenense se movían en torno a un "concepto muy del sur", pronto la tendencia de la carta se asentó más en las recetas por temporada y unos básicos que ya son auténticas señas de identidad del local. En ese apartado más viajero, el local de Juan y Carlos presenta todo tipo de elaboraciones que incluyen algún tipo de técnica o sabor fundamentado en el extranjero. Así, desde la gastronomía española hasta la mexicana, pasando por la italiana, la hindú o la turca, todas ellas encuentran su pedacito de existencia dentro de la carta de Volver. 

Ya en el presente, bajo un concepto culinario basado en las tapas y platos para compartir, el recetario del espacio encuentra opciones para todo tipo de paladares y bolsillos. De hecho, resulta importante destacar el reto mayúsculo al que se enfrentaron ambos propietarios desde sus inicios, ya que confeccionar una propuesta diferente, innovadora y sabrosa no es tan sencillo cuando no tienes unos fogones en los que dar rienda suelta a la creatividad. "Aquí no tenemos cocina como tal, por eso cocinamos muchas bases en casa y luego lo terminamos en el local", explica Juan sobre el modus operandi dentro del apartado más gastronómico de Volver. "Yo también sigo a muchas cuentas de instagram de restaurantes que a mí me gustan mucho, en Barcelona o de Madrid, y como que me inspiro bastante en ellos", añade. "Él tiene muchas ideas y a mí no me da miedo hacer nada", agrega Carlos. 

Hablando ya con nombres propios, los Nachos Volver (guacamole, tomate, cebolla, pico de gallo, carne mechada y salsa de queso cheddar) son ―según aseguran ambos dueños― los grandes protagonistas del local desde su apertura hasta el día de hoy. Este entrante de origen mexicano y repleto de color y sabor en su versión gallega conquista a todo tipo de clientes, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los platos más comandados en Volver. A pesar de todo, los nachos no son los únicos que han logrado sorprender a los comensales más gourmets, otros como los tacos de cochinita Pibil, el brioche de carne mechada, los New York Rolls salados y hasta la completa tabla de quesos gallegos también aseguran una explosión de sabores con cada bocado.

Y en el apartado más dulce de esta experiencia gastronómica viajera, los postres caseros confeccionados por Carlos suponen el auténtico broche de oro en cada comida o velada, sobre todo si hablamos de la ya famosa Carrot Cake. "Llevamos desde que abrimos con la tarta de zanahoria y creo que si la quitamos, perderíamos el 80% de la clientela", asegura Carlos. Después, en lo que respecta a las bebidas, la reducida carta de vinos se centra un par de referencias por cada denominación de origen, tratando siempre de trabajar con "bodegas pequeñas y no muy comerciales, y que sean de buena calidad"

Moda, eventos y futuro

Más allá de la gastronomía, conceptos como la moda, los complementos o el diseño son también una parte fundamental del proyecto de Volver. Según explican ambos propietarios, a Juan un día se le ocurrió la idea de transformar un antiguo chinero en una "tienda de ropa", con las puertas del armario funcionando como perchero para todo tipo de prendas, desde jerseys en invierno a prendas de lino en verano e incluso cestos y toallas. "Este verano hemos seguido con ello, aunque no con tanto volumen porque sino es un poco locura para nosotros atender a la clientela (...) ahora mismo lo que triunfa es sobre todo la bisutería, los pendientes, pulseras…", aclara Juan sobre un apéndice más dentro del proyecto de Volver.  

Rincones de Volver. Foto: Cedida

Con la mirada puesta en el horizonte del local, en el ideario de ambos propietarios está el poder introducir en un corto plazo de tiempo novedades como la puesta en marcha de eventos reducidos en el local o el introducir un menú del día al más puro estilo Volver. "Los inviernos obviamente son más parados y estamos pensando todo el rato en hacer algún evento, así como un 50 cumpleaños o un baby shower, con nuestra carta en formato reducido", aclara Juan. "Es una idea que iremos madurando poco a poco", aclara Carlos. En lo que respecta al menú del día, la intención es "jugar con unos platos ―dicen― que no sean los del siempre de comida casera, que está muy rico pero igual algún día a la gente le apetece probar algo más diferente". En cualquier caso, tal y como diría La Maravillosa Orquesta del Alcohol (o La M.O.D.A) al ritmo de folk, blues y rock & roll: "Volver a Volver" es siempre la mejor opción en espacios gastronómicos como este.  

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